Independencia catalana en Cerro Belmonte
Por M. Molares
La mayoría de los medios informativos españoles trata de restarle importancia a los referendos por la independencia celebrados este domingo en Cataluña, pero los periódicos extranjeros creen que puede desequilibrar el país, y más porque los organizadores son los socios regionales de Rodríguez Zapatero. Objetivamente esas consultas alegales tienen poca importancia: en Cataluña hay 946 municipios en los que viven 7,5 millones de personas, y los referendos se convocaron en 166 municipios con un total de 700.000 habitantes, de los que votaron tan sólo 200.000. Entre esos participantes se dio un fenómeno sorprendente: buena parte eran inmigrantes de distintos orígenes geográficos que le explicaban orgullosamente a los periodistas que se sentían independentistas. Pero a pesar de la poca importancia de la consulta, en los medios extranjeros aparece ya la idea de que los catalanes, aunque sólo sean esos 200.000, entre ellos muchos extranjeros, quieren independizarse de España: parte del mundo cree ver en Cataluña un futuro Kosovo. Algo lógico, por otra parte, cuando aún se recuerda que para Rodríguez Z. España como Nación es un concepto discutido y discutible. Los 7,3 millones de catalanes que no votaron, ni los 680 ayuntamientos donde no hubo consultas no cuentan en el mundo de la propaganda: quien lanza antes y mejor una campaña de agitptop, la hace dos veces y multiplica su eficacia.Al final, siempre se sacan beneficios, como ocurrió en Madrid, en 1990 en Cerro Belmonte, un barrio con 125 familias cuyas casas quería expropiar el alcalde Álvarez del Manzano.Cerraron los accesos, crearon fronteras, se declararon independientes y hasta Fidel Castro los invitó a Cuba: al final, el alcalde pagó lo que querían los vecinos y, además, les dio excelentes pisos a todos.Algo sacarán los independentistas del Cerro Belmonte catalán: llevan haciendo lo mismo y explotando el miedo de los demás españoles a sus proclamas desde el siglo XIX.A costa de ello han vivido y viven ricamente varias generaciones de políticos e importantes familias catalanas.
(M. Molares es periodista, escritor y capitán de la Marina Mercante)
La mayoría de los medios informativos españoles trata de restarle importancia a los referendos por la independencia celebrados este domingo en Cataluña, pero los periódicos extranjeros creen que puede desequilibrar el país, y más porque los organizadores son los socios regionales de Rodríguez Zapatero. Objetivamente esas consultas alegales tienen poca importancia: en Cataluña hay 946 municipios en los que viven 7,5 millones de personas, y los referendos se convocaron en 166 municipios con un total de 700.000 habitantes, de los que votaron tan sólo 200.000. Entre esos participantes se dio un fenómeno sorprendente: buena parte eran inmigrantes de distintos orígenes geográficos que le explicaban orgullosamente a los periodistas que se sentían independentistas. Pero a pesar de la poca importancia de la consulta, en los medios extranjeros aparece ya la idea de que los catalanes, aunque sólo sean esos 200.000, entre ellos muchos extranjeros, quieren independizarse de España: parte del mundo cree ver en Cataluña un futuro Kosovo. Algo lógico, por otra parte, cuando aún se recuerda que para Rodríguez Z. España como Nación es un concepto discutido y discutible. Los 7,3 millones de catalanes que no votaron, ni los 680 ayuntamientos donde no hubo consultas no cuentan en el mundo de la propaganda: quien lanza antes y mejor una campaña de agitptop, la hace dos veces y multiplica su eficacia.Al final, siempre se sacan beneficios, como ocurrió en Madrid, en 1990 en Cerro Belmonte, un barrio con 125 familias cuyas casas quería expropiar el alcalde Álvarez del Manzano.Cerraron los accesos, crearon fronteras, se declararon independientes y hasta Fidel Castro los invitó a Cuba: al final, el alcalde pagó lo que querían los vecinos y, además, les dio excelentes pisos a todos.Algo sacarán los independentistas del Cerro Belmonte catalán: llevan haciendo lo mismo y explotando el miedo de los demás españoles a sus proclamas desde el siglo XIX.A costa de ello han vivido y viven ricamente varias generaciones de políticos e importantes familias catalanas.
(M. Molares es periodista, escritor y capitán de la Marina Mercante)