Final de la acampada en Sol, comienzo de una nueva etapa
Madrid.- La acampada mantenida en la madrileña Puerta del Sol por miles de jóvenes desde el 15 de mayo ha concluido. Comienza una nueva etapa de protestas itinerantes, aunque en el corazón d
e la capital seguirá habiendo una mesa informativa.
El domingo por la noche, más de un millar de indignados concluyó la la acampada con una improvisada manifestación por algunas céntricas calles de la capital que ha obligado a cortar la Gran Vía y el Paseo del Prado entre Atocha y la plaza de Cibeles.
Pasada la medianoche más de mil personas se encaminaron desde Sol a Callao y luego a Cibeles, donde hicieron una sentada frente al edificio de Correos, sede del Ayuntamiento de Madrid. La marcha continuó por el Paseo del Prado, hasta llegar a la plaza de Neptuno, cerca del Congreso de los Diputados, cuyo acceso por la carrera de San Jerónimo estaba cortado por un fuerte dispositivo policial.
En Neptuno los manifestantes realizaron una cacerolada y corearon "Ni nos vamos ni nos callamos, seguimos haciendo ruido" o "Stop represión, libertad de expresión".
Después de tres semanas, es hora de hacer balance y continuar el movimiento espontáneo y ciudadano en los barrios. Y también de perfeccionar lo que se consideran fallos, como la necesidad de unanimidad en la toma de decisiones. También de filtrar la información para evitar que corran bulos, como el que sostenía que había un muerto en Barcelona. También deben aprender a tratar con los medios informativos.
Pero en el balance de los aspectos positivos debe colocarse el rechazo a la violencia, así como su negativa a sentirse representados, en su actual actuación, por partidos y sindicatos. También es elogiable el haber sabido involucrar a gentes de todas las edades, incluso a muchos ancianos.
Como modélico se menciona el haber sabido levantar en sólo tres días una auténtica “ciudad”, con su organización e intendencia, a pesar de tratarse de un movimiento espontáneo. Y más aún cuando los acampados del Movimiento Democracia Real Ya se emplearon en barrer la Puerta del Sol cuando eran 20.000 personas.
Como relata un participante, llegaron a ser una “mini ciudad” que tenía una biblioteca, para la que ahora se busca ubicación, así como una cocina que daba de comer a todos y dos puestos de información.
Madrid.- La acampada mantenida en la madrileña Puerta del Sol por miles de jóvenes desde el 15 de mayo ha concluido. Comienza una nueva etapa de protestas itinerantes, aunque en el corazón d
e la capital seguirá habiendo una mesa informativa.El domingo por la noche, más de un millar de indignados concluyó la la acampada con una improvisada manifestación por algunas céntricas calles de la capital que ha obligado a cortar la Gran Vía y el Paseo del Prado entre Atocha y la plaza de Cibeles.
Pasada la medianoche más de mil personas se encaminaron desde Sol a Callao y luego a Cibeles, donde hicieron una sentada frente al edificio de Correos, sede del Ayuntamiento de Madrid. La marcha continuó por el Paseo del Prado, hasta llegar a la plaza de Neptuno, cerca del Congreso de los Diputados, cuyo acceso por la carrera de San Jerónimo estaba cortado por un fuerte dispositivo policial.
En Neptuno los manifestantes realizaron una cacerolada y corearon "Ni nos vamos ni nos callamos, seguimos haciendo ruido" o "Stop represión, libertad de expresión".
Después de tres semanas, es hora de hacer balance y continuar el movimiento espontáneo y ciudadano en los barrios. Y también de perfeccionar lo que se consideran fallos, como la necesidad de unanimidad en la toma de decisiones. También de filtrar la información para evitar que corran bulos, como el que sostenía que había un muerto en Barcelona. También deben aprender a tratar con los medios informativos.
Pero en el balance de los aspectos positivos debe colocarse el rechazo a la violencia, así como su negativa a sentirse representados, en su actual actuación, por partidos y sindicatos. También es elogiable el haber sabido involucrar a gentes de todas las edades, incluso a muchos ancianos.
Como modélico se menciona el haber sabido levantar en sólo tres días una auténtica “ciudad”, con su organización e intendencia, a pesar de tratarse de un movimiento espontáneo. Y más aún cuando los acampados del Movimiento Democracia Real Ya se emplearon en barrer la Puerta del Sol cuando eran 20.000 personas.
Como relata un participante, llegaron a ser una “mini ciudad” que tenía una biblioteca, para la que ahora se busca ubicación, así como una cocina que daba de comer a todos y dos puestos de información.
