PSOE Y PP DAN UNA TREGUA AL ESTATUTO REGIONAL PARA SALVARLO
El Correo
MADRID.- La reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha se ha to
mado un respiro hasta después de Semana Santa. El PP y el PSOE se han mostrado de acuerdo en que lo mejor, en pleno terremoto político por la intervención de la Caja Castilla-La Mancha, era aplazar el posible pacto final sobre el Estatuto «para no estropearlo», según fuentes de la negociación en el Congreso.
En principio, la ponencia para estudiar la reforma iba a reunirse hoy, pero el presidente de la Comisión Constitucional, Alfonso Guerra, ni siquiera la ha convocado. Hace tres semanas, el PP y el PSOE constataron unas diferencias que parecían insuperables respecto a la «caducidad» del trasvase Tajo-Segura, hasta el punto de que el socialista Ramón Jáuregui dio por muerto el Estatuto remitido por las Cortes castellano-manchegas.
Sin embargo, en los últimos días se ha producido un acercamiento entre populares y socialistas para volver a levantar un texto que parecía ya mortecino. Las mismas fuentes consultadas apuntaron que el PSOE preguntó al PP si creía que aún había posibilidad de acuerdo, y los populares contestaron que sí. Como, al final, el debate es semántico, los populares proponen no hablar de la «caducidad» del trasvase, y sí de convertirlo en «innecesario». Los socialistas están abiertos a estudiarlo.
En esas estaban, dispuestos a dar un empujón a la negociación esta semana, cuando estalló el domingo la crisis de Caja Castilla-La Mancha. Arturo García-Tizón (PP) llamó ayer por la mañana a Ramón Jáuregui (PSOE), para proponerle que la reunión decisiva del 1 de abril se aplazara hasta después de Semana Santa, sin fecha fija, según las mismas fuentes de la negociación. El socialista admitió que él había pensado lo mismo, y accedió. De esta manera, los dos partidos ganan tiempo y aíslan el acuerdo sobre el Estatuto de la tormenta financiera que está
arreciando.
La rectificación del PSOE -el 11 de marzo, Jáuregui aseguró que el Estatuto estaba abocado a dormir «el sueño de los justos» y se mostró totalmente inflexible- se produce en un momento muy delicado para el presidente autonómico de Castilla-La Mancha, José María Barreda. Tras la crisis de la Caja, el fracaso del Estatuto se habría vuelto en su contra, por mucha culpa que echara al PP. «Ahora se les ve más flexibilidad para volver a negociar», comentaron fuentes parlamentarias de la oposición.
A los populares también les interesa el acuerdo. Sobre todo a su secretaria general y presidenta del PP regional en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, que ha dado instrucciones para que los diputados hagan el máximo esfuerzo para conseguir un texto consensuado, que no «hiera» a nadie.
Los populares tienen que limar asperezas no sólo con el PSOE, sino también con su partido en Murcia y la Comunidad Valenciana, que «se ponen de los nervios», en expresión de un dirigente del PP, cada vez que se pone sobre la mesa el Estatuto de Castilla-La Mancha. Ahora intentarán convencerles de que acepten una «fórmula feliz» sobre el trasvase Tajo-Segura.
MADRID.- La reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha se ha to

En principio, la ponencia para estudiar la reforma iba a reunirse hoy, pero el presidente de la Comisión Constitucional, Alfonso Guerra, ni siquiera la ha convocado. Hace tres semanas, el PP y el PSOE constataron unas diferencias que parecían insuperables respecto a la «caducidad» del trasvase Tajo-Segura, hasta el punto de que el socialista Ramón Jáuregui dio por muerto el Estatuto remitido por las Cortes castellano-manchegas.
Sin embargo, en los últimos días se ha producido un acercamiento entre populares y socialistas para volver a levantar un texto que parecía ya mortecino. Las mismas fuentes consultadas apuntaron que el PSOE preguntó al PP si creía que aún había posibilidad de acuerdo, y los populares contestaron que sí. Como, al final, el debate es semántico, los populares proponen no hablar de la «caducidad» del trasvase, y sí de convertirlo en «innecesario». Los socialistas están abiertos a estudiarlo.
En esas estaban, dispuestos a dar un empujón a la negociación esta semana, cuando estalló el domingo la crisis de Caja Castilla-La Mancha. Arturo García-Tizón (PP) llamó ayer por la mañana a Ramón Jáuregui (PSOE), para proponerle que la reunión decisiva del 1 de abril se aplazara hasta después de Semana Santa, sin fecha fija, según las mismas fuentes de la negociación. El socialista admitió que él había pensado lo mismo, y accedió. De esta manera, los dos partidos ganan tiempo y aíslan el acuerdo sobre el Estatuto de la tormenta financiera que está

La rectificación del PSOE -el 11 de marzo, Jáuregui aseguró que el Estatuto estaba abocado a dormir «el sueño de los justos» y se mostró totalmente inflexible- se produce en un momento muy delicado para el presidente autonómico de Castilla-La Mancha, José María Barreda. Tras la crisis de la Caja, el fracaso del Estatuto se habría vuelto en su contra, por mucha culpa que echara al PP. «Ahora se les ve más flexibilidad para volver a negociar», comentaron fuentes parlamentarias de la oposición.
A los populares también les interesa el acuerdo. Sobre todo a su secretaria general y presidenta del PP regional en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, que ha dado instrucciones para que los diputados hagan el máximo esfuerzo para conseguir un texto consensuado, que no «hiera» a nadie.
Los populares tienen que limar asperezas no sólo con el PSOE, sino también con su partido en Murcia y la Comunidad Valenciana, que «se ponen de los nervios», en expresión de un dirigente del PP, cada vez que se pone sobre la mesa el Estatuto de Castilla-La Mancha. Ahora intentarán convencerles de que acepten una «fórmula feliz» sobre el trasvase Tajo-Segura.