sábado, 28 de marzo de 2009

Un poco de historia

TEORÍAS SOBRE EL ORÍGEN DEL NOMBRE LA MANCHA

Redacción:
La Mancha, de fama universal gracias al Quijote, era, en principio, el nombre de una comarca en el interior de la actual Comunidad Autónoma, y su nombre ha recibido y recibe distintas interpretaciones.
Quizás las más extendidas sean las que lo relacionan con el árabe “al mansha”, tierra seca, con una segunda acepción como tierra nueva. O los que buscan explicación en el topónimo “ár mányà”, ‘alta planicie’ en alusión a las llanuras que predominan en el territorio.
Otras hipótesis apuntan hacia una posible diferencia del terreno con respecto a otros próximos por la vegetación o por el color (mancha, del latín. macŭla), o hacia el hecho de que fuera una tierra limítrofe o demarcadora. Esto es, Mancha estaría por ‘marca’ o demarcación.
Es sabido que los árabes respetaban los nombres de los lugares que colonizaban y que se limitaban a adaptarlos a su propia lengua. Tal es el caso de Guadiana, que no es sino el aprovechamiento del nombre romano del tío, Anás. Guadi Anás. Y hay muchos ejemplos más (sin ir más lejos, el Toletum romano paso a ser Toilatola, para los musulmanes).
En cualquier caso, ninguna relación tiene nuestro nombre manchego con el topónimo que denomina el brazo de mar que separa a Francia de Gran Bretaña, ya que aquí Mancha es una adaptación fonética del francés Manche (del latín. manĭca); La exacta correspondencia con La Mancha francesa sería el español manga o ‘brazo de mar estrecho’ (por ejemplo, La Manga del Mar Menor, en Murcia). Esta explicación la encontramos en “Castilla-La Mancha y sus topónimos”, de Jairo J. García Sánchez (2006).
Fernando de Giles, en su obra titulada “Castilla-La Mancha”, apuesta por esta otra hipótesis: “Castilla La Mancha tiene un clima riguroso y continental: frío en invierno y seco y caluroso en verano. En primavera y otoño solía llover con abundancia, pero en los últimos tiempos sufre de la sequía que afecta a esta parte del mundo.
Su geografía es muy sencilla: una gran llanura al sur que es La Mancha, llamada así por su nombre árabe Al Manchara, que significa tierra llana, y que ocupa grandes extensiones de Albacete, Cuenca, Toledo y Ciudad Real.
Tradicionalmente se ha considerado la Meseta como un paisaje llano y hasta desolado. Sin embargo, pese a un cierto predominio de las grandes llanuras, Castilla- La Mancha abarca un paisaje diverso, cuya realidad está muy lejana de la percepción horizontal y monótona de su espacio físico más conocido”.
La tesis de la "tierra llana" justificaría nombres como Al Basit, nombre árabe de Albacete. Los Llanos, la Virgen de los Llanos y cuantos abundan en esa idea de llanura.
Sin embargo, La Mancha no es siempre tierra seca y llana. Una de las Manchas históricas, la de Montearagón, alberga poblaciones manchegas típicas: La Roda, Barrax.., de transición (Campo de Montiel, Munera, Villarrobledo (en su parte sur), absolutamente originales en su emplazamiento, como Chinchilla y otras lejanas a la idea de sequedad y llanura: Ossa de Montiel.
Por otro lado existen Manchas (la de Vejezate) que abundan parcialmente en esa idea, si bien parece que se refieren más a la idea de Mancha como comarca o zona de influencia, en este caso del Castillo de Vejezate.
También existieron las llamadas Mangas, en este caso, como porciones de tierra pertenecientes a un concejo, pero separadas de él (de su redonda, en concreto). Verbi gratia: las mangas de Marta y del Cabalgador, pertenecientes a Alcaraz, pero que estaban aisladas y enclavadas en otros términos.
Teniendo en cuenta que La Mancha, según algunos, llega hasta Aranjuez y la diversidad de paisajes que te puedes encontrar entre Almansa y Aranjuez sería más sencillo pensar en la idea de marcas, demarcaciones, límites jurisdiccionales, incluso esa hipotética idea de lugares nuevos.
Esta suposición que la relaciona con marcas o demarcaciones se apoyaría en topónimos como La Mancha de Vejezate (en árabe La Mancha de Haver Garat), a pocos kilómetros de Manjavacas, donde la primera parte del término podría ser una evolución de Mancha, por ejemplo, La Mancha de las Vaikas.
No faltan quienes relacionen el topónimo Mancha con "al-Mansha", que en árabe significa la Posada, o la Venta. También se utiliza "al-manshil" y de ahí el nombre de la localidad albaceteña de Almansa o la soriana de Almazán. En árabe posada se dice “manzil”, con un plural “manazil” (ventas o posadas).
Pero hay también un término romano Mansa, participio de maneo, más habitual en masculino manso "granja, alquería" (del latín mansus), es el étimo para el catalán mas, el francés manse. Según esta idea, los árabes habrían adaptado el vocablo latino como “Al Mansha”, y se recuerda que para un árabe o bereber, como eran los invasores musulmanes, el paisaje manchego no debía resultar mucho más reseco que el suyo originario.
No falta por fin una teoría que parece nacer de mentes calenturientas y que atribuye al topónimo un origen celta y hasta irlandés. Pero de puro ridícula, no merece ni entrar en detalles de la misma. Baste saber a los interesados en que pueden buscar por ahí, si es que quieren creer que los primitivos irlandeses fundaron nuestra tierra.