martes, 17 de noviembre de 2009

Astronomía

Nueva lluvia de estrellas esta noche: Las Leónidas
Toledo.- Esta noche habrá una nueva lluvia de estrellas fugaces. La lluvia de Leónidas traerá, en la madrugada del martes al miércoles, algunas de las estrellas fugaces más rápidas, brillantes y largas entre las que podemos observar cada año.
"Lloverán" hasta 500 estrellas en una hora, que disfrutaremos a nada que miremos al cielo justo encima de nuestras cabezas (el "cénit") y dirijamos posteriormente nuestra vista hacia el sur, primero, y hacia el suroeste, más tarde.
Las Leónidas suelen entrar en la atmósfera a una velocidad más grande que otras estrellas fugaces, por lo que su energía es mayor y origina un meteoro más brillante, y con una estela más larga que otras. No hay que olvidar que hacen su entrada en la atmósfera a 71 kilómetros por segundo, es decir, a más de 255.000 kilómetros por hora.
Tal y como indica su nombre, las Leónidas dan la impresión de llegar desde la constelación de Leo (al punto desde el que parecen llegar las estrellas fugaces se le llama "radiante"), y, en el caso de las Leónidas, este radiante (Leo) no suele ser visible hasta la una de la madrugada, aproximadamente. Esta circunstancia va a impedir disfrutar del momento más espectacular, del "máximo", que está previsto hacia las once de la noche, aunque podría suceder que el máximo se retrase algo, como pasó en verano con las Perseidas.
La lluvia de Leónidas destaca sobre las demás por su intensidad, por el alto número de meteoros que se pueden ver. Mientras que otras lluvias apenas dejan entre 5 y 10 estrellas fugaces en una hora, las Leónidas han llegado a registrar hasta 50.000 en ese mismo período. "En los últimos años, las lluvias de Leónidas han contabilizado máximos de entre 100 y 400 estrellas por hora, después de la gran tormenta de 1999, cuando se alcanzaron las 4.000", explica Rodríguez.
Las Leónidas son granitos de polvo desprendidos del cometa Tempel-Tuttle, que en su trayectoria de acercamiento y alejamiento de la Tierra brinda espectáculos especialmente hermosos cada 33 años, el último hace justamente una década.
No hace falta ninguna cámara de fotos especial para retratarlas; con una digital, un trípode, y un objetivo lo más corto posible, para poder abarcar un campo más amplio, es suficiente. Se recomienda utilizar en la cámara una sensibilidad de 800, y una exposición de entre 30 segundos y 1 minuto. Y no importa que las estrellas se muevan, la clave es captar el trazo.