martes, 12 de enero de 2010

Opinión

La vice

Por D. Armario
La vicepresidenta primera del gobierno María Teresa Fernández de la Vega no es de las que se esfuerza en poner mala cara cuando algo no te gusta: simplemente mira con la que tiene.
Diríase que parece empeñada en mostrar su desagrado por todo lo que hace o dice la oposición, cuando ese papel podría dejárselo a Leire Pajín u otro ejecutivo de Ferraz y reservarse ella para un papel más institucional que es el que le corresponde, pero está visto que le pueden las ganas y no se corta cada vez que tiene ocasión.
Lo último que le he leído es que “le parece de mal gusto que el presidente del PP, Mariano Rajoy, se haya hecho una foto frente a la cola del paro en una oficina del INEM” y ha añadido que le parece peor que el líder conservador haya afirmado que es partidario de rebajar el despido, aunque se le ha olvidado el matiz que venía a continuación: hablaba de los nuevos contratos, no de los ya existentes y pedía que se contemplase una menor indemnización por despido, vinculada a una mayor estabilidad.
En tiempos de crisis prometerlo todo, como hace Zapatero, es mentir, pero contar cuáles son las dificultades existentes y proponer fórmulas duras e impopulares para salir del atolladero, es el discurso que sólo se atreven a hacer los verdaderos líderes.
La gente tiene sentido común y España no quiere ser un país de subvencionados sino de emprendedores.
A mí, que generalmente no me gustan las fotos que se hace Rajoy cuando son estúpidamente artificiales, esta de la cola del INEM me ha parecido adecuada. En la cola del paro es donde está la dura realidad de este país y por ahí deberían acercarse algunos de los políticos del gobierno: unos para ver lo que ocurre y otros para conocer el camino.

Ausencia de liderazgo

Por D. Armario
La política española está de rebajas y como hay crisis, por más que a Zapatero le moleste y le resulte insólito que una periodista española – en definitiva una antipatriota – le pregunte delante de Durao Barroso y de Van Rompuy si España está capacitada para liderar la lucha contra el paro en la Unión Europea, los liderazgos en nuestro país se cotizan por debajo del 50 ó 70 por ciento, que es el precio que en esta época se le pone a lo que no tiene fácil salida en los comercios.
Estos días en los que te juntas con gente para desearle buenas cosas para este año y de paso hablas de lo mal que está el patio, hemos coincidido más de uno en que la solución a tanta inutilidad pasaría por un gran pacto entre las dos fuerzas políticas mayoritarias que hicieran un gobierno fuerte, sin complejos y con la autoridad moral y parlamentaria para poner orden en el carajal de este reino de taifas en el que se ha convertido España.
España empieza a ser como Argentina, un país en el que ya no creen sus ciudadanos porque no se fían de sus dirigentes. En el país austral, la gente emigra para buscar un nuevo lugar con oportunidades, y aquí muchos jóvenes ya se plantean que su futuro lo deben buscar en otros lugares en los que la seguridad jurídica y las oportunidades económicas formen parte natural del paisaje.
Mientras tanto aquí se marea la perdiz, se emplean esfuerzos en destruir al oponente y se practica el deporte de bajarse los pantalones ante las exigencias de quienes cobran sus apoyos parlamentarios al precio que exijan.
Algunos no lo veremos pero dentro de algunas décadas es posible que alguien se dé cuenta de que un país serio no puede permitirse el riesgo de tener como Presidentes a personajes que no den el nivel.
Leo una frase memorable de Arcadi Espada en un artículo suyo en el Mundo, y dice así : Don José Montilla es la burla que merece el nacionalismo. Cataluña está al alcance de cualquier buscavidas.
Con su permiso le robo casi la redacción de su genial descripción de la realidad que vivimos: Don José Luis Rodríguez Zapatero es la burla que merece nuestro país. España está al alcance de cualquier político en tiempos de rebajas”
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(D. Armario es escritor y periodista)