miércoles, 22 de abril de 2009

La crisis de CCM

Rumasa quiere comprar Caja Castilla La Mancha

Madrid.- El anuncio de Nueva Rumasa de adquirir Caja Castilla La Mancha no es más que una forma que ha buscado de promocionarse el grupo empresarial de los Ruiz-Mateos, pero la imposibilidad de llevar a cabo la operaciòn es el reflejo de un tema de fondo que se ha puesto de manifiesto tras la intervención: qué se hace después con la caja. Recordemos el 'caso Banesto', aunque el origen de la intervención sea radicalmente distinto.
El Banco de España intervino, relevó a los gestores, saneó, puso en valor el banco y lo vendió mediante una subasta. El que se hizo con la propiedad de Banesto compró las acciones a un precio, que vino determinado por los activos y el potencial de crecimiento del banco.
En este caso, el Banco de España ha intervenido, ha relevado a los administradores, está buscando cómo sanear y... no sé sabe qué pasará después, porque una caja de ahorros sólo puede venderse a otra caja.
Ningún otro agente económico lo puede hacer como consecuencia de la estructura de propiedad de las mismas. Entonces, ¿qué se le puede ofrecer de Caja Castilla La Mancha a un posible comprador? ¿las sucursales? En estos momentos son un lastre. ¿Los empleados?
Si estamos hablando de reestructuración... ¿Los créditos? ¿Otras inversiones? ¿Los depósitos de clientes? ¿La marca?... ¿Hablamos entonces de su liquidación?Con calma, quizá cuando pase la tormenta, pero hay que plantearse de una vez el cambio radical del estatus jurídico de las cajas.
La cuestión va mucho más allá del número de políticos que se sientan en las asambleas y en los consejos de administración.