domingo, 3 de mayo de 2009

Historias de la Caja Tonta

“Reality shows” o de cómo hacer el indio por la pasta
Ángeles Sabrido

Madrid.- La cadena que emite en abierto del Grupo Prisa, “Cuatro” desembarcó en el panorama de las “cajas tontas” españolas anunciando a bombo y platillo que llegaba la “televisión de calidad” y que venía a acabar con la “telebasura”.
Sus promesas han sido tan falsas como las explicaciones de los jóvenes asesinos de Sevilla sobre el paradero de Marta del Castillo. Ni los informativos son mejores o menos horteras, ni la programación es más cultural, ni se han privado de copiar los más claros ejemplos de “telebasura” de sus competidores.
Llega ahora el que será, probablemente, último adefesio de los muchos que se disputan el “share” (que es como dicen los entendidos a las audiencias) y que lleva el grotesco título de “Perdidos por la tribu”, es decir, una copia pura y dura del infumable “Sobrevivientes” de “Tele 5”.
Les toca ahora hacer el indio para trincar una pasta a tres familias, que deben convivir tres semanas con otras tantas tribus de tres remotos lugares del mundo: los Himba y Bosquimanos de Namibia y los Mentawai de Indonesia.
En su debut, el “reality” de turno ha reclutado a tres familias de Toledo, Cataluña y Tenerife, así que tendremos a unos paisanos pugnando por la pasta con uno de esos grupos. Por cierto, los bosquimanos fueron aquellos que inspiraron las dos películas cómicas que llevaban por título “Los dioses deben estar locos”.
Nuria Roca, que igual parece servir para un remiendo que para un costurón, va a ser quien se encargue de conducir el programa, esperemos que de modo más comedido y menos histriónico que el afectadísimo Jesús Vázquez y el gritón Christian Gálvez de Tele 5. La catalana es bastante más sosita que los otros dos.
En 21 días, las familias deben tratar de adaptarse a sus tribus de acogida, superar situaciones adversas y aguantar con la meteorología límite de los sitios donde aterricen.
Por si fuera poco, como lo que se trata es de que hagan el “apache”, cada semana un “Consejo tribal”, formado por el jefe de la tribu y las mujeres y los hombres más sabios, evaluarán a las familias concursantes. Este capítulo promete ratos de carcajada, puesto que sólo si consiguen cumplir con sus funciones, pasarán una semana tranquila en el poblado. En otro caso, algunos miembros de la familia o todos sufrirán el castigo que les impongan.
Va a ser –tiene toda la pinta- la venganza de los indígenas a los colonizadores y a los misioneros. Los conflictos están asegurados, dicen los organizadores. Las costumbres, el desconocimiento del idioma y tradiciones prometen crear los momentos sado-masos que el público parece buscar. Por si fuera poco, tienen que aprender a cazar para sobrevivir, construirse un hogar para tres semanas, cocinar sin los utensilios comunes de una cocina occidental y sobre todo participar en los ritos de sus anfitriones o enfrentarse a los bichos del lugar. El que mejor haga el indio, se llevará al volver a casa 150.000 euros.
No parece mucho dinero por andar haciendo el bantú por esos mundos de Dios. Pero ya se sabe que hay mucha crisis y Zapatero no parece el más listo para sacarnos de ella.