martes, 21 de junio de 2011

Firmas en El Correo


Malos y violentos



Por Rosa Montero


Aburre escuchar lo malos que son los del 15-M: ah, mira lo violentos que se están volviendo, dicen los biempensantes con regodeo. Y luego añaden la cantinela habitual: "Los indignados no tienen propuestas, no saben lo que quieren". Faltaría más que un movimiento espontáneo, juvenil y de amplísimo espectro tuviera de repente las soluciones que no supieron encontrar los profesionales.


El enorme e irreversible acierto del 15-M ha sido señalar lo que está mal en el sistema, lo que la sociedad ya no quiere seguir aguantando, y ahora tendrán que gestionar ese agujero los políticos. Y gestionarlo con tiento, porque la protesta no acabó.


Pero hablemos de la violencia.


Cuando se levantó la acampada de Sol, dos o tres centenares de camorristas cortaron la Gran Vía. ¡Pero qué pocos! Muchos sábados hay más vándalos enfrentándose a la policía por los barrios de copas.


Una acampada tan multitudinaria como la de Sol se había retirado sin conflictos, con apenas unos pocos alborotadores residuales, y en vez de celebrar eso, sacamos a los belicosos en primera página y los consideramos los representantes del 15-M.


"Aquí a los gamberros los llamamos gudaris", decía una antigua canción de Bernardo Atxaga: sí, darles protagonismo aviva a los violentos, que ya habían empezado a infiltrarse por la imprudente tardanza del 15-M en replegarse.


¿Los sucesos de Barcelona? Lamentables, pero me recuerdan otros actos intolerantes e intolerables cometidos anteriormente en esa ciudad, como pegar a los políticos no nacionalistas o impedir hablar a Savater. O sea: claro que en España hay energúmenos, pero la inmensa mayoría del 15-M no tiene nada que ver con eso, por más que algunos parezcan querer engordar su agresividad incluso con falsas imágenes tomadas en Grecia, como ha hecho, alucinantemente, Telemadrid.



(R. Montero es escritora y periodista)