domingo, 3 de enero de 2010

La Lengua

La ignorancia respecto a nuestra cultura

Por Amando de Miguel
Juan Fabra me oyó en una tertulia la historia de la franja morada con la que se recompuso la bandera española durante la última República. Me pide don Juan que le ilustre esa historia. No tiene mayor secreto. Es un producto más de la ignorancia. Algunos creyeron que la auténtica bandera de la vieja Castilla fue de color morado. Pero la realidad es que era de color rojo, pero, con el tiempo, ese color se destiñó y pasó a ser morado. Así pues, el color morado nada tiene que ver con la enseña castellana. Por tanto, la reinvención de la bandera española durante la II República fue una ridiculez. La combinación del rojo con el amarillo obedeció en su día al diseño de una bandera que se destacara sobre el azul del mar. Esa fue la bandera de la Armada.
José María Navia-Osorio aplaude la idea de un colegio de monjas de Oviedo que ha prohibido a los niños que lleven gorros de Papá Noel por ser una "tradición pagana" frente la cristiana de los Reyes Magos. Alto ahí. Papá Noel no es más que una derivación de Santa Claus, que, a su vez, es la traducción de San Nicolás, un obispo cristiano de lo que hoy es Turquía. La tradición cristiana era que San Nicolás llevaba dulces y naranjas a los niños como anticipo de la Navidad. En cambio, los Reyes Magos eran paganos, provenían de Irán o Afganistán. Es decir, en el lenguaje actual serían más bien "talibán" (abates, clérigos). Precisamente la hermosa tradición de los Reyes Magos es la de que los paganos también reconocieran a Jesús. Ese es el fundamento de la religión "católica" (= universal), no étnica, como la de los judíos. San Nicolás simboliza también esa religión católica que da alegría a los niños de la Europa septentrional y central, recién cristianizada. Las monjitas de Oviedo deberían leer un poco más.
Don José María se apunta a la campaña en pro de los Reyes Magos porque:
Los Reyes Magos son un símbolo de la multirracialidad y nunca han tenido problemas de inmigración.
Los Reyes Magos son fashion total, su elegancia en el vestir no ha pasado de moda en dos milenios.
Si no existiesen los Reyes Magos, las vacaciones se acabarían el 2 de Enero.
Los Reyes Magos son ecológicos, utilizan vehículos de tracción animal que con su estiércol contribuyen a fertilizar el suelo patrio (nada de trineos volando ni gilipolleces que no existen...).
Los Reyes Magos generan un montón de puestos de trabajo entre pajecillos, carteros reales y multitud de gente que va en la cabalgata.
De Papá Noel puede hacer cualquier pelagatos, pero para hacer de Reyes Magos se necesitan al menos tres.
Los Reyes Magos fomentan la industria del calzado y enseñan a los niños que las botas se deben limpiar al menos una vez al año. Por contra, el gordinflas exige que se deje un calcetín, prenda proclive a servir de acomodo de la mugre, cuando no de indecorosos 'tomates'.
Los Reyes Magos planifican concienzudamente su trabajo y se retiran discretamente cuando acaban la función.
Santa Claus vive en el Polo Norte y por eso es un amargado, los Magos son de Oriente, cuna de la civilización y por ello de una elegancia no decadente.
Los Reyes Magos tuvieron un papel destacado en la Navidad, Santa Claus es un trepa que trata de aprovecharse del negocio y que no participó en nada en los acontecimientos de la Navidad. Los Reyes Magos son de los poquísimos usuarios que mantienen en pie la minería del carbón en Asturias. No lo han cambiado por gas natural ni por bombillitas horteras.
Los Reyes Magos lo saben todo. Santa Claus no sabe otra cosa que agitar estúpidamente una campanita.
Santa Claus es un zoquete que no respeta los sentimientos de los renos de nariz colorada. No hay documentado ningún caso de maltrato psicológico por parte de los Reyes Magos hacia sus camellos.
Los Reyes Magos son agradecidos, siempre se zampan las golosinas que les dejamos en el plato. Sin los Reyes Magos no se habría inventado el Roscón de Reyes.
Finalmente, Santa Claus se pasa la vida diciendo "¡Jo, jo, jo!". Risa forzada y sin sentido. Señal de estupidez.
Respecto a los símbolos navideños, Agustín Fuentes protesta de la última moda, la de hacer que el Rey Baltasar sea de raza negra. Si se sigue ese principio (razona don Agustín) se puede llegar al ridículo de hacer que Madame Butterfly tenga que ser japonesa. Por otra parte, si el Rey Baltasar provenía de Irán o de Afganistán, no se colige que tenga que ser de raza negra. Lo del color negro fue una licencia de la iconografía para indicar su origen exótico.
Una deliciosa transposición de los símbolos navideños: la izquierda tiende a hablar más de Año Nuevo que de Navidad. Bueno, ambos símbolos proceden del mundo clásico, luego cristianizado. Lo de no creer en la Navidad es como no creer en las constelaciones. La fiesta de la Navidad no es más que la cristianización de la fiesta del nacimiento de Apolo o Helios. Jesús era el Sol de la nueva era cristiana. Por eso también el Año Nuevo se trasladó al mes de diciembre en lugar de marzo, donde estaba al principio.

(Amando de Miguel es catedrático emérito de Sociología y Sociólogo)