jueves, 21 de mayo de 2009

Energía

Felipe González discrepa de las tesis antinucleares de Zapatero
Madrid.- El antiguo ministro socialista Jesús Caldera ha propuesto que se cierren todas las centrales nucleares y que el 100% de la energía consumida en España sea 'verde' en 2050. Pero el ex presidente Felipe González, ha pedido que "se piense seriamente" el cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), y ha puesto en entredicho el informe sobre energías de la Fundación Ideas, que preside Caldera.
En un coloquio de la feria ExpoManagement, González aludía al informe de Caldera sobre "Un nuevo modelo energético para España", que apuesta por las energías renovables en detrimento de la nuclear y los combustibles, y el ex presidente ha recomendado a la Fundación Ideas tener "buenos asesores".
González ha señalado que él no ve en el horizonte "nada" que sustituya con claridad al petróleo o la energía nuclear y ha señalado la dependencia "dramática" que tiene Europa de las energías fósiles, que aumentará un 20% cuando Alemania cierre sus centrales nucleares en 2020.
Por ello ha animado a abrir el debate sobre la energía nuclear y ha criticado a quienes quieren cerrar sus centrales, pero compran energía de este tipo "en la frontera francesa".
También ha pronosticado que los precios del petróleo volverán a subir y "volverá a ponerse sobre la mesa" la crisis energética, y ha dicho que las energías renovables todavía están desarrollándose e incluso hay una "retracción" tanto pública como privada porque no se tiene la garantía de que la inversión vaya a ser rentable en un horizonte de cinco o seis años
Caldera ha presentado el informe que refleja el modelo energético que propone el PSOE, que pretende gastar medio billón de euros hasta 2050 –el equivalente a medio Producto Interior Bruto (PIB) anual– para que el 100% de la energía en España sea renovable.
Caldera ha dicho que “no es necesario construir más centrales nucleares” y que hay que evitar “riesgos tremendos para nosotros y para las futuras generaciones”. Además de considerar que “las centrales existentes deben cerrarse cuando finalice su vida útil de cuarenta años”.
Según el informe de Caldera, las cinco condiciones para el cierre de las centrales nucleares son “la seguridad, la sustituibilidad, el abastecimiento, la gestionabilidad y la competitividad”. A su juicio, ese nuevo modelo energético que propugna podría crear entre 292.531 y 1.188.871 puestos de trabajo, y que España pudiese acceder a un mercado potencial de entre 2 y 8 billones de euros.
Empresarios del sector y sindicatos apoyan unánimemente la necesidad de alargar la vida del parque atómico y siguen debatiendo, cómo en el resto de los países de la UE y en EEUU, sobre la necesidad de construir nuevas instalaciones en el país.
El presidente de la Comisión de Energía de CEOE, Antonio Garamendi, opina que la propuesta “no es creíble ni factible” y que, hoy por hoy, “lo nuclear es fundamental en el mix energético español”. También alerta de que, si finalmente se decide cerrar las centrales nucleares –comenzando por la de Garoña–, va a “costar muy caro a todos los españoles, porque habrá que dar indemnizaciones”.Garamendi defiende que –aunque hay que seguir apostando por la energía verde– “la energía sostenible sólo nos atiende cuando la naturaleza quiere”. Asimismo, alerta de que para muchas multinacionales el coste de la energía motiva la deslocalización”. La energía nuclear emplea en España a 30.000 personas.