martes, 17 de marzo de 2009

Cultura y Ocio

Escalona en las Rutas Jacobeas
Redacción:
Si se pregunta a unos cuantos ciudadanos de Escalona, es muy posible que sean pocos los que admitan saber que por mitad de su pueblo pasan dos rutas que conducen a los peregrinos hasta Santiago de Compostela. Y sin embargo así es. Se trata de los caminos denominados del Sureste y de Levante.
El primero, enlaza las tierras alicantinas con la ciudad del Apóstol, mientras que el segundo parte de Valencia con el mismo destino. De los dos, es probable que sea el primero el que tenga más entidad histórica, pero el segundo podría calificarse como más comercial.
El del sureste sigue el trazado de la vieja red de “carreteras” del Medievo y el Renacimiento: Los Caminos Reales de Castilla. Es además una ruta mucho más rectilínea y como casi todas las rutas jacobeas, acaba por coincidir en Astorga con ese gran colector que es el llamado Camino Francés.
Hay una interesante guía que han elaborado dos esforzados peregrinos y estudiosos, Manuel Aliaga y Paco Serra, que detalla casi al milímetro los muchos kilómetros del recorrido y que reparte gratuitamente la Asociación de Amigos del Camino de Ávila.
En lo que atañe a Escalona, el Camino del Sureste cumple en la Villa una etapa (la décimo séptima) que parte de Novés y pasa por las ruinas del Castillo de San Silvestre y Quismondo, con un recorrido de poco menos de 19,5 kilómetros.
De Escalona parte, asimismo, la décimo octava etapa, de algo menos de 17 kilómetros, que llega hasta Cadalso de los Vidrios, pasando por Paredes y Cenicientos.
Como es fácil comprobar, es una ruta que no sigue la moderna carretera de Toledo a Ávila y busca en cambio la ruta más histórica, la que siguieron muchos de nuestros antepasados hasta que se diseñó la actual red de carreteras del Estado.
Es posible conocer detalles de estas rutas en el que indudablemente es el mejor portal de Internet dedicado a la temática jacobea, http://www.mundicamino.com/. Su director, Jaime Serra, catalán afincado en Burgos, ha consagrado muchas horas y esfuerzo a ofrecer a los peregrinos información sobre todas las rutas y otros muchos aspectos de interés, y además lo hace en varios idiomas.
Ese portal incluye interesante y cuidada información sobre Escalona y sobre todas las demás localidades incluidas en estas rutas.
El segundo camino es algo más heterodoxo. Parece ser el invento de una profesora valenciana, que forma parte de la directiva de la asociación local de Amigos del Camino. Esa ruta no toma en consideración los antiguos repertorios de Caminos Reales, como el de Villuga, que enlazaban Santiago y Valencia a través de Cuenca y Burgos, por la denominada Ruta de la Lana.
Además, traza un curioso arco desde Valencia a Toledo en el que obliga a los peregrinos a caminar parcialmente hacia el sur antes de cambiar hacia el norte. Y por si fuera poco, desvía la ruta por una zona en la que nunca hubo caminos reales, a través de tierras zamoranas y orensanas.
Pero en lo que a Escalona se refiere, el de Levante también convierte a nuestra Villa en fin de etapa, en concreto la décimo octava, que viene desde Torrijos y pasa por Maqueda. Son cerca de veinticinco kilómetros y medio.
También parte de Escalona la décimo novena etapa, que a través de Almorox llega de una tirada hasta San Martín de Valdeiglesias. El recorrida suma 26,5 kilómetros y medio y a partir de Almorox resulta particularmente peligroso para quien peregrina a pie, porque coincide con la carretera nacional 403.
Ambas rutas se unen para entrar en Escalona en la ribera sur del Alberche y coinciden a través del puente, la cuesta –al pie de ella hay un monolito colocado por la Asociación del Sureste-, la Calle del Río, la Plaza, la Calle de San Miguel y, nada más atravesar el Arco de las Campanas, se separan.
De frente, en dirección al Camino Antiguo de Paredes, continúa el Camino del Sureste, y a la derecha, en dirección a la Calle Los Molinos, lo hace el de Levante. Hay una pared, en las inmediaciones del Convento, en la que han colocado sendos azulejos con las tradicionales flechas amarillas y vieiras peregrinas que indican la dirección de cada una de las rutas.
Resulta bastante lamentable que los responsables municipales, sean del color político que sean, no se hayan tomado con mayor interés la promoción de estas rutas que, desde hace algún tiempo, dejan ver a esforzados peregrinos por nuestra tierra. Y sobre todo el respeto del trazado de las rutas.
En el Camino de Maqueda, por el que transita el Camino de Levante, hay un propietario de una finca colindante que se ha apropiado y arado un considerable trecho de aquella senda comunal que debiéramos todos respetar. Además, hay al menos dos vertederos ilegales de escombros y basuras, que además de la pestilencia añaden la molestia de los insectos con sus picaduras.
Pero otro tanto sucede en el Camino de Quismondo, que en realidad se corresponde con el Camino Real de Castilla, donde el antiguo vertedero municipal sigue sin controlar y donde unos y otros arrojan todo tipo de desechos.
Cabe por fin mencionar la existencia en Escalona de un Albergue Municipal de acogida, emplazado en uno de los edificios del Instituto. Aunque no son pocos los peregrinos que agradecen la atención, siempre se podría mejorar.
Por ejemplo, a las humildes e incómodas colchonetas de gimnasia, se las podría trocar sin mucho esfuerzo en unas modestas camas con somnier y colchón. Naturalmente no se precisa que sean de lujo, pero sí de mayor dignidad.
Por otra parte, el Albergue obliga a los peregrinos de ambas rutas a alejarse de los respectivos trazados. Quizá debieran pensar los responsables que a unos fatigados caminantes, se les obliga a añadir casi medio kilómetro más para dormir a cubierto.