domingo, 3 de enero de 2010

Curiosiodidades - Reportaje

Roscón de Reyes: Una dulce tradición con muchos siglos de historia

Por C. de Paz
Este dulce, uno de los más antiguos de Navidad, tiene un origen pagano. El Imperio Romano celebraba la llegada del año nuevo el 1 de marzo. Los romanos atendían a las leyes del tiempo, porque al llegar la primavera desbordaban de vida árboles y plantas, y la luz aumentaba, lo que hacía creer que comenzaba un nuevo ciclo anual.
En aquellos tiempos, desde mediados de diciembre a finales de marzo tenían lugar las fiestas de invierno, durante las cuales Roma celebraba la protección de sus dioses. Eran las llamadas Saturnales, que daban ocasión de unas celebraciones dedicadas a Baco o lo que hoy llamaríamos una juerga de grandes dimensiones.
Con motivo de aquellas fiestas se elaboraban tortas redondas hechas con higos, dátiles y miel que se repartían entre plebeyos y esclavos. En su interior se introducía una haba seca y al afortunado al que tocaba la legumbre era nombrado rey de reyes durante un corto periodo de tiempo.
Más tarde, según la historia, en esas fiestas comenzaron a tener especial protagonismo los niños. Tales celebraciones llegaron hasta el siglo III de nuestra era. Y comenzó a cobrar relevancia el hallazgo del haba escondida dentro de la torta. El niño que descubría el haba se convertía en rey por un día, y era llamado 'Niño rey'.
Años más tarde la Iglesia logró cristianizar esas fiestas paganas superponiendo la fecha del nacimiento de Cristo al solsticio de invierno. Hacia el año 1000 la Iglesia había logrado transformar el espíritu primitivo de la fiesta de tal modo que en diversos lugares de Francia la figura del "rey haba" recaía sobre el niño más pobre de la ciudad.
El juego se hizo tradición y se extendió por toda Europa a través de los siglos, enraizando sobre todo en Francia, donde el 'Niño rey' fue objeto de grandes atenciones y regalos, al que se vestía con ropajes distinguidos. Al dulce se le dio el nombre de 'le gateau du roi' (el pastel del rey).
De hecho, el pastel que se hace en nuestros días tiene forma de rosca, más o menos imitando una corona real, cubierto de frutas escarchadas, que semejan las joyas de la corona.
Con su afición a considerar francesas casi todas las cosas buenas, nuestros vecinos defienden una versión sobre el origen del roscón que atribuye su creación a un real pastelero, que un día de la Epifanía quiso regalar el paladar de Luis XV, rey de Francia.
Esa misma leyenda sostiene que para sorprenderle más, introdujo en un roscón la joya que pretendía regalarle. Al rey francés le encantó la idea así que la puso en práctica entre la aristocracia de su época, y no sólo entre la francesa, porque pronto se extendió al resto de Europa.
Se dice que Felipe V, nacido en Francia, importó de su país a España la tradición de tomar un dulce con sorpresa el día de Reyes Magos y que se generalizó de tal manera que no sólo disfrutaban de la dulce sorpresa los de alta alcurnia, sino que el pueblo comenzó a elaborar sus propios roscones con regalo.
Pero, aunque esas historias suelen ser hermosas, no parece que en este caso sea cierta, puesto que sabemos que la tradición del roscón llegó a las Indias occidentales mucho antes del reinado de Felipe V. En todo caso, en su tiempo el roscón [..]era ya una culminación de las fiestas de Navidad, desprovisto de todo simbolismo y cubierto de frutas escarchadas con alguna sorpresa escondida en su interior.
Además, si la costumbre vino del sur de Francia, dónde toman el Gâteau des Rois que es idéntico a nuestro roscón y no la Galette des Rois, propia del norte del país, fue en todo caso antes de Felipe V. Hoy aún consumen ciertos franceses el llamado Brioche des Rois.
Lo que si que es cierto es que el producto que se sigue elaborando en las pastelerías lleva los mismos ingredientes que en esa época, harina, levadura, azúcar, mantequilla, huevos, ralladura de naranja, agua de azahar, frutas escarchadas y almendras
Por otro lado es muy probable que sea una extensión de la cocina catalana, en lal que es antigua la tradición del Tortell de Reis, estableciéndose en Francia a través de la Provenza como la "Gâteau des Rois" y en el resto de la península como Roscón de Reyes. Pero la popularidad del roscón en el conjunto de España es relativamente reciente y en algunas zonas, de pocos años.
El pastel que se hace en los países que mantienen la tradición tiene forma de rosca, más o menos imitando una corona real, cubierto de frutas escarchadas, que semejan las joyas de la corona, y tenía escondida en su interior una pequeña sorpresa, a veces de gran lujo y valor; la tradición dice que quién la encontraba tenía que pagar el roscón (lo que se mantiene de forma parecida en México). Puede que por influjo francés haya cambiado el sentido y ahora se le hace rey de la fiesta o, en otros casos, se dice que el que encuentra la sorpresa tendrá suerte el año siguiente.
El roscón también aparece en la cocina lusa, con la denominación de “Bolo Rei”, pero sin asociar a la festividad de los Reyes Magos, que los portugueses no celebran, a excepción de una minoría en Oporto. A México la tradición fue importada en el siglo XVI desde España, y es costumbre en muchos sitios del país merendar la Rosca de Reyes con chocolate, además de adornarla con miel y frutos del desierto, como dátiles o higos.
Hoy en día en España es tradición degustar un delicioso dulce entre los días 5 de enero e inmediatamente siguientes y, por error, se asocia la tradición a los Reyes Magos de Oriente. Como se ha visto su origen no tiene nada que ver con ellos.
En nuestros roscones se esconde el haba (que originariamente era el único objeto en su interior y daba suerte al que lo encontraba) y además una figurita. El comensal que encuentra el haba paga el roscón y el que encuentra la figurita es coronado rey por un día y tendrá suerte. "Si es el haba lo encontrado el Roscón pagarás; más si ello es la figura, coronado y Rey serás...", reza la tradición.
Además, otra norma es que, quien parte el Roscón debe hacerlo "sin travesura". O como dice el dicho: "En el Roscón hay muy bien ocultas, una haba y una figura: el que lo vaya a cortar hágalo sin travesura. Quien en la boca se encuentre una cosa dura, a lo peor es el haba, o a lo mejor es la figura"
Más recientemente se ha enriquecido la decoración del roscón incorporándole rellenos de nata, crema pastelera, cabello de ángel, chocolate, trufa u otros productos, como la crema de castañas. Pero el clásico es sin relleno.
Además, con el paso del tiempo para los españoles se ha convertido en el dulce por excelencia que pone el cierre a las fiestas navideñas en los hogares. Sólo en Madrid se calcula que se venden entre el 5 y 6 de enero alrededor de dos millones de roscones, y en el gremio de pastelería afirman que cada madrileño ingiere una media de 150 gramos de esta dulce tradición, que suele acompañarse de una taza de aromático, caliente y espeso chocolate.