Esta colección de imágenes muestra lo que es capaz de aportar a nuestra sociedad el salvajismo, o el gamberrismo tolerado por quienes debieran velar para que Escalona sea un lugar mejor: Una cigüeña muerta a tiros, cobardemente.
Los machotes que hacen este tipo de gracias las hacen a escondidas. A sabiendas de que están mal, porque este tipo de animales no sólo son pacíficos. También son beneficiosos para el ser humano.
El compañero de la cigüeña muerta, probablemente en cría en su nido, lo cual agrava el delito de lesa humanidad de estas bestias feroces, acude junto al cadáver porque no entiende las razones que puede tener nadie para cometer un acto degenerado de ese tipo.
Las ratas que hacen este tipo de atrocidades no merecen ser asimilados al género humano. Son sólo eso, ratas, seres miserables y envilecidos. No dan más de sí. E igual que quitan la vida a un ave que adorna nuestros cielos, serían capaces de robársela a una persona. No son mejores que los asesinos de Marta del Castillo. Son de la misma calaña.
Lo grave es que sus cómplices son quienes se muestran incapaces de atajar estos actos o hacen la vista gorda ante los mismos. Son tan cobardes los unos como los otros. Por cierto ¿Es que no hay escaleras en toda Escalona para retirar el cuerpo del pobre animalito? ¿Y no hay nadie que investigue estos hechos? ¿O es que lo que falta es otra cosa?
Por cierto, los mismos cabestros que mataron a una, ya han dejado coja a otra a tiros. ¿Permitirá el Señor Alcalde que acaben con todas?
El compañero de la cigüeña muerta, probablemente en cría en su nido, lo cual agrava el delito de lesa humanidad de estas bestias feroces, acude junto al cadáver porque no entiende las razones que puede tener nadie para cometer un acto degenerado de ese tipo.
Las ratas que hacen este tipo de atrocidades no merecen ser asimilados al género humano. Son sólo eso, ratas, seres miserables y envilecidos. No dan más de sí. E igual que quitan la vida a un ave que adorna nuestros cielos, serían capaces de robársela a una persona. No son mejores que los asesinos de Marta del Castillo. Son de la misma calaña.
Lo grave es que sus cómplices son quienes se muestran incapaces de atajar estos actos o hacen la vista gorda ante los mismos. Son tan cobardes los unos como los otros. Por cierto ¿Es que no hay escaleras en toda Escalona para retirar el cuerpo del pobre animalito? ¿Y no hay nadie que investigue estos hechos? ¿O es que lo que falta es otra cosa?
Por cierto, los mismos cabestros que mataron a una, ya han dejado coja a otra a tiros. ¿Permitirá el Señor Alcalde que acaben con todas?
