El Gobierno reconoce el contagio de gripe de 11 militares en Madrid
Madrid.- El Gobierno ha reconocido que en Madrid hay 11 militares contagiados de g
ripe porcina. Lo más llamativo es que a dar la cara en este asunto ha salido la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, y no la titular de Defensa, que anda desaparecida en este asunto pese a estar considerada la “heredera” del presidente Zapatero.
Fernández de la Vega ha confirmado los contagios en la rueda de prensa tras el consejo de ministros y ha dicho que 57 militares más están en observación y 9 hospitalizados. Todos ellos pertenecen al mismo acuartelamiento de Hoyo de Manzanares, muy cerca de Madrid.
Otros 600 siguen en cuarentena en el cuartel. Todos son casos leves, según De la Vega. Además nadie ha explicado cómo pudieron contagiarse los militares, puesto que se afirma que ninguno de ellos o de sus familiares estuvieron en México últimamente.
Lo más llamativo del asunto es el alejamiento de la ministra de Defensa, Carmen Chacón, de un caso en el que debería haber sido ella la que diese la cara y explicase el silencio mantenido en su departamento sobre el contagio, con el consiguiente peligro de extensión de la epidemia.
ripe porcina. Lo más llamativo es que a dar la cara en este asunto ha salido la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, y no la titular de Defensa, que anda desaparecida en este asunto pese a estar considerada la “heredera” del presidente Zapatero.Fernández de la Vega ha confirmado los contagios en la rueda de prensa tras el consejo de ministros y ha dicho que 57 militares más están en observación y 9 hospitalizados. Todos ellos pertenecen al mismo acuartelamiento de Hoyo de Manzanares, muy cerca de Madrid.
Otros 600 siguen en cuarentena en el cuartel. Todos son casos leves, según De la Vega. Además nadie ha explicado cómo pudieron contagiarse los militares, puesto que se afirma que ninguno de ellos o de sus familiares estuvieron en México últimamente.
Lo más llamativo del asunto es el alejamiento de la ministra de Defensa, Carmen Chacón, de un caso en el que debería haber sido ella la que diese la cara y explicase el silencio mantenido en su departamento sobre el contagio, con el consiguiente peligro de extensión de la epidemia.
