viernes, 24 de junio de 2011



Zapatero retira una de sus medidas más ridículas cuatro meses después


Madrid.- En vísperas de las vacaciones, cuando se espera que los turistas lleguen de otras naciones europeas, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha aprobado retirar una de las medidas más ridículas e ineficaces de su mandato, el cambio durante cuatro meses de la velocidad máxima para circular por autovías, de 120 a 110 kilómetros por hora.
A partir del 1 de julio, y con un nuevo gasto extra en cambio de señales y operarios para efectuar el trabajo, las autovías españolas volverán a mostrar carteles limitadores de 120 kilómetros por hora, para satisfacción de los usuarios y regodeo de muchos ciudadanos que ni entendieron entonces, ni entienden ahora.
Le ha tocado hacer el papelón del anuncio al vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que ha informado tras el consejo de ministros que desde que se impusieron los 110 se han ahorrado 450 millones de euros, una cifra que nadie discutirá, porque es imposible de comprobar.
Según Rubalcaba el Gobierno ha considerado que la medida ya "no tiene sentido" –si es que alhuna vez lo tuvo- porque el precio del barril de Brent ronda los 106 dólares frente a los 115 dólares que costaba cuando se aprobó en marzo pasado. Pero no ha mencionado que en los surtidores los precios están en niveles más altos que antes que la medida. Para colmo, el que será sucesor de Zapatero como cabeza de cartel electoral, se ha despachado con una guinda: 'Mi impresión es que los españoles después de este debate van a correr menos'.
El pasado 7 de marzo, el Gobierno redujo a 110 kilómetros por hora la velocidad máxima con carácter temporal -inicialmente hasta el 30 de junio-, para rebajar la factura energética de España a raíz de los elevados precios del petróleo por las revueltas ciudadanas en varios países del norte de África.
El barril de Brent cotiza hoy a 108 dólares tras anunciar ayer la Agencia Internacional de la Energía (AIE) que va a poner en el mercado 60 millones de barriles de petróleo de sus reservas estratégicas para paliar la falta del crudo de Libia debido al conflicto en ese país.
Rubalcaba aseguró que con la medida se han ahorrado 450 millones de euros en la balanza de pagos -el coste de cambiar las señalizaciones con pegatinas rondó los 230.000 euros- y que ha servido para generar un debate positivo en la sociedad, que es "más consciente de que correr cuesta, contamina y tiene sus riesgos".
El vicepresidente añadió que las cifras de ahorro "no han estado mal" y que todas las previsiones indican que el precio del crudo continuará a la baja. Rubalcaba insistió en que se trató de una decisión "estrictamente económica", separada de la siniestralidad, y que al haber bajado el crudo se ha decidido retirar. "Cumplimos lo que dijimos", apuntó. "Debemos dar las gracias a los ciudadanos (...). Los que han ahorrado han sido ellos que han ido más despacio y han consumido menos", ha dicho.
La limitación de la velocidad máxima se incluyó en el plan de ahorro aprobado por el Gobierno para reducir la factura energética tras el incremento del crudo por los conflictos en el norte de África. Con todas las medidas de ahorro, el Gobierno buscaba reducir la factura petrolera en 2.300 millones.
Cuando el Gobierno aprobó estas medidas los carburantes marcaban precios máximos, con la gasolina por encima de los 1,3 euros de media el litro por primera vez. Esta semana, tras encarecerse ligeramente, el litro de gasolina se vende de media a 1,323 en España, mientras que el de gasóleo a 1,272 euros.
El PP había pedido al ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, la supresión de la limitación al considerarla una medida "ineficaz y caprichosa". El coordinador económico del PP, Cristóbal Montoro, ha valorado hoy que la reducción "no ha cumplido su objetivo" por no haber conseguido el ahorro energético estimado por el Gobierno. "Estamos ante una media que no ha ahorrado lo que pretende", ha añadido.
Muchos empresarios del sector turístico temían los efectos negativos de esta limitación ante los meses en que se acentúa la llegada de visitantes extranjeros. Además, muchos ciudadanos se han sentido molestos por esta medida que no entendían y no han faltado quienes confesaron haber cambiado la intención de su voto en las pasadas elecciones locales por el enfado.