jueves, 14 de enero de 2010

Lo mejor y lo peor

Por Pitufo
Cada vez me caben menos dudas, los españoles somos capaces de lo mejor o de lo peor, pero raramente de un término medio, es decir de lo que es normal.
Somos capaces de expresar todo el racismo y la xenofobia en hechos como los de la alcaldía de Vich o de reaccionar altruistamente y ayudar con dinero hasta a los homosexuales de un país africano.
Tenemos unos controladores aéreos que viven en Jauja, cobran como si trabajasen y ponen a todo un país –y de rebote a otros- en jaque con su egoísmo, y al mismo tiempo, mientras sentimos oprobio de esos privilegiados, podemos presumir de contar con unos bomberos y sus perros expertos en salvar a personas en los peores desastres, como ha ocurrido ahora en Haití.
Pero lo más “aco…ngojante” de todo es lo que pasa en la política. Hemos servido de ejemplo durante unos años de cómo se hace una transición en paz desde una dictadura a una democracia plena, de cómo se hacen pactos entre los pensamientos más dispares y de cómo organizar un país.
Y ahora, estamos dando ejemplo de lo contrario: estamos ensombreciendo la mismísima democracia, no somos capaces de ponernos de acuerdo ni en lo más elemental y este país –que empieza a dejar de serlo, por la codicia de reyezuelos de taifas- sólo podría ser ejemplo hoy en día de corrupción en todos los niveles y en todos los ámbitos.
¿Cómo podemos ser capaces de lo peor y lo mejor, pero nunca de lo normal?