domingo, 27 de septiembre de 2009

Entrevista con el Coordinador de IU

Cayo Lara cree que “si sigue así, Zapatero llevará al PP al poder”
Por A. Sabrido
Madrid.- El castellano manchego Cayo Lara es el coordinador federal de Izquierda Unida. Nacido en Argamasilla de Alba, Ciudad Real, en 1952, cobra 2.000 euros netos al mes, o 2.300 si se incluyen los 300 que paga de alquiler. No obstante, cuando era líder de IU en Castilla-La Mancha, ganaba 1.500 euros. “Pero me daban mucho más de sí que ahora”, bromea. Madrid es un lugar que nunca le entusiasmó, porque es “un hormiguero lleno de gente que no se conoce de nada” o una “mancha de soledad, de desintegración”, de desvalimiento. Y Cayo Lara dice que al final, todo es economía.
P.- En la presentación de los Presupuestos Generales Elena Salgado confió en contar con su apoyo.
R.- Para nada. Tal y como los ha descrito, no podemos apoyar los Presupuestos. Mucho tendrán que cambiar en el Congreso. Eso sí, no tiramos la toalla.
P.- El Gobierno dice que gravará las rentas del capital.
R.- Sí, pero el retoque es muy flojo. Con el aumento de la tributación de las rentas del ahorro crecerá la recaudación 800 millones más. En cambio, sube el IVA dos puntos en el tipo general y uno más en el reducido. Es un error tremendo gravar el consumo a las capas populares. Como en tantas ocasiones, José Luis Rodríguez Zapatero ha vuelto a amagar por la izquierda para atizarnos con la derecha, sin incomodar a los más ricos. Los Presupuestos han de ser inversores, crear empleo, ampliar servicios públicos, ayudar a las pymes, al alquiler de vivienda, y ser fiscalmente progresivos.
P.-¿Teme que el gobierno se alíe con el PNV y deje a la izquierda parlamentaria?
R.- A quien deja en el camino es a quienes sufren las consecuencias de la crisis, no a IU. Es un error aprobar unos Presupuestos que no corrigen las causas de fondo de la recesión. La izquierda o la derecha nacionalista son socios más cómodos para el PSOE, y para el PP, que IU, una fuerza que pide respuestas de izquierda en todo el Estado.
P.- ¿Qué opina de la reunión del G-20?
R.- No se han cumplido ni los compromisos que se plantearon en la cumbre de Londres en abril: ni se regulan ya los organismos financieros, ni los bonus de los ejecutivos ni los paraísos fiscales. Se veía venir: cuando la crisis cede, se relajan las medidas intervencionistas. Se ha consolidado la línea más dura del neoliberalismo.
P.- ¿Bajar impuestos es de izquierdas?
R.- Aquella frase de Zapatero es una de las manipulaciones dialécticas más graves de la historia. Bajar impuestos no es en sí mismo de derechas o de izquierdas. Depende de a quién se los subas o se los bajes. Por ejemplo, el PP lo ha dicho claro. Redunda en su cinismo: quiere más recursos en la financiación autonómica y no más impuestos. ¿De dónde sacaría el dinero? No lo dice. Es demagogia pura. Y Zapatero, mientras, deshoja la margarita. Bajar los impuestos a los ricos es profundamente de derechas, y subírselos a la inmensa mayoría de los ciudadanos también es profundamente de derechas. El presidente ha seguido la misma política fiscal regresiva del PP. ¿O es de izquierdas suprimir el Impuesto de Patrimonio, bajar el tipo máximo del 45% al 43% o facilitar un cheque bebé de 2.500 euros, también para los ricos? Se ha perseguido adelgazar al Estado. Por eso IU propone una reforma fiscal progresiva, justa: que los mileuristas paguen un 25% menos de IRPF; que paguen lo mismo que ahora los que ganan más de 21.000 euros –un 30% de los contribuyentes–, y que el 5% de los españoles que percibe más de 60.000 euros esté gravado no con el 43%, sino con el 50%.
P.- ¿Está IU hoy más cerca o más lejos del Gobierno?
R.- Zapatero es el que está alejado de los problemas reales de la gente. Nosotros estamos junto a los parados, las pymes, los que no tienen vivienda. Si el presidente se distancia de ellos, se aleja de IU. Él decide si se acerca a nosotros o no. No quiere abordar desde la izquierda los problemas de la sociedad.
P.- ¿Ya no cree a Zapatero?
R.- Es él quien no da credibilidad.
P.- ¿Se siente defraudado?
R.- No... ¡Es que Zapatero nunca me ha encantado! En derechos y libertades demuestra un talante progresista, aunque se ha mostrado timorato en temas como memoria histórica o con la Iglesia. Pero en política económica sigue las pautas neoliberalales.
P.- ¿Cree que improvisa
R.- Veo políticas inconsistentes. En 2008 aún levitaba, no veía los problemas de la gente. Y ahora sigue sin admitir que en España la crisis se ha agudizado por el ladrillo, que él promocionó, como el PP. Él forma parte del problema.
P.- ¿Nota un cambio de ciclo electoral?
R.- Si Zapatero sigue desplegando políticas económicas similares a las de la derecha neoliberal, será él mismo quien llevará al PP al poder.
R.- ¿Y cómo van a impedirlo?
R.- No vamos a salvar del suicidio a quien se quiere ahorcar. Y Zapatero se quiere suicidar. Tiene nuestra mano tendida, pero ha de reconocer la génesis de la crisis e implantar soluciones desde la izquierda. Más no podemos hacer. Es él el que llevará a Mariano Rajoy a la Moncloa..
P.- ¿Actúa Zapatero con firmeza frente a la CEOE?
R.- No me parece que le esté cortando todos los caminos. No nos despiste la dialéctica. El diálogo social debe ser eso, social. No al recorte de recursos a la Seguridad Social, no a flexibilizar el mercado de trabajo, no a los despidos baratos. Una encuesta de esta semana, hecha por el Banco Central Europeo sobre una muestra de 6.000 compañías, dice que para el 30% de las pymes españolas su problema es encontrar clientes, y para otro 26%, encontrar financiación. Es decir, no la Seguridad Social, sino clientes y liquidez, eso que no le da la banca, a la que tan bien representa la CEOE. Si la patronal no acepta medidas, el Gobierno debe llevarlas al Boletín Oficial del Estado.
P.- ¿El Gobierno actúa por miedo a una huelga o por convicción?
R.- No lo sé. Hasta ahora ha favorecido a los grandes empresarios y a la banca. La CEOE es insaciable. Podría haber una alianza de la patronal con el PP para acosar y derribar al Gobierno.
P.- ¿Estudian una huelga general?
R.- En su día hablamos de la posibilidad de un paró de un día contra el Gobierno y el poder económico si los sindicatos lo convocaban, justo cuando el Ejecutivo daba dinero a la banca a manos llenas. Los sindicatos no lo vieron. Hoy repetimos: respaldaremos las movilizaciones que haya y explicaremos nuestra alternativa.
P.- ¿Cuál es su posición en el caso ‘Gürtel’?
R.- Denunciamos todos los casos de corrupción, del PSOE o del PP. Pero no debemos despistarnos de lo básico, la crisis.
P.-¿Qué pasa con el Pacto Antitransfuguismo?
R.- ¿Qué qué pasa? ¡Que no lo cumplen PP ni PSOE! Nadie debe ser propietario de un acta y valerse de ella para cambiar un gobierno, como sucedió en Madrid con el tamayazo. Es gravísimo. ¿Cómo puede el PP sacar pecho en Benidorm? ¡Si Eduardo Zaplana comenzó su carrera robando al PSOE la Alcaldía de la ciudad en 1991! No justifico el transfuguismo, pero el PP por prudencia debería callar. Pero se debería cambiar la legislación para que no se repitan casos como el de Benidorm.
P.- ¿Y si el Constitucional dicta sentencia desfavorable al nacionalismo catalán?
R.- Hay que acatar lo que diga. Pero si eso sucede, habría que cambiar la Constitución.
P.- ¿Apoyarán la Ley del Aborto si en el Congreso se matiza el punto que permite a las jóvenes de 16 años abortar sin informar a sus padres?
R.- El Ejecutivo debe cumplir sus compromisos. Pero, si la ley es mejor que la actual, criticaremos esa rebaja, pero apoyaremos la reforma. Lo contrario no tiene sentido.