domingo, 3 de enero de 2010

Noticias de Escalona

El RACE señala la peligrosidad de un tramo de carretera en Escalona

Escalona.- Sólo un tramo de carretera de la provincia de Toledo está incluido en el nivel de riesgo alto y medio alto de los 33 que ha tenido en cuenta el Real Automóvil Club de España en un estudio publicado recientemente: es el comprendido entre los kilómetros 40,4 y 51,8 de la carretera N-403, en el principio de la variante de Escalona. Pero por fortuna está encuentra dentro del riesgo medio alto.De esta forma, señala el RACE, los tramos de con alto riesgo y junto con éste en concreto, el de Escalona, sólo representan un tres por ciento de los analizados.
El 23 por ciento del total se incluiría en el nivel de riesgo medio y el 73 por ciento en el de riesgo bajo y medio bajo, atendiendo, eso sí, a las carreteras nacionales que cuentan con un tránsito superior a los 2.000 vehículos por día.En relación con el resto de provincias de Castilla-La Mancha, Toledo es una de las mejor preparadas en este sentido, no en vano sólo se ve superada por Guadalajara, donde no hay ningún tramo con riesgo alto. En Albacete lo son el 25 por ciento, en Cuenca el cuatro y en Ciudad Real el 15.
Fuera de Castilla-La Mancha destacan los casos de provincias como Álava, Málaga, Navarra o Vizcaya, donde no se aprecia ni un sólo tramo de carretera con un tránsito superior a los 2.000 vehículos por cada jornada que cuenta con el nivel del máximo riesgo.En el trabajo del RACE, se analiza la siniestralidad y el índice de riesgo en la red de carreteras del Estado, se muestra que las provincias que tienen mayor porcentaje de tramos con índice de riesgo alto son Granada y Huesca.Por carreteras, el tramo con mayor índice de peligrosidad es el que se sitúa en la N-435, desde el punto kilométrico 104,3 al 129,4, en Huelva. Del total de vías analizadas, el 12,5 por ciento presentan un riesgo elevado, lo que supone más de 1.800 kilómetros de la red de carreteras del Estado.
El informe también ha querido analizar si hay radares a menos de cinco kilómetros de los tramos de riesgo más elevado, como medida de control de la velocidad ante el riesgo y sólo se han detectado estos sistemas en uno de cada tres tramos, lo que supone que en más del 65 por ciento de los tramos de riesgo elevado no dispone de un sistema de control de la velocidad por medio de radar fijo.El perfil de un tramo con nivel de riesgo elevado señala una carretera convencional de calzada única, en la que se registran el 97 por ciento de los tramos de este nivel, con intersecciones al mismo nivel y con una media de tránsito de vehículos por debajo de los 10.000 al día. En estas carreteras se producen, principalmente, accidentes con víctimas originadas por salidas de vía -dos de cada cinco-, seguida de colisiones frontales -una de cada cinco-.Los 25 tramos de especial peligrosidad del país, denominados como ‘negros’, representan 383,7 kilómetros de carreteras, en los cuales se producen cada año una media de 28 accidentes mortales y 118 accidentes graves.
En el informe se ha analizado la accidentalidad de los usuarios de motocicletas y su relación con los tramos de la red de carreteras, lo que permite conocer de forma más exhaustiva las características de accidentes y observando los datos generales, el peso de la accidentalidad del colectivo de motoristas en relación al resto de usuarios ha aumentado en los últimos años.Según los datos referidos a motocicletas, sólo en 20 tramos de la red de carreteras del Estado se producen el 21,7 por ciento de los accidentes graves y mortales de motociclistas. Este hecho supone que la lesividad de este colectivo está más concentrada en tramos específicos. Con la mejora de las infraestructuras en estos 20 tramos se podrían reducir estos siniestros graves o mortales de moto. Mejorar el firme y los sistemas de contención -barreras o quitamiedos- por otros menos agresivos ayudaría a la mejora de las graves consecuencias que tiene un impacto directo contra estos soportes.