miércoles, 28 de octubre de 2009

Solbes, Solchaga y Boyer piden más estímulo económico

Madrid.- Todos los políticos dicen saber qué hacer para salir de una crisis: lo que no tienen tan claro es cómo ganar las elecciones después de pasar por ese trance. Liberados ya de presiones electorales, cuatro ex ministros de Economía y Hacienda —Pedro Solbes, Rodrigo Rato, Carlos Solchaga y Miguel Boyer— mostraron ayer su recetario contra la recesión en la presentación de La primera gran crisis financiera del siglo XXI (Alianza Editorial), el último libro de Guillermo de la Dehesa.
Boyer, Solchaga y Solbes, ministros en distintas etapas de gobierno del PSOE, apostaron con mayor o menor énfasis por impulsar y mantener los estímulos fiscales, para que la economía española pueda salir del peor batacazo de las últimas décadas. Rato se desmarcó de esa tesis y sostuvo que lo hecho ya es suficiente, y con un déficit público del 10% del PIB, ha llegado el momento de acometer reformas. El viejo debate entre socialdemocracia y liberalismo —entre partidarios y detractores de Keynes— dista mucho de estar enterrado.
"En este momento hay que tomar medidas de estímulo y dejar las reformas para más adelante", abrió el fuego Boyer. "El déficit no puede ser tan prioritario como el crecimiento", dijo aludiendo al ejemplo alemán, cuyo ejecutivo acaba de aprobar una rebaja de impuestos. Solchaga abogó también por "mantener políticas claramente keynesianas a corto plazo", aunque se decantó por acompañar las medidas anticrisis de una reforma laboral ineludible, para recuperar "cuanto antes el potencial de crecimiento".
Solbes no citó directamente la crisis española, contra la que ha luchado hasta hace sólo unos meses, pero fue meridianamente claro: "En el díficil equilibrio entre ahogar el crecimiento o elevar el déficit, cualquier responsable político elegiría el segundo", terció. Aunque Solbes siempre tiene un pero a mano. "Hay que decidir qué cantidad de déficit es asumible, hay que asumir la necesidad de retirar las medidas de estímulo sin generar derechos adquiridos, y hay que evaluar la calidad del gasto público", afirmó.
Sólo Rato, vicepresidente económico en el gobierno de José María Aznar, se apuntó a otra vía. "Con un déficit del 10% del 12% del PIB el estímulo ya es muy considerable; hay que pensar en algo más". El ex director gerente del FMI no duda al describir ese algo más: "Es una pena, una tragedia que España ajuste siempre por el empleo". "Las reformas —entre las que citó la del mercado laboral— son imprescindibles para no caer en una trampa como la de Japón, Portugal o Italia (crisis muy largas con crecimientos muy lentos)".
Hoy mismo se ha sabido que la crisis sigue debilitando las arcas de las administraciones y que el Estado suma un déficit de 62.780 millones de euros entre enero y septiembre, lo que equivale al 5,96% del PIB y supone multiplicar casi por cinco los números rojos de 13.507 millones de euros del mismo periodo del año anterior.
En números, este déficit fue consecuencia de unos pagos que se situaron en 135.130 millones de euros, un 22,6% más, mientras que los ingresos sumaron 72.350 millones de euros, un 25,2% menos. En términos de caja, que computa los ingresos y gastos que efectivamente se han realizado durante el periodo, el Estado alcanzó un balance negativo de 62.800 millones de euros, frente al déficit de 13.009 millones registrado entre enero y septiembre de 2008.
Según los cálculos de Economía, las medidas anticrisis explican cinco puntos de la pérdida de ingresos -de forma que habrían caído el 20,2% en lugar del 25,2% sin estas actuaciones- y seis puntos del aumento del gasto -que habría sido del 16,6% en lugar que del 22,6%-. Además, el fuerte incremento del paro ha obligado al Estado a destinar hasta septiembre 13.508 millones adicionales para pagar las prestaciones. También han aumentado en 879 millones los recursos transferidos al Imserso para sufragar los gastos de dependencia.
La Seguridad Social, por su parte, tuvo un superávit de 12.015,63 millones de euros hasta septiembre, lo que supone un 30,44% menos que en el mismo periodo de 2008, ha informado hoy el Ministerio de Trabajo e Inmigración. Este dato modera en unas décimas el recorte que sufría la caja del sistema a cierre de septiembre pese a que el ligero repunte que sufrieron los ingresos en ese mes no se ha repetido.