jueves, 29 de octubre de 2009

Política Nacional

Costa fulminado por la dirección del PP
Madrid.-La dirección nacional del PP ha suspendido cautelarmente de militancia a Ricardo Costa por su actitud esta mañana cuando, en su vuelta a las Cortes valencianas, se ha reafirmado en su condición de secretario general del PP valenciano y ha pedido a Génova que si no encuentran ninguna responsabilidad en su gestión, la "ratifique" y "ponga de relieve su honradez".
En un comunicado, el Comité Nacional de Derechos y Garantías del Partido Popular recuerda "a todos los militantes su obligación de abstenerse y de hacer manifestaciones o declaraciones que puedan perjudicar la imagen o disciplina interna del Partido y advierte que, de producirse, aplicará los Estatutos del mismo".
Costa, que fuera número dos de Francisco Camps, presidente de la Generalitat y del PP de la Comunidad Valenciana, hasta el pasado 14 de octubre, cuando fue defenestrado por orden de Génova, volvió esta mañana a las Cortes Valencianas para ocupar un escaño en la última fila de la bancada popular. En los pasillos, Costa pidió "como militante y secretario general" del PP en la Comunidad Valenciana -en una claro desafío a Cospedal, ya que desde Génova se insistió en que Costa ha cesado en todos sus cargos- que la dirección nacional de su partido adopte las medidas correspondientes si considera que existe alguna responsabilidad en su gestión.
La decisión de suspender a Costa se produce después del desafío de este a María Dolores de Cospedal, quien en la rueda de prensa del pasado lunes dijo que acta de Costa no valía hasta que fuera ratificado por el próximo Comité Ejecutivo. Existían tres fórmulas para que Costa no continuara desempeñando sus funciones: que dimitiera, que el Comité Ejecutivo le hubiera destituido o la suspensión cautelar que finalmente se ha producido hoy.
Costa ha dicho que ha remitido toda la documentación a la dirección nacional del PP. "Madrid no me ha citado ni me ha llamado; he cumplido mi compromiso de remitir toda la documentación", ha proseguido Costa. "Si no han encontrado ninguna responsabilidad, que ratifiquen la gestión hecha en el partido y mi gestión como secretario general y que pongan de relieve mi honradez", ha conminado.
A su llegada al Pleno, Costa ha recibido saludos cariñosos de muchos de sus compañeros diputados mientras los socialistas hacían rechifla desde sus escaños. El abrazo que Rafael Maluenda, quien sustituyó a Costa como portavoz parlamentario, forzó con Costa desplazándose hasta su escaño fue acogido con aplausos y carcajadas desde los escaños de la oposición. La posterior entrada del presidente Camps interrumpió los aplausos de la oposición. Costa descendió hasta el banco azul para intercambiar un tímido abrazo con el presidente de la Generalitat, el gesto reveló una frialdad muy lejana de la calurosa vinculación entre ambos hasta hace apenas dos semanas.
Ya comenzada la sesión de control al presidente, Camps ha reclamado ante el pleno de las Cortes, la sede de la soberanía popular, "más economía y menos política", una fórmula a la que ha recurrido a lo largo de la semana para intentar eludir las preguntas relativas al escándalo de financiación ilegal que salpica a su partido. El socialista Ángel Luna replicó: "Sólo nos faltaba oír que no debemos hablar de política. Hubo alguien en este país que recomendaba no hablar de política, se llamaba Francisco Franco".
Además, Camps ha afirmado que cumplirá su compromiso con los ciudadanos "en los buenos momentos y en los malos momentos" y hasta "el final", porque las "legislaturas democráticas" duran cuatro años. El presidente de la Generalitat ha respondido a las preguntas de la oposición sobre las repercusiones del caso Gürtel en la gestión del Gobierno valenciano, ha dicho no entender por qué preguntan "continuamente cuándo va a terminar".
La sesión arrancó tensa. Luna espetó: "¿Está usted en condiciones de garantizar el dinamismo de la Generalitat y la gestión de la Administración autonómica?". "Mucho dinamismo", replicó Camps, mientras nosotros seguimos gobernando, ustedes siguen leyendo la prensa en sus casas". Luna no alzó el tono, pero fue demoledor: "Yo no me dirijo a usted, que está enajenado políticamente, me dirijo a esos barones provinciales que antes no existían y que ahora le han declarado incapaz, han rechazado los cambios que ha introducido en su grupo y han reprobado a su gobierno. Los barones provincialdes se han puesto nerviosos. Su equivocada actuación en todo lo relativo al caso Gürtel ha instalado la perplejidad en su propio partido. Su apariencia de tranquilidad es una impostura. O miente o está fuera de la realidad. Su partido le ha retirado la condición de líder. Y nosotros no podemos esperar más, esperar otra historia, otra conversación, otro contrato, otra adjudicación,... Es usted un lastre para su partido y para toda la Comunidad Valenciana. Su partido decidirá hasta cuando arrastrarle".
Camps bromeó: "Voy a llamar a Carlos Fabra [presidente de la Diputación de Castellón y del PP provincial, e imputado en dos causas por fraude fiscal y falsificación de documento público, entre otros delitos] para comunicarle el cambio de actitud del señor Luna que le ha convertido en un referente político y social de primer orden". Luego sembró insidias: "El señor Luna, que cuando dejó la alcaldía de Alicante [en 1995], se fue a trabajar con una constructora. Ja, eso sí que es inteligencia!". Camps cerró con un ascenso a un terreno confuso: "Mientras usted como una cigarra insulta, nosotros seguimos trabajando. Más economía y menos política, menos hablar del aborto, de la memoria histórica y menos hablar de la destrucción de una España unida y fuerte. Mientras ustedes ponen en tela de juicio todo lo que ha conseguido la democracia, nosotros seguimos trabajando". Los aplausos de la bancada popular abrigaron por unos minutos al presidente.