Acuerdos de conveniencia
Por Diego Armario
Hay parejas de baile que uno nunca habría imaginado pero al final, si suena la música adecuada, se agarran, a veces incluso se acercan impúdicamente, y, si está de Dios, acaban haciendo el amor o, al menos, practicando sexo.
En materia de operadores de televisión esos acercamientos se han venido haciendo a varias bandas –como en el billar– y han tardado en conseguirse las carambolas pero, por lo que parece, al final hay jugada.
Se dice que Antena 3 y la Sexta se van a fusionar, y que Telecinco y la Cuatro harán lo propio. No fue posible que llegaran a buen puerto las negociaciones entre Cebrián y Roures para unir a la Cuatro con la Sexta, que habría sido lo natural si nos atenemos a identidades ideológicas o agradecimientos al poder de los socialistas por los regalos que les hicieron desde Ferraz.
Pero se trataba de salvar proyectos ruinosos y ambos pierden dinero a espuertas. La unión de Antena 3 y la Sexta aparece como una operación contra natura, porque sus líneas editoriales no son convergentes, pero cuando se trata de salvar el negocio vale todo.
Lo de Telecinco y la Cuatro encaja algo mejor en el planteamiento ideológico o en los intereses políticos de ambas cadenas, aunque se diferencian en la cantidad de basura que emiten.
La crisis económica está consiguiendo que haya menos divorcios entre parejas que se llevan mal y más matrimonios entre empresas que acabarán llevándose mal.
(D. Armario es escritor, periodista y ex director de RNE)
Por Diego Armario
Hay parejas de baile que uno nunca habría imaginado pero al final, si suena la música adecuada, se agarran, a veces incluso se acercan impúdicamente, y, si está de Dios, acaban haciendo el amor o, al menos, practicando sexo.
En materia de operadores de televisión esos acercamientos se han venido haciendo a varias bandas –como en el billar– y han tardado en conseguirse las carambolas pero, por lo que parece, al final hay jugada.
Se dice que Antena 3 y la Sexta se van a fusionar, y que Telecinco y la Cuatro harán lo propio. No fue posible que llegaran a buen puerto las negociaciones entre Cebrián y Roures para unir a la Cuatro con la Sexta, que habría sido lo natural si nos atenemos a identidades ideológicas o agradecimientos al poder de los socialistas por los regalos que les hicieron desde Ferraz.
Pero se trataba de salvar proyectos ruinosos y ambos pierden dinero a espuertas. La unión de Antena 3 y la Sexta aparece como una operación contra natura, porque sus líneas editoriales no son convergentes, pero cuando se trata de salvar el negocio vale todo.
Lo de Telecinco y la Cuatro encaja algo mejor en el planteamiento ideológico o en los intereses políticos de ambas cadenas, aunque se diferencian en la cantidad de basura que emiten.
La crisis económica está consiguiendo que haya menos divorcios entre parejas que se llevan mal y más matrimonios entre empresas que acabarán llevándose mal.
(D. Armario es escritor, periodista y ex director de RNE)