Portugal suspende la alta velocidad Madrid-Lisboa
Lisboa.- El gobierno portugués de derechas acaba de anunciar la suspensión del proyecto de construcción de una línea de ferrocarril de alta velocidad para enlazar Madrid con Lisboa, por la que desde hace más de una década venían clamando sucesivos gobiernos de todo signo.
Esa decisión forma parte del programa del nuevo Gobierno de derechas portugués, que encabeza Pedro Passos Coelho, e incluye un amplio paquete de medidas de ajuste para reducir el gasto público.
La decisión "tendrá en cuenta el estatuto jurídico de los contratos ya firmados", precisa el programa que el Ejecutivo ha entregado este martes al Parlamento, y podrá ser reevaluada en el futuro.
Durante la reciente campaña electoral, la suspensión del AVE fue uno de los caballos de batalla del nuevo primer ministro. En el mismo apartado de grandes proyectos de obras públicas, el programa de Gobierno de Passos Coelho señala que se analizará "la oportunidad de la construcción de un nuevo aeropuerto en el área metropolitana de Lisboa", del anterior Ejecutivo socialista.
El plan del gobierno derechista sigue las líneas del duro programa de ajuste acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea, a cambio de un préstamo de 78.000 millones de euros, e incluye medidas como la privatización de importantes empresas públicas como la compañía aérea TAP, la eléctrica EDP, las Redes Energéticas Nacionales (REN) y uno de los dos canales de la televisión público RTP.
El Gobierno se compromete a reducir sustancialmente lo que denomina "Estado paralelo", y para ello durante los primeros 90 días de su mandato realizará una reevaluación minuciosa de los institutos, fundaciones, entidades públicas empresariales o mixtas, tanto de la Administración central, regional y local. Una de las medidas en este ámbito será la extinción de los cargos de gobernadores civiles.
Las medidas responden, además, a las exigencias de los mercados financieros, erigidos en auténticos jueces de la marcha de las naciones europeas, sin control democrático de ninguna especie.
Lisboa.- El gobierno portugués de derechas acaba de anunciar la suspensión del proyecto de construcción de una línea de ferrocarril de alta velocidad para enlazar Madrid con Lisboa, por la que desde hace más de una década venían clamando sucesivos gobiernos de todo signo.
Esa decisión forma parte del programa del nuevo Gobierno de derechas portugués, que encabeza Pedro Passos Coelho, e incluye un amplio paquete de medidas de ajuste para reducir el gasto público.
La decisión "tendrá en cuenta el estatuto jurídico de los contratos ya firmados", precisa el programa que el Ejecutivo ha entregado este martes al Parlamento, y podrá ser reevaluada en el futuro.
Durante la reciente campaña electoral, la suspensión del AVE fue uno de los caballos de batalla del nuevo primer ministro. En el mismo apartado de grandes proyectos de obras públicas, el programa de Gobierno de Passos Coelho señala que se analizará "la oportunidad de la construcción de un nuevo aeropuerto en el área metropolitana de Lisboa", del anterior Ejecutivo socialista.
El plan del gobierno derechista sigue las líneas del duro programa de ajuste acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea, a cambio de un préstamo de 78.000 millones de euros, e incluye medidas como la privatización de importantes empresas públicas como la compañía aérea TAP, la eléctrica EDP, las Redes Energéticas Nacionales (REN) y uno de los dos canales de la televisión público RTP.
El Gobierno se compromete a reducir sustancialmente lo que denomina "Estado paralelo", y para ello durante los primeros 90 días de su mandato realizará una reevaluación minuciosa de los institutos, fundaciones, entidades públicas empresariales o mixtas, tanto de la Administración central, regional y local. Una de las medidas en este ámbito será la extinción de los cargos de gobernadores civiles.
Las medidas responden, además, a las exigencias de los mercados financieros, erigidos en auténticos jueces de la marcha de las naciones europeas, sin control democrático de ninguna especie.
España mantiene la construcción de la línea de AVE hasta Extremadura, que tendrá su primera parada en Talavera, a unos 50 kilómetros de Escalona.
