Azafrán, donde no se nota la crisis
Consuegra (Toledo).- Dicen que el español es el de mayor calidad, pero el iraní es el más vendido en todo el mundo. En todo caso, a juzgar por los elevados precios, el cultivo de azafrán es un sector en el que no se nota demasiado la crisis.
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Azafrán de la Mancha, pro
nostica que la producción de este año será ligeramente superior a la de 2008, aunque en ningún caso una cifra como para escalar puestos en el mercado internacional.
Gema Rodríguez, directora de certificación de este organismo, estima que «esta temporada será compensada, tenemos buenas previsiones».
Las fechas de la campaña varían ligeramente cada año, pero el periodo suele oscilar siempre entre mediados o fins de octubre y principios o mediados de noviembre.
Son unos veinte días de recolección al aproximarse el invierno, como recuerda la directora de certificación con este entrañable chascarrillo popular: «por Santa Teresa, dos en mesa».
Rodríguez considera muy positivo el hecho de que el azafrán tenga más demanda que producción, lo que garantiza la venta del cien por cien de lo recolectado, y recuerda las pérdidas que están sufriendo en los últimos meses sectores tan consolidados como el vitivinícola.
«Nosotros, afortunadamente, no notamos la crisis. El azafrán es uno de los cultivos más rentables de Castilla-La Mancha», dice, y recuerda que se trata de «un producto de lujo», ya que «su elaboración es artesanal» y su calidad muy elevada, y comenta que, sin embargo, «no es un producto caro si se dosifica su uso».
En Consuegra, estos días, con tiempo espléndido y una masiva presencia de visitantes, se vive con intensidad su XLVII Fiesta de la Rosa del Azafrán, que incluye la simbólica «Molienda de la Paz
y del Amor», en el Molino Sancho.
De ella han sido protagonistas las veinticinco nacionalidades que conviven en la localidad, además de las «dulcineas» y sus damas. «La historia de Consuegra no se comprende sin las diversas culturas que fueron artífices de la misma», dijo en su discurso el alcalde de la ciudad, Benigno Casas.
La molienda, para disfrute del público asistente, tuvo su complemento en la interpretación de cómicas escenas a cargo del grupo «Vitela Teatro» y la actuación de los grupos folclóricos «Tierra de Barros» de Almendralejo (Badajoz) y «Rosa del Azafrán» de Consuegra.
Por otro lado, un total de treinta y siete expositores de diversos lugares de España participan en la Feria Multisectorial, tanto al aire libre como en una carpa instalada en el Paseo Ramón y Cajal, donde predominan los artículos artesanos. El azafrán de la tierra es el producto estrella.
Pero el azafrán es mucho más que un negocio; también es tradición, y es folklore. Ademas abarca a una amplia zona. Por eso, y como desde hace 22, el próximo 31 de octubre se celebrará en Albacete el Festival y Concurso de Monda de la Rosa del Azafrán, promovido por el grupo de folclore Abuela Santa Ana.
En el concurso, cada participante tendrá que mondar 150 rosas abiertas, que les serán suministradas por el jurado. La perifolla se dejará en la mesa, junto al plato de cada participante, no debiendo tirarla al suelo. El tiempo máximo que podrá emplear cada participante será de diez minutos.
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Azafrán de la Mancha, pro
nostica que la producción de este año será ligeramente superior a la de 2008, aunque en ningún caso una cifra como para escalar puestos en el mercado internacional.Gema Rodríguez, directora de certificación de este organismo, estima que «esta temporada será compensada, tenemos buenas previsiones».
Las fechas de la campaña varían ligeramente cada año, pero el periodo suele oscilar siempre entre mediados o fins de octubre y principios o mediados de noviembre.
Son unos veinte días de recolección al aproximarse el invierno, como recuerda la directora de certificación con este entrañable chascarrillo popular: «por Santa Teresa, dos en mesa».
Rodríguez considera muy positivo el hecho de que el azafrán tenga más demanda que producción, lo que garantiza la venta del cien por cien de lo recolectado, y recuerda las pérdidas que están sufriendo en los últimos meses sectores tan consolidados como el vitivinícola.
«Nosotros, afortunadamente, no notamos la crisis. El azafrán es uno de los cultivos más rentables de Castilla-La Mancha», dice, y recuerda que se trata de «un producto de lujo», ya que «su elaboración es artesanal» y su calidad muy elevada, y comenta que, sin embargo, «no es un producto caro si se dosifica su uso».
En Consuegra, estos días, con tiempo espléndido y una masiva presencia de visitantes, se vive con intensidad su XLVII Fiesta de la Rosa del Azafrán, que incluye la simbólica «Molienda de la Paz
y del Amor», en el Molino Sancho.De ella han sido protagonistas las veinticinco nacionalidades que conviven en la localidad, además de las «dulcineas» y sus damas. «La historia de Consuegra no se comprende sin las diversas culturas que fueron artífices de la misma», dijo en su discurso el alcalde de la ciudad, Benigno Casas.
La molienda, para disfrute del público asistente, tuvo su complemento en la interpretación de cómicas escenas a cargo del grupo «Vitela Teatro» y la actuación de los grupos folclóricos «Tierra de Barros» de Almendralejo (Badajoz) y «Rosa del Azafrán» de Consuegra.
Por otro lado, un total de treinta y siete expositores de diversos lugares de España participan en la Feria Multisectorial, tanto al aire libre como en una carpa instalada en el Paseo Ramón y Cajal, donde predominan los artículos artesanos. El azafrán de la tierra es el producto estrella.
Pero el azafrán es mucho más que un negocio; también es tradición, y es folklore. Ademas abarca a una amplia zona. Por eso, y como desde hace 22, el próximo 31 de octubre se celebrará en Albacete el Festival y Concurso de Monda de la Rosa del Azafrán, promovido por el grupo de folclore Abuela Santa Ana.
En el concurso, cada participante tendrá que mondar 150 rosas abiertas, que les serán suministradas por el jurado. La perifolla se dejará en la mesa, junto al plato de cada participante, no debiendo tirarla al suelo. El tiempo máximo que podrá emplear cada participante será de diez minutos.
