sábado, 31 de octubre de 2009

Opinión

La tropa
Por Diego Armario
Unos son pijos, otros trincones, otros provincianos venidos a más, otros ambiciosos insatisfechos, y casi todos irresponsables e insolidarios con la gente y el grupo al que dicen pertenecer.
No hay manera de que ayuden, aunque sea callándose, pero lo cierto es que hay
mucha gente en el PP que en cuanto le ponen un palito se suben encima y si les anuncian que va a haber un bombardeo, se apuntan sin dudarlo.
Es cierto que en el Partido de Rajoy hay un carajal organizado de enormes proporciones, pero también es cierto que el Santo Job, de haberse reencarnado en militante del PP se habría cagado en algo haya ya muchos meses.
El síntoma más claro del lío que entre ellos mismos han organizado está en el silencio que guardan los habituales agitadores y propaladores de rumores del PSOE que no necesitan hacer declaraciones porque el trabajo sucio en el PP lo están haciendo los propios
La lista de tocapelotas es grande y en ella están los hermanos Costa, el vice alcalde Cobos, el ex presidente Aznar, el prudente Manuel Pizarro, el Presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, a quien nadie había dado vela en este entierro, el pusilánime Camps y los que se apunten en las próximas horas haciendo declaraciones que no ayudan, que es lo que está de moda.
Rajoy, merece algo más de respeto, por lo que representa y porque es el único que se presentó en el Congreso de Valencia para presidir el PP. El problema está en que quienes la siegan la hierba debajo de los pies tiene vocación suicida .
Rajoy es lo que hay, los demás no se atreven a ser.
Pero ¡allá ellos! El espectáculo no afecta solo a los de ese partido, afecta también a quienes si vuelve a ganar Zapatero se cortan las venas…y por este camino volverá a ocurrir.

(Diego Armario es escritor, periodista y ex director de RNE)