viernes, 23 de octubre de 2009

Política Nacional

La dirección del PP diseña una "gestora en la sombra" para Valencia
E. Vázquez
Madrid.- El presidente del PP de la provincia de Valencia, Alfonso Rus, puede haber recibido el encargo de diseñar una transición en el liderazgo de la comunidad y restar poder a Francisco Camps, que da signos de haber perdido el norte por causa del caso Gürtel.
La revelación la ha hecho el digital Libertad Digital, que añade que Rus tendrá que diseñar esa estrategia junto con sus homólogos en Castellón (Carlos Fabra) y Alicante (José Joaquín Ripoll), con los que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, también ha mantenido contactos. Fuentes consultadas aseguran que el primero de los encuentros se celebrará esta misma semana, aunque la intención de Rus es que se lleve acabo con la más absoluta discreción.Tras acordar una postura común, los líderes provinciales también llamarán a consultas a los alcaldes de las tres grandes ciudades de la comunidad, incluyendo a Rita Barberá, a quien todos los dedos apuntan como el recambio de Camps cuando llegue la hora.
El objetivo, según Libertad Digital, es rebajar al máximo el poder de Francisco Camps, que tendría que consensuar con los pesos del PPCV todas las decisiones importantes. "Hasta ahora no se ha dejado asesorar, pero esto va a cambiar", asegura un destacado dirigente valenciano. "Paco está incapacitado y Génova lo sabe, de ahí este movimiento", añade otro representante del principal partido de la oposición.
Una "gestora en la sombra" con la que el presidente del PP, Mariano Rajoy, pretende aguantar el tipo a la espera de que surjan novedades en el marco de la trama Gürtel. Lo cierto es que Camps parece contar con mucha menos confianza de la dirección nacional del PP, que le considera "un mentiroso" y "un lastre" para los intereses del partido. De hecho, Rajoy le llegó a amenazar con una gestora real si no acataba sus órdenes tras el convulso Comité Ejecutivo del PP valenciano.Las especulaciones se han disparado y, mientras unos temen que "Camps estalle" y se niegue a compartir el liderazgo del partido; otros opinan que el líder regional no aguantará "el goteo informativo" relacionado con el caso Gürtel y acabará derrumbándose.Un abanico de posibilidades en el que trabajan los líderes provinciales del PPCV, que saben que "se juegan" el futuro del partido.En ese ambiente, los rumores señalan a Rita Barberá como sustituta de Camps, sobre todo desde Madrid, donde creen que la alcaldesa valenciana conseguiría revalidar el éxito electoral cosechado en las anteriores citas con las urnas. Además, "cuenta con el beneplácito y el cariño" del presidente del PP.
En Valencia, no son tan optimistas. Creen que, de entrada, abriría un nuevo frente en la ciudad del Turia, donde "Rita lo es todo". Además, aseguran que hay "más candidatos", como, Esteban González Pons, Gerardo Camps o Alberto Fabra, alcalde de Castellón.
En cualquier caso, lo que parece evidente es que Camps parece haber perdido un cierto sentido de la realidad, como demostraría su intento de pasar al ataque en la sesión de control de las Cortes Valencianas, tratando de responsabilizar al gobierno socialista de la trama Gürtel y de otorgar contratos a los implicados.
Camps llegó a aducir que los «pretendidos amigos» del PP son en realidad los «amigos de la Moncloa», que hablan «directamente con ellos» y además «les adjudican obras», en lo que sonaba disparatado hasta para personas afines al PP.
Camps hacía referencia a la visita que hizo José Luis Martínez Parra -responsable de la constructora Teconsa, investigada por su relaciones con la trama Gürtel- a la Moncloa para pedir favores a Angélica Rubio, una de las consejeras más cercanas a Zapatero. El vicepresidente segundo, Gerardo Camps, fue el encargado de cuantificar el monto de los contratos y de leer la conversación en que el primero le contaba a Francisco Correa que acudió a ver a su «amiga» para que le echara una mano. «La mano fue de 45 millones a partir de ese momento» en contratos del Gobierno, señaló Camps.
En efecto, el Ejecutivo ha adjudicado este año contratos por valor de más de 45 millones a Teconsa, cuando su nombre ya se había vinculado con la trama corrupta, pero de ahí a sostener que Correa y sus secuaces eran amigos del gobierno socialista dista un enorme trecho, y la maniobra de Camps no es más que una cortina de humo para desviar la atención de su persona.
En concreto, los documentos oficiales muestran que los adjudicatarios hasta julio de este año han sido Fomento, con dos contratos; Medio Ambiente, con otras dos licitaciones; e Industria, con una. Todos ellos firmados con posterioridad a la entrevista de Martínez Parra con Rucio en la Moncloa.
Por su parte, el portavoz parlamentario, Rafael Maluenda, remató la faena y fue más allá al cifrar en más de 300 millones los contratos otorgados desde el 2004 a la constructora «desde la Moncloa, de los distintos ministerios y departamentos».
Rubio ha admitido que recibió a Martínez Parra por una cuestión de cortesía, como ha hecho con otros empresarios leoneses, pero niega rotundamente que lo favoreciera, como prueba que Teconsa quebró el pasado mes de septiembre. El récord de contratos a esta empresa se dio en el 2007, alcanzando los 135 millones de euros, pero decayeron hasta los 30 al año siguiente, cuando Martínez Parra pidió ayuda a la Moncloa, según relató al cabecilla de la trama Gürtel. Teconsa trabajó también para los Gobiernos de Aznar y desde 1996 se adjudicó al menos 56 concursos públicos.
Con estos datos, cuando le llamaron el «míster X» de Gürtel, Camps respondió pronosticando que el PSOE «dejará el Gobierno de España por las dos G, por los GAL y por el Gürtel», ya que su manipulación «ha llevado al pueblo español a decir basta».
En todo caso, todas estas manifestaciones de Camps parecen deteriorar su imagen ante la dirección nacional, más que consolidarla. Porque de Rajoy para abajo ya son muchos quienes dudan de su capacidad para liderar la salida de la crisis, a raíz de su gestión de la destitución del secretario general, Ricardo Costa.