Zapatero admite por primera vez que hay “que hacer cosas” en el mercado laboral
Madrid.- Han pasado cinco meses desde que sindicatos, patronal y Gobierno central se levantaran de la mesa del diálogo social. La mayor discrepancia se centraba en que los empresarios reclamaban una flexibilización del mercado laboral para salir del pozo de la crisis pero ni las centrales sindicales ni el Ejecutivo estaban por esta labor y se llegó aun callejón sin salida que acabó con el diálogo roto. 
Pero ayer, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dio la primera muestra de que su firmeza ante la reforma laboral se resquebraja y admitió que "hay que hacer cosas" en esta materia pero sin llegar a pronunciar la palabra reforma. El líder socialista no fue más allá y evitó profundizar sobre esta controvertida cuestión, aunque para no dinamitar sus puentes de complicidad con los sindicatos puntualizó que para él el acuerdo entre las partes es "incuestionable".
De hecho, Zapatero dijo que advierte una "mejor voluntad" para alcanzar acuerdos entre las partes que la que había antes del verano. El tímido giro del discurso de Zapatero fue secundado por su ministra de Economía y vicepresidenta segunda. Elena Salgado habló ayer de introducir "elementos de flexibilidad" para luchar contra el paro y la recesión, refiriéndose a reducciones de jornada o moderaciones salariales, en el ámbito de la negociación colectiva.
Tanto el Banco de España como el Banco Central Europeo aplaudieron el cambio de Zapatero. Los dos organismos siempre han regañado al Ejecutivo de Zapatero ante su rechazo de abordar reformas. Pero ayer, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, se mostró satisfecho e insistió en que sólo con reformas laborales "importantes" tendrán trabajo "muchas más personas", aunque la economía crezca con menor intensidad. También el presidente del BCE, Jean Claude Trichet, que ayer estuvo en Madrid, insistió en que en España las reformas estructurales "no se pueden ni evitar ni posponer".
Zapatero acudió a una jornada sobre la economía española que organizó en Madrid la revista británica 'The Economist', donde también apuntó que la recuperación "se ha iniciado". Sin embargo, también se mantuvo tibio en cuantificar esa re- montada económica y reconoció que no sabe "aún" cuándo tendrá "el vigor suficiente para crear empleo". De hecho, para el presidente el paro -que está rozando el 18 % de la población activa y doblando media europea- es el "problema" que hoy día tiene España por resolver.
Pero ayer, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dio la primera muestra de que su firmeza ante la reforma laboral se resquebraja y admitió que "hay que hacer cosas" en esta materia pero sin llegar a pronunciar la palabra reforma. El líder socialista no fue más allá y evitó profundizar sobre esta controvertida cuestión, aunque para no dinamitar sus puentes de complicidad con los sindicatos puntualizó que para él el acuerdo entre las partes es "incuestionable".
De hecho, Zapatero dijo que advierte una "mejor voluntad" para alcanzar acuerdos entre las partes que la que había antes del verano. El tímido giro del discurso de Zapatero fue secundado por su ministra de Economía y vicepresidenta segunda. Elena Salgado habló ayer de introducir "elementos de flexibilidad" para luchar contra el paro y la recesión, refiriéndose a reducciones de jornada o moderaciones salariales, en el ámbito de la negociación colectiva.
Tanto el Banco de España como el Banco Central Europeo aplaudieron el cambio de Zapatero. Los dos organismos siempre han regañado al Ejecutivo de Zapatero ante su rechazo de abordar reformas. Pero ayer, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, se mostró satisfecho e insistió en que sólo con reformas laborales "importantes" tendrán trabajo "muchas más personas", aunque la economía crezca con menor intensidad. También el presidente del BCE, Jean Claude Trichet, que ayer estuvo en Madrid, insistió en que en España las reformas estructurales "no se pueden ni evitar ni posponer".
Zapatero acudió a una jornada sobre la economía española que organizó en Madrid la revista británica 'The Economist', donde también apuntó que la recuperación "se ha iniciado". Sin embargo, también se mantuvo tibio en cuantificar esa re- montada económica y reconoció que no sabe "aún" cuándo tendrá "el vigor suficiente para crear empleo". De hecho, para el presidente el paro -que está rozando el 18 % de la población activa y doblando media europea- es el "problema" que hoy día tiene España por resolver.
