domingo, 27 de septiembre de 2009

Crisis Económica

El peso de la subida de impuestos recae en las rentas medias y del trabajo
Por L. Doncel
Madrid.- El esfuerzo fiscal que el Gobierno ha pedido a los ciudadanos, o más concretamente a los contribuyentes, para cuadrar las cuentas de 2010 recae sobre todo en las rentas medias. Las líneas anunciadas por la vicepresidenta económica, Elena Salgado, indican que aunque se habló de subida de impuestos para los acaudalados, serán mileuristas y dosmileuristas quienes pongan en el fondo cómun buena parte de los casi 11.000 millones que el gobierno pretende recaudar.
El Gobierno ha cuadrado unas cuentas con lagunas y que pecan de optimismo en la previsión de ingresos, a juicio de los expertos, pese a que admite que sólo parte de la subida de impuestos (6.500 millones) ingresará en Hacienda, con criterio de caja, en 2010. El resto lo hará en 2011. "Se trata de solicitar un esfuerzo de solidaridad para atender a un gasto social creciente", ha dicho Salgado.
Quitar la deducción de 400 euros del IRPF aportará 5.700 millones de euros al tesoro y el Gobierno espera una cantidad similar a la que supuso esta partida en 2008. Los beneficiarios de entonces, las rentas medias, serán ahora los más afectados por la retirada de una prebenda fiscal que ha durado dos años. Parte de esa cantidad se recuperará en 2011, cuando se presenten las declaraciones de la renta de 2010.
Además, pese a pagar más en el impuesto sobre la renta, los ciudadanos soportarán una subida del IVA del 16% al 18% en el tipo general y del 7% al 8% en el reducido que grava, por ejemplo, la vivienda y la hostelería. El tipo del 4% que se aplica a productos básicos se mantiene intacto. Para apaciguar a los detractores de subir el IVA en tiempos de crisis, el Gobierno ha retrasado la medida hasta mediados de 2010 "cuando la recuperación económica ya haya comenzado", según Salgado.
El principal riesgo de elevar este impuesto en plena recesión es que el consumo caiga más. Pero el gobierno confía en que la economía comience a crecer desde el segundo trimestre de 2010, aunque en el conjunto del año caerá un 0,3%.
Aunque no existen datos sobre la recaudación de IVA por tramos de renta, al ser un impuesto indirecto, que se aplica independientemente de los ingresos, el impacto crece cuanto menores son los ingresos del contribuyente. No obstante, este efecto puede compensarse por la congelación que se producirá en el tipo de los productos más básicos, que pesan más en los gastos de las rentas bajas.
En cuanto al principio de que las rentas altas hacen el mayor esfuerzo, el único aspecto se refiere a la tributación del capital. Ese impuesto recupera cierta progresividad respecto a los cambios introducidos en 2007, pues quienes declaren rendimientos del ahorro inferiores a 6.000 euros (el 94% de los contribuyentes con rentas del capital, según los datos de Hacienda) pagarán desde 2010 un 19%, frente al 18% actual. Para los de mayores ingresos, la subida llegará al 21%. Esos cambios sólo elevarán la recaudación uno 800 millones.
Además, se ha hecho hueco a una rebaja fiscal que beneficia a las empresas. Se trata de una reducción de 5 puntos (del 25% al 20%) del impuesto de sociedades para las pymes que mantengan el empleo o lo incrementen. Para acogerse a esta reducción, deberán tener menos de 25 trabajadores y facturar un máximo de cinco millones de euros. Habrá una medida similar en el IRPF para autónomos.
Aunque el presidente del Gobierno anunció en su momento que la subida de impuestos sería "temporal y limitada", ninguna de las alzas tiene caducidad. Un portavoz de Hacienda dice que las medidas se mantendrán al menos hasta 2012 y entonces se revisarán para ver si se han conseguido los objetivos. Pero es muy improbable que se reviertan los cambios. La titular de Economía avisó de otras medidas fiscales que se avecinan para 2011: la desaparición de la deducción por compra de vivienda y "algo de alquiler".
Pese a todo, lo que realmente permite afrontar el gasto en plena recesión es la deuda. Tras varios años de moderación, cerrará el año en el 53,4% del producto interior bruto (PIB), 14 puntos más de lo esperado. Y en 2011 llegará al 62,5%.
Con todo, Salgado intenta convencer de la solidez de unas cuentas que incluyen una previsión de ingresos un 21% superior a la de este año, a pesar de que la economía seguirá cayendo y de que el gasto sólo bajará una media del 3,9%.
Las principales lagunas del presupuesto anunciado se dan en el capítulo del gasto. El único dato ofrecido fue el peso del gasto social, que representará el 51,6% del Presupuesto. Pero no se ha dado ni un dato de aumentos o descensos de las principales partidas (infraestructuras, I+D, educación...).
En cifras, los cambios fiscales ingresarán 10.950 millones de euros más al año en las arcas del Estado por las subidas fiscales, casi un 1% del PIB. El dinero efectivamente ingresado en 2010 será de 6.500 millones, pues parte del impacto de la subida se traslada a 2011.