Nuevo manifiesto para hacer de internet un bien público
Madrid.- Un grupo de escritores, artistas y abogados ha difundido un manifiesto en el que alegan que "para reivindicar internet como un derecho, no como un eslogan publicitario, es preciso incluirlo dentro de lo público, como la educación o la sanidad".
Este escrito llega tres semanas después del lanzamiento de otro "Manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en Internet", que cuenta con miles de adhesiones y apareció para oponerse a la regulación de los derechos de autor en internet que prepara el Gobierno.
"Revisando lo escrito y dicho sobre este manifiesto, encontramos que tenemos algunos compañeros de viaje realmente incómodos. Junto a quienes apoyan con sinceridad la libre difusión de la cultura en Internet, un grupo de firmantes lo suscribe sólo para oponerse al gobierno de (José Luis Rodríguez) Zapatero desde la derecha más montaraz", asegura este nuevo texto.
Entre los firmantes figuran los escritores Pascual Serrano, Rosa Regás, Belén Gopegui, Santiago Alba, Ignacio Ramonet, Isaac Rosa y Carlos Fernández Liria; los músicos Álex de la Nuez y Antonio Arco; los juristas Carlos Martínez y Carlos Sánchez Almeida; el editor Constantino Bértolo y la antropóloga Irene Amador.
El manifiesto sostiene que si se deja el acceso a la red en manos de proveedores privados, éstos "pueden acabar con la neutralidad de la red al margen de la legislación sólo con aumentar el coste de subir contenidos". "Sabemos que en nuestras sociedades entregadas a la privatización es una reivindicación difícil, pero necesaria y un gobierno que realmente represente al pueblo que lo ha elegido debería ser capaz de llevarla a cabo", señala.
Destaca el texto que en este momento "la evolución de los medios de reproducción abre una oportunidad para que ningún conglomerado mediático pueda decidir qué productos culturales merecen ser distribuidos y cuáles no". Por ello, los firmantes se preguntan si el Ejecutivo "tiene algún interés, aunque sea mínimo, en investigar nuevos modelos", toda vez que "el cambio en el modo de reproducción de las creaciones podría suponer un avance para todos".
"Quizá no sea fácil. Pero, por una vez, no es mucho más difícil que prohibir y castigar. Se trata de recuperar la red para todos los seres humanos y no para las grandes empresas que cada día se adueñan de ella un poco más", agrega.
Además, considera que "la explotación del derecho de autor, lejos de responder a su teórico objetivo, el sustento de los creadores, se ha utilizado como elemento de dominación, como arma al servicio de la casta cultural más acomodaticia con el sistema establecido".
Este escrito llega tres semanas después del lanzamiento de otro "Manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en Internet", que cuenta con miles de adhesiones y apareció para oponerse a la regulación de los derechos de autor en internet que prepara el Gobierno.
"Revisando lo escrito y dicho sobre este manifiesto, encontramos que tenemos algunos compañeros de viaje realmente incómodos. Junto a quienes apoyan con sinceridad la libre difusión de la cultura en Internet, un grupo de firmantes lo suscribe sólo para oponerse al gobierno de (José Luis Rodríguez) Zapatero desde la derecha más montaraz", asegura este nuevo texto.
Entre los firmantes figuran los escritores Pascual Serrano, Rosa Regás, Belén Gopegui, Santiago Alba, Ignacio Ramonet, Isaac Rosa y Carlos Fernández Liria; los músicos Álex de la Nuez y Antonio Arco; los juristas Carlos Martínez y Carlos Sánchez Almeida; el editor Constantino Bértolo y la antropóloga Irene Amador.
El manifiesto sostiene que si se deja el acceso a la red en manos de proveedores privados, éstos "pueden acabar con la neutralidad de la red al margen de la legislación sólo con aumentar el coste de subir contenidos". "Sabemos que en nuestras sociedades entregadas a la privatización es una reivindicación difícil, pero necesaria y un gobierno que realmente represente al pueblo que lo ha elegido debería ser capaz de llevarla a cabo", señala.
Destaca el texto que en este momento "la evolución de los medios de reproducción abre una oportunidad para que ningún conglomerado mediático pueda decidir qué productos culturales merecen ser distribuidos y cuáles no". Por ello, los firmantes se preguntan si el Ejecutivo "tiene algún interés, aunque sea mínimo, en investigar nuevos modelos", toda vez que "el cambio en el modo de reproducción de las creaciones podría suponer un avance para todos".
"Quizá no sea fácil. Pero, por una vez, no es mucho más difícil que prohibir y castigar. Se trata de recuperar la red para todos los seres humanos y no para las grandes empresas que cada día se adueñan de ella un poco más", agrega.
Además, considera que "la explotación del derecho de autor, lejos de responder a su teórico objetivo, el sustento de los creadores, se ha utilizado como elemento de dominación, como arma al servicio de la casta cultural más acomodaticia con el sistema establecido".