Felipe González pide a la UE un pacto social, económico y político contra la crisis
Madrid.- El ex presidente del Gobierno Felipe González ha propuesto a todos los agentes de la UE un pacto social, económico y político para hacer frente a la crisis global en una conferencia sobre "Los retos de Europa y el acercamiento de las instituciones a los ciudad
anos".
La conferencia era parte del acto de presentación de la asociación "Europa en suma", surgida por iniciativa de un grupo de profesionales de la comunicación y la Universidad, para trabajar por la Europa de los ciudadanos.
González, que preside el "Comité de Sabios" de la UE, ha resaltado que este pacto debería incluir un primer paquete de medidas anticíclicas y una reforma del sistema financiero.
El pacto, a juicio de González, también debería abordar una "revisión de la agenda de Lisboa" para hacer frente a la pérdida de la competitividad, a las rigideces del sistema y al retraso relativo en la incorporación a la sociedad del conocimiento.
González ha estimado que el pacto tendría que propiciar "una verdadera revolución energética" en Europa para responder al desafío del cambio climático.
El ex presidente ha estimado que si no existiera Europa, habría que inventarla y algunos de los 27 Estados miembros estarían buscando espacios comunes de colaboración para hacer frente a los retos actuales. Paradójicamente, ha dicho, "tenemos un espacio compartido y cada día lo utilizamos menos".
Se ha quejad
o de que cada vez hay una tendencia mayor hacia la nacionalización o renacionalización de determinadas políticas o una acción intergubernamental en detrimento de las instituciones, que representan el motor de la construcción europea.
Además, ha lamentado que, a poco más de un mes para las elecciones europeas, difícilmente se debatirá sobre el papel que puede desempeñar el Parlamento Europeo en la crisis global y en la definición del futuro de Europa, que es el escenario mínimo para encontrar una respuesta coordinada con Estados Unidos frente a la crisis.
Felipe González ha recordado que Estados Unidos, a través de su presidente, Barack Obama, ha reconocido que no pueden solos ni contra la crisis financiera, ni contra la crisis de seguridad, ni en la lucha contra el cambio climático. "Es hora de decir que sin Estados Unidos, no podemos. Ellos solos no pueden, pero sin ellos no podemos", ha dicho González, que aboga por coordinar esfuerzos y no esperar a que "tiren del carro" los EEUU para ver si en el cuarto trimestre del año hay algún signo de repunte en la crisis.
El ex presidente cree que la UE tiene que intentar corresponsabilizarse y "arrimar el hombro", al considerar que el espacio local nacional es "insuficiente" para ofrecer respuestas a la crisis.
También ha bromeado recordando un viejo chiste de Henry Kissinger sobre la UE. “¿A quién llamo para que responda Europa?”, decía el antiguo secretario de Estado, y González cree que sigue siendo verdad muchos años después.
En la sede de las Instituciones Europeas en España, en el madrileño Paseo de la Castellana, el ex presidente del Gobierno español se quejó de lo poco que se había avanzado en política exterior y de defensa comunes. Con otro chiste, éste del líder chino Deng Xiaoping, -“Sois tan pocos, ¿por qué no os ponéis de acuerdo”- ha puesto en evidencia que la UE está perdiendo influencia precisamente porque cada uno va por su lado.
Otro aspecto de su discurso se refería a que ve a Europa “distraída” desde 1989, cuando cayó el muro de Berlín. Ese hecho y la revolución tecnológica han conducido a una situación, la global, a la que Bruselas no está dando la respuesta
adecuada.
Felipe ha lamentado lo complicado que es entender los comunicados de la Comisión, un galimatías de siglas, y ha denunciado que sólo grandes corporaciones con grandes gabinetes de abogados son capaces de acceder a las ayudas de Bruselas para investigación, desarrollo e innovación.
En su opinión, la agenda de Lisboa sistematiza bien los males de Europa y señala la rigidez cultural en nuestro continente para justificar la crisis de competitividad y la escasez de nuevas empresas pujantes.
Así ha alabado el carácter emprendedor característico de los estadounidenses. “Aquí, incluso el 78 por ciento de los que cursan un máster en dirección de empresas no quiere crear su propia empresa. Mejor con Botín”.
También ha mencionado las graves consecuencias del envejecimiento de la población y de las migraciones, así como la necesidad de una revolución energética.

La conferencia era parte del acto de presentación de la asociación "Europa en suma", surgida por iniciativa de un grupo de profesionales de la comunicación y la Universidad, para trabajar por la Europa de los ciudadanos.
González, que preside el "Comité de Sabios" de la UE, ha resaltado que este pacto debería incluir un primer paquete de medidas anticíclicas y una reforma del sistema financiero.
El pacto, a juicio de González, también debería abordar una "revisión de la agenda de Lisboa" para hacer frente a la pérdida de la competitividad, a las rigideces del sistema y al retraso relativo en la incorporación a la sociedad del conocimiento.
González ha estimado que el pacto tendría que propiciar "una verdadera revolución energética" en Europa para responder al desafío del cambio climático.
El ex presidente ha estimado que si no existiera Europa, habría que inventarla y algunos de los 27 Estados miembros estarían buscando espacios comunes de colaboración para hacer frente a los retos actuales. Paradójicamente, ha dicho, "tenemos un espacio compartido y cada día lo utilizamos menos".
Se ha quejad

Además, ha lamentado que, a poco más de un mes para las elecciones europeas, difícilmente se debatirá sobre el papel que puede desempeñar el Parlamento Europeo en la crisis global y en la definición del futuro de Europa, que es el escenario mínimo para encontrar una respuesta coordinada con Estados Unidos frente a la crisis.
Felipe González ha recordado que Estados Unidos, a través de su presidente, Barack Obama, ha reconocido que no pueden solos ni contra la crisis financiera, ni contra la crisis de seguridad, ni en la lucha contra el cambio climático. "Es hora de decir que sin Estados Unidos, no podemos. Ellos solos no pueden, pero sin ellos no podemos", ha dicho González, que aboga por coordinar esfuerzos y no esperar a que "tiren del carro" los EEUU para ver si en el cuarto trimestre del año hay algún signo de repunte en la crisis.
El ex presidente cree que la UE tiene que intentar corresponsabilizarse y "arrimar el hombro", al considerar que el espacio local nacional es "insuficiente" para ofrecer respuestas a la crisis.
También ha bromeado recordando un viejo chiste de Henry Kissinger sobre la UE. “¿A quién llamo para que responda Europa?”, decía el antiguo secretario de Estado, y González cree que sigue siendo verdad muchos años después.
En la sede de las Instituciones Europeas en España, en el madrileño Paseo de la Castellana, el ex presidente del Gobierno español se quejó de lo poco que se había avanzado en política exterior y de defensa comunes. Con otro chiste, éste del líder chino Deng Xiaoping, -“Sois tan pocos, ¿por qué no os ponéis de acuerdo”- ha puesto en evidencia que la UE está perdiendo influencia precisamente porque cada uno va por su lado.
Otro aspecto de su discurso se refería a que ve a Europa “distraída” desde 1989, cuando cayó el muro de Berlín. Ese hecho y la revolución tecnológica han conducido a una situación, la global, a la que Bruselas no está dando la respuesta

Felipe ha lamentado lo complicado que es entender los comunicados de la Comisión, un galimatías de siglas, y ha denunciado que sólo grandes corporaciones con grandes gabinetes de abogados son capaces de acceder a las ayudas de Bruselas para investigación, desarrollo e innovación.
En su opinión, la agenda de Lisboa sistematiza bien los males de Europa y señala la rigidez cultural en nuestro continente para justificar la crisis de competitividad y la escasez de nuevas empresas pujantes.
Así ha alabado el carácter emprendedor característico de los estadounidenses. “Aquí, incluso el 78 por ciento de los que cursan un máster en dirección de empresas no quiere crear su propia empresa. Mejor con Botín”.
También ha mencionado las graves consecuencias del envejecimiento de la población y de las migraciones, así como la necesidad de una revolución energética.