Barreda culpa a una "campaña de rumores" y a las pretensiones de Unicaja
El Correo
Toledo.- Mal deben andar las cosas para el presidente regional, José María Barreda, para que haya comenzado ya a arrojar la basura a un ventilador, a fin de extende
r el alcance de las responsabilidades en los desaguisados financieros de su correligionario Juan Pedro Hernández Moltó al frente de Caja de Castilla-La Mancha.
Barrreda ha dicho a los periodistas sobre la intervención del Banco de España, la primera en muchos años y desde luego la primera de esta crisis, que la culpa era de «una campaña de acoso y derribo de algunos sectores que han alentado y propagado rumores sobre su viabilidad. No hay entidad financiera que aguante una campaña sostenida de descrédito. Eso ha provocado que muchos clientes sacaran su dinero, lo que ha agravado la situación».
Pero luego no ha querido precisar el alcance de sus palabras y se ha justificado con estas otras: «No quiero contribuir a esta ceremonia de confusión», y ha añadido: «Quien tenga oídos para oír que oiga. Todo el mundo sabe quién es quién y quién ha estado por ahí intentando desestabilizar la Caja».En su reparto de culpas no se ha olvidado de la principal caja andaluza, Unicaja, atribuyendo el fracaso de las negociaciones para la fusión con CCM a sus «pretensiones excesivas». Por si fuera poco, poniéndose el respeto a los clientes de CCM por montera, ha considerado que estamos ante un problema «coyuntural» y ha atribuido la falta de liquidez que provocó la intervención al hundimiento del «sector inmobiliario, algo que le ha pasado a todas las cajas de España y a todos los bancos». Pero se ha olvidado que la única intervenida por ahora es la entidad castellano manchega.
Por su parte, el presidente del Partido Popular en Albacete, Marcial Marín, ha pedido responsabilidades por la situación de CCM a Barreda, a la consejera de Economía y Hacienda, María Luisa Araújo (como garante de las operaciones de la caja), y al ya ex presidente de la entidad, Juan Pedro
Hernández Moltó.
Entre tanto, Barreda trataba de poner tierra de por medio con la intervención, al comentar que "siempre asumimos las responsabilidades que nos competen, pero no las de los demás".
Según él, las competencias de los gobiernos autonómicos en la supervisión de las Cajas son "muy limitadas" y se reducen a garantizar la pureza de los procesos electorales, a comprobar la veracidad de la publicidad y las promociones que hacen las cajas y a la Obra Social y Cultural. Pero ha revelado que el Gobierno regional ha solicitado comparecer en las Cortes regionales de manera urgente para dar explicaciones sobre la situación.
Barreda sostiene que, sobre la gestión de CCM, el Gobierno regional "jamás ha opinado ni interferido" porque la entidad tenía sus propios órganos de gobierno, con participación de todos los partidos políticos y que, además, hasta ayer, han aprobado por unanimidad todos los balances e intervenciones de la Caja, y "el Gobierno jamás ha opinado ni influido en sus decisiones".
Toledo.- Mal deben andar las cosas para el presidente regional, José María Barreda, para que haya comenzado ya a arrojar la basura a un ventilador, a fin de extende
r el alcance de las responsabilidades en los desaguisados financieros de su correligionario Juan Pedro Hernández Moltó al frente de Caja de Castilla-La Mancha.Barrreda ha dicho a los periodistas sobre la intervención del Banco de España, la primera en muchos años y desde luego la primera de esta crisis, que la culpa era de «una campaña de acoso y derribo de algunos sectores que han alentado y propagado rumores sobre su viabilidad. No hay entidad financiera que aguante una campaña sostenida de descrédito. Eso ha provocado que muchos clientes sacaran su dinero, lo que ha agravado la situación».
Pero luego no ha querido precisar el alcance de sus palabras y se ha justificado con estas otras: «No quiero contribuir a esta ceremonia de confusión», y ha añadido: «Quien tenga oídos para oír que oiga. Todo el mundo sabe quién es quién y quién ha estado por ahí intentando desestabilizar la Caja».En su reparto de culpas no se ha olvidado de la principal caja andaluza, Unicaja, atribuyendo el fracaso de las negociaciones para la fusión con CCM a sus «pretensiones excesivas». Por si fuera poco, poniéndose el respeto a los clientes de CCM por montera, ha considerado que estamos ante un problema «coyuntural» y ha atribuido la falta de liquidez que provocó la intervención al hundimiento del «sector inmobiliario, algo que le ha pasado a todas las cajas de España y a todos los bancos». Pero se ha olvidado que la única intervenida por ahora es la entidad castellano manchega.
Por su parte, el presidente del Partido Popular en Albacete, Marcial Marín, ha pedido responsabilidades por la situación de CCM a Barreda, a la consejera de Economía y Hacienda, María Luisa Araújo (como garante de las operaciones de la caja), y al ya ex presidente de la entidad, Juan Pedro
Hernández Moltó.Entre tanto, Barreda trataba de poner tierra de por medio con la intervención, al comentar que "siempre asumimos las responsabilidades que nos competen, pero no las de los demás".
Según él, las competencias de los gobiernos autonómicos en la supervisión de las Cajas son "muy limitadas" y se reducen a garantizar la pureza de los procesos electorales, a comprobar la veracidad de la publicidad y las promociones que hacen las cajas y a la Obra Social y Cultural. Pero ha revelado que el Gobierno regional ha solicitado comparecer en las Cortes regionales de manera urgente para dar explicaciones sobre la situación.
Barreda sostiene que, sobre la gestión de CCM, el Gobierno regional "jamás ha opinado ni interferido" porque la entidad tenía sus propios órganos de gobierno, con participación de todos los partidos políticos y que, además, hasta ayer, han aprobado por unanimidad todos los balances e intervenciones de la Caja, y "el Gobierno jamás ha opinado ni influido en sus decisiones".
