Conferencia de pastores
Por M. Molares
Rodríguez Zapatero sigue indignadísimo porque los presidentes de la CC.AA. del Partido Popular rechazaron firmar el pasado fin de semana un documento que, según estos opositores, estaba plagado de ocurrencias para dentro de una década, y sin ideas para ahora mismo. El PP cree haber triunfado así y reforzado su oposición. Pero tampoco habría servido de nada haber hecho lo contrario, porque esa Conferencia de Presidentes sólo era un escaparate de señores y señora (sólo había una presidenta, Aguirre) sin capacidad legislativa alguna. Aunque, para compensar, gozaron de un exquisito almuerzo de marisco antes de afearse unos a otros su inacción ante la crisis económica, con los líderes de UGT y CCOO y los presidentes de los grandes y pequeños empresarios como invitados estrella. Reunión de pastores, oveja muerta, señala el refrán español: cuando los pastores se congregan en una montaña a charlar terminan engullendo alguna de las ovejas que cuidan. Además, los pastores sindicales y empresariales habían llegado algo maltrechos: los sindicalistas habían sufrido un día antes al fracaso de su gran manifestación en Madrid contra los patronos, con asistencia de poco más del diez por ciento de sus 250.000 liberados en toda España. Y el presidente de la CEOE, con un expediente como moroso de 26,5 millones de euros abierto por CajaMadrid, y acusado de no pagarle desde hace meses a los trabajadores de una de sus empresas, Air Comet, una compañía aérea ahora en venta. Una triste reunión con sindicalistas, visto su historial, más amantes de manifestarse que de trabajar, un empresario moroso, unos presidentes de CC.AA. sin autoridad legislativa estatal, y un presidente del Gobierno difuso, incapaz de presentar otra cosa que ocurrencias. Fracasó la conferencia de pastores, pero sobrevivió España, la oveja que iban a comerse.
(M. Molares es periodista, escritor y capitán de Marina)
Por M. Molares
Rodríguez Zapatero sigue indignadísimo porque los presidentes de la CC.AA. del Partido Popular rechazaron firmar el pasado fin de semana un documento que, según estos opositores, estaba plagado de ocurrencias para dentro de una década, y sin ideas para ahora mismo. El PP cree haber triunfado así y reforzado su oposición. Pero tampoco habría servido de nada haber hecho lo contrario, porque esa Conferencia de Presidentes sólo era un escaparate de señores y señora (sólo había una presidenta, Aguirre) sin capacidad legislativa alguna. Aunque, para compensar, gozaron de un exquisito almuerzo de marisco antes de afearse unos a otros su inacción ante la crisis económica, con los líderes de UGT y CCOO y los presidentes de los grandes y pequeños empresarios como invitados estrella. Reunión de pastores, oveja muerta, señala el refrán español: cuando los pastores se congregan en una montaña a charlar terminan engullendo alguna de las ovejas que cuidan. Además, los pastores sindicales y empresariales habían llegado algo maltrechos: los sindicalistas habían sufrido un día antes al fracaso de su gran manifestación en Madrid contra los patronos, con asistencia de poco más del diez por ciento de sus 250.000 liberados en toda España. Y el presidente de la CEOE, con un expediente como moroso de 26,5 millones de euros abierto por CajaMadrid, y acusado de no pagarle desde hace meses a los trabajadores de una de sus empresas, Air Comet, una compañía aérea ahora en venta. Una triste reunión con sindicalistas, visto su historial, más amantes de manifestarse que de trabajar, un empresario moroso, unos presidentes de CC.AA. sin autoridad legislativa estatal, y un presidente del Gobierno difuso, incapaz de presentar otra cosa que ocurrencias. Fracasó la conferencia de pastores, pero sobrevivió España, la oveja que iban a comerse.
(M. Molares es periodista, escritor y capitán de Marina)