lunes, 2 de noviembre de 2009

Política Nacional

Aguirre maniobra ante Rajoy y ofrece a Rato presidir Cajamadrid
Madrid.- La batalla puede que la haya ganado Mariano Rajoy pero lo que cuenta es quién ganará la guerra. Esa era hoy la impresión en las filas del PP, después de que Esperanza Aguirre, la presidenta madrileña, se plegase a los deseos del presidente nacional del PP y ofreciese a Rodrigo Rato la presidencia de Cajamadrid.
Después de las presiones ejercidas durante el fin de semana por Rajoy para resolver la crisis abierta por el control de Cajamadrid, Aguirre ha hecho un movimiento que puede permitir el desbloqueo: llamar a Rato y ofrecerle ser consejero principal de la entidad, según ha avanzado la cadena SER. Y ello sin que se haya resuelto el conflicto por las polémicas declaraciones del vicealcalde Manuel Cobo, que comparecerá ante el Comité de Garantías el miércoles, un día después de la reunión del Comité Ejecutivo en la que Rajoy anunciará medidas contundentes contra la crisis que vive el partido
Aguirre parece que trata de dar la sensación de que es quien maneja la situación tras un fin de semana en el que ha recibido llamadas de presión. El propio Rato se puso en contacto con Aguirre.
Rajoy no tiene por ahora intención de tomar medidas duras en el Comité Ejecutivo Nacional. Prepara un discurso muy duro contra los dirigentes que se han apartado de la línea oficial, y está hablando con barones regionales para que intervengan en su apoyo sobre la solución de las crisis de Madrid y Valencia.
En Madrid parece no haber vuelta atrás en la pugna de Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón y en Valencia, Francisco Camps ha tenido que convocar, presionado por Génova, un Comité Ejecutivo Regional extraordinario para zanjar, al menos formalmente, el sainete de la destitución de Ricardo Costa, suspendido de militancia por Génova desde el pasado jueves.
Génova ha exigido a Camps que proponga formalmente el cese de Ricardo Costa (que sigue pendiente) y que nombre sustituto. También se presiona a Camps para que haga cambios en su Gobierno, donde los dos vicepresidentes, Vicente Rambla y Juan Cotino, han quedado públicamente tocados por el caso Gürtel.