Don Juan Carlos reclama a los políticos honradez y unidad
Por C. de Paz
Madrid.- Sólo unas horas después de que un sondeo del CIS dejase clara la desafección ciudadana con sus políticos (la tercera preocupación, por delante del terrorismo), el Rey ha aprovechado el tradicional mensaje de Navidad para reclamarles honradez y unidad para resolver los problemas de los españoles.
"Sigamos trabajando para que prime la fraternidad sobre las desavenencias, la confianza sobre el recelo, el bien colectivo sobre los egoísmos particulares, y para que la honradez sea regla inexcusable de conducta", ha pedido el Soberano.
La suma de voluntades para asuntos de Estado y un esfuerzo especial para que las diferencias ideológicas no resten energías al necesario consenso que requiere la sociedad para salir de la crisis económica han sido las demandas esenciales en el discurso navideño del Rey.
Entendimiento y solidaridad son las palancas que necesita España en estos momentos de grave dificultad para los que el Monarca pide "liderazgo responsable" a los políticos, al Gobierno, a empresarios y sindicatos. En estos momentos no existe diálogo alguno entre el Gobierno y el PP, para la resolución de la crisis en tanto que se abre la esperanza de que el diálogo social se reanude a principios del próximo año después de meses de desencuentro.
El Rey también ha pedido "coordinación" en torno al papel internacional de España, sobre el que tampoco hay acuerdo entre los dos grandes partidos salvo en los objetivos de la presidencia europea que comienza el próximo 1 de enero. El Monarca ha tenido un recuerdo especial para los tres compatriotas secuestrados en Mauritania. La Corona ha reiterado su "servicio a España", con el que está comprometido el Príncipe.
Don Juan Carlos ha pronunciado su discurso navideño como es habitual en la Sala de Audiencias del palacio de la Zarzuela, aunque se ha situado de espaldas a las puertas que dan al jardín en vez de a una pared con un tapiz. Los elementos ornamentales han sido los habituales: el belén, el abeto navideño y la bandera de España. Se ha añadido la bandera europea al estar en vísperas de que España asuma la presidencia de la Unión Europea.
El Monarca ha vuelto en su mensaje navideño, como ya hiciera en los años más duros de la crispación política entre el PSOE y el PP, a pedir unidad a la sociedad, a los políticos y a los agentes sociales. "Juntos" se deben afrontar tres tareas. "La superación de tensiones y divisiones" sobre la base de los principios y valores que alimentan "la convivencia e inspiran la Constitución".
También la "suma de voluntades" en torno a los grandes temas de Estado, reforzando "la cohesión interna y la proyección exterior". Finalmente, ha reclamado redoblar esfuerzos para que España "vuelva a crecer y crear empleo cuanto antes y de forma sostenible". Los tiempos actuales reclaman "tesón y fortaleza" y para ellas se requiere "el más amplio entendimiento y solidaridad entre todos los españoles y entre todas las comunidades autónomas". Esta llamada del Rey se produce una semana después de que fracasara la Conferencia de Presidentes autonómicos.
"No nos podemos permitir que las legítimas diferencias ideológicas resten energías al logro de los consensos que piden nuestros ciudadanos". Esta advertencia de don Juan Carlos es la antesala de una petición muy concreta: "Hemos sido capaces de resolver grandes problemas con voluntad de acuerdo y el liderazgo responsable de nuestros dirigentes políticos, económicos y sociales".
A la grave lacra del paro, el Monarca se refiere en distintos apartados de su discurso. "En 2009, la grave crisis económica ha llevado a que el desempleo sea la principal preocupación de las familias españolas. Afecta a varios millones de personas, angustiadas no sólo por la pérdida de ingresos, sino por la falta de horizontes en sus vidas laborales y personales". Las dificultades que sufren muchos trabajadores y empresas han sido subrayadas por el Rey. "Volver a crecer es el reto más apremiante para poner fin al desempleo, garantizando la más alta protección social a quienes lo padecen", señala don Juan Carlos en una aspiración que sí es compartida por todos los responsables políticos, sociales y sindicales.
La controversia política del último año en torno a decisiones judiciales y al Tribunal Constitucional subyace en el discurso del Monarca, al invocar a la Constitución como garante de un amplio abanico de derechos y libertades. "La Constitución fundamenta una avanzada articulación de nuestra rica diversidad territorial, y nos dota de instituciones que son claves para la estabilidad y convivencia democráticas". Y continúa: "Unas instituciones independientes para el mejor y más justo ejercicio de sus responsabilidades, por lo que todos debemos preservar esa independencia en aras de la confianza que los ciudadanos tienen depositada en ellas".
Las víctimas del terrorismo son motivo de recuerdo para don Juan Carlos. Como siempre cuentan con el apoyo y solidaridad de la Familia Real y "de toda la sociedad española". El Rey constata los avances en la lucha contra el terrorismo. "Una lucha que se extiende al terrorismo internacional, que tan inmenso dolor ya han causado, y que ha secuestrado de forma intolerable a varios compatriotas -volcados en nuestra cooperación al desarrollo-, cuya libertad exigimos", reclama don Juan Carlos.
El reconocimiento a los miembros de las Fuerzas Armadas "que arriesgan su vida en misiones internacionales, incluida la vigilancia frente a las acciones delictivas tan inaceptables como la piratería marítima", ha estado presente en el discurso. En la petición de consenso entre Gobierno y oposición, que también ha recorrido el discurso de don Juan Carlos, ha incluido "la coordinación del papel internacional de España".
El discurso ha empezado como terminó, con llamamientos "a la fraternidad frente a las desavenencias" para moldear juntos el futuro, "aplicando mucho sentido de Estado, tanto a la hora de gobernar como de ejercer la oposición".
"Sigamos trabajando para que prime la fraternidad sobre las desavenencias, la confianza sobre el recelo, el bien colectivo sobre los egoísmos particulares, y para que la honradez sea regla inexcusable de conducta", ha pedido el Soberano.
La suma de voluntades para asuntos de Estado y un esfuerzo especial para que las diferencias ideológicas no resten energías al necesario consenso que requiere la sociedad para salir de la crisis económica han sido las demandas esenciales en el discurso navideño del Rey.
Entendimiento y solidaridad son las palancas que necesita España en estos momentos de grave dificultad para los que el Monarca pide "liderazgo responsable" a los políticos, al Gobierno, a empresarios y sindicatos. En estos momentos no existe diálogo alguno entre el Gobierno y el PP, para la resolución de la crisis en tanto que se abre la esperanza de que el diálogo social se reanude a principios del próximo año después de meses de desencuentro.
El Rey también ha pedido "coordinación" en torno al papel internacional de España, sobre el que tampoco hay acuerdo entre los dos grandes partidos salvo en los objetivos de la presidencia europea que comienza el próximo 1 de enero. El Monarca ha tenido un recuerdo especial para los tres compatriotas secuestrados en Mauritania. La Corona ha reiterado su "servicio a España", con el que está comprometido el Príncipe.
Don Juan Carlos ha pronunciado su discurso navideño como es habitual en la Sala de Audiencias del palacio de la Zarzuela, aunque se ha situado de espaldas a las puertas que dan al jardín en vez de a una pared con un tapiz. Los elementos ornamentales han sido los habituales: el belén, el abeto navideño y la bandera de España. Se ha añadido la bandera europea al estar en vísperas de que España asuma la presidencia de la Unión Europea.
El Monarca ha vuelto en su mensaje navideño, como ya hiciera en los años más duros de la crispación política entre el PSOE y el PP, a pedir unidad a la sociedad, a los políticos y a los agentes sociales. "Juntos" se deben afrontar tres tareas. "La superación de tensiones y divisiones" sobre la base de los principios y valores que alimentan "la convivencia e inspiran la Constitución".
También la "suma de voluntades" en torno a los grandes temas de Estado, reforzando "la cohesión interna y la proyección exterior". Finalmente, ha reclamado redoblar esfuerzos para que España "vuelva a crecer y crear empleo cuanto antes y de forma sostenible". Los tiempos actuales reclaman "tesón y fortaleza" y para ellas se requiere "el más amplio entendimiento y solidaridad entre todos los españoles y entre todas las comunidades autónomas". Esta llamada del Rey se produce una semana después de que fracasara la Conferencia de Presidentes autonómicos.
"No nos podemos permitir que las legítimas diferencias ideológicas resten energías al logro de los consensos que piden nuestros ciudadanos". Esta advertencia de don Juan Carlos es la antesala de una petición muy concreta: "Hemos sido capaces de resolver grandes problemas con voluntad de acuerdo y el liderazgo responsable de nuestros dirigentes políticos, económicos y sociales".
A la grave lacra del paro, el Monarca se refiere en distintos apartados de su discurso. "En 2009, la grave crisis económica ha llevado a que el desempleo sea la principal preocupación de las familias españolas. Afecta a varios millones de personas, angustiadas no sólo por la pérdida de ingresos, sino por la falta de horizontes en sus vidas laborales y personales". Las dificultades que sufren muchos trabajadores y empresas han sido subrayadas por el Rey. "Volver a crecer es el reto más apremiante para poner fin al desempleo, garantizando la más alta protección social a quienes lo padecen", señala don Juan Carlos en una aspiración que sí es compartida por todos los responsables políticos, sociales y sindicales.
La controversia política del último año en torno a decisiones judiciales y al Tribunal Constitucional subyace en el discurso del Monarca, al invocar a la Constitución como garante de un amplio abanico de derechos y libertades. "La Constitución fundamenta una avanzada articulación de nuestra rica diversidad territorial, y nos dota de instituciones que son claves para la estabilidad y convivencia democráticas". Y continúa: "Unas instituciones independientes para el mejor y más justo ejercicio de sus responsabilidades, por lo que todos debemos preservar esa independencia en aras de la confianza que los ciudadanos tienen depositada en ellas".
Las víctimas del terrorismo son motivo de recuerdo para don Juan Carlos. Como siempre cuentan con el apoyo y solidaridad de la Familia Real y "de toda la sociedad española". El Rey constata los avances en la lucha contra el terrorismo. "Una lucha que se extiende al terrorismo internacional, que tan inmenso dolor ya han causado, y que ha secuestrado de forma intolerable a varios compatriotas -volcados en nuestra cooperación al desarrollo-, cuya libertad exigimos", reclama don Juan Carlos.
El reconocimiento a los miembros de las Fuerzas Armadas "que arriesgan su vida en misiones internacionales, incluida la vigilancia frente a las acciones delictivas tan inaceptables como la piratería marítima", ha estado presente en el discurso. En la petición de consenso entre Gobierno y oposición, que también ha recorrido el discurso de don Juan Carlos, ha incluido "la coordinación del papel internacional de España".
El discurso ha empezado como terminó, con llamamientos "a la fraternidad frente a las desavenencias" para moldear juntos el futuro, "aplicando mucho sentido de Estado, tanto a la hora de gobernar como de ejercer la oposición".