lunes, 30 de mayo de 2011

La Revolución de los Jóvenes Españoles




Los indignados seguirán acampados en Madrid, Barcelona y Sevilla

Madrid.- La decisión ha sido democráticamente votada y, mientras en otros lugares como Toledo se optaba por abandonar la Plaza de Zocodover, las acampadas del movimiento Democracia Real Ya (DRY) de Madrid y Barcelona se quedan. Al menos por ahora y hasta darle continuidad por otro camino.
“No nos vamos. El movimiento continúa. Vamos a reestructurar el campamento porque somos responsables. Los grupos de trabajo seguirán en el espacio público”, ha dicho una portavoz de la acampada en Madrid, que eligió quedarse indefinidamente pese a que la policía garantiza el diálogo con los concentrados hasta el martes.
Las plazas españolas que han albergado durante las últimas semanas el movimiento de los indignados, superando prohibiciones, tormentas y cargas policiales en algunos casos, vivieron un domingo de asambleas para decidir qué hacer: seguir o largarse.
Además, el Movimiento 15-M ha llamado hoy a los ciudadanos a retirar 155 euros de sus cuentas bancarias para que los bancos se vean obligados a desprenderse de fondos, a la vez que se conmemora el día en que arrancó la movilización: la cifra se desglosa en 15 y 5, que corresponden al día y al mes de la primera manifestación, convocada por Democracia Real Ya.
La clave está en Madrid. Es el símbolo del movimiento, el foco de atención de lo que en medio mundo se conoce ya como spanish revolution. Decenas de personas intervinieron en la asamblea multitudinaria, con turnos de palabra de tres minutos. Las peticiones de los comerciantes de la zona, que han mostrado también su indignación y su caída de ventas por la permanencia del campamento, estuvieron en todas las intervenciones. Pero se quedan.
En la gran asamblea de la Puerta del Sol, ante cientos de personas, los indignados de Madrid insistieron en que la desaparición del campamento no significaba la muerte del Movimiento 15-M. Lo mismo se clamaba en Barcelona, también simbólica como Madrid tras los violentos incidentes del viernes. En la capital catalana decidieron antes que en Madrid: la plaza de Catalunya seguirá tomada al menos hasta el martes y la puerta del Sol de manera indefinida.
La duda en Madrid no es tanto si quedarse o no, sino cómo quedarse, ya que comienza a haber “problemas de convivencia y con la electricidad” que, según los portavoces, han generado “una situación de inseguridad”. La comisión de infraestructuras pidió que no se mantuviese el campamento “indefinidamente”. La de Información puso un plazo máximo de “no más de una semana” y la de Alimentación pidió directamente ser eliminada porque tienen muchos problemas con gente ajena a la acampada que se lleva la comida y no respeta los turnos.
Pero lo que sí tienen claro es que el movimiento continuará vivo, con tiendas de campaña o sin ellas, en grupos de trabajo por barrios y ciudades. Antes de la reunión en la que los indignados decidían si se iban o se quedaban, cientos de ciudadanos pasaron horas al sol para escuchar sus propuestas. El sábado hubo hasta 121 asambleas por distintas zonas y municipios de la Comunidad de Madrid a las que asistieron más de 20.000 vecinos, según la organización. Ayer era el día de poner en común todas las ideas recabadas.
Especial importancia tuvo la intervención de los acampados, las decenas, a veces cientos de personas que pernoctan en la plaza pública, y que trasladaron a la asamblea los problemas a tener en cuenta: de seguridad, con especial atención a los robos y la tenencia de armas blancas; de suministro de alimentos, material de todo tipo y electricidad; de convivencia y por el malestar de vecinos y comerciantes; y hasta un detalle que puede resultar menor excepto para aquel que lo sufre, las inclemencias de una primavera de sol aciago y persistentes chaparrones. “La existencia del campamento está supeditada a la solución de estos problemas”, se dejó claro antes de dejar unos minutos a los asistentes para reflexionar, abrir el turno de palabra y, al fin, votar. 
También votaron sobre la conveniencia de permanecer o no acampados en Sol, pero la voz mayoritaria pedía que las lonas y carteles dejaran el kilómetro cero cuanto antes. Una idea que ganó fuerza fue la de que los seguidores del 15-M se concentraran en Sol con una periodicidad todavía indefinida.
También se propuso convocar una manifestación y dejar un puesto de información permanente sobre esta protesta ciudadana. Es decir, se quedan pero no saben cómo. Tras dilatadas deliberaciones, la asamblea popular decidió mantener las tiendas y tenderetes en la plaza, donde llevan ya dos semanas, con la intención declarada, eso sí, de “reestructurarse”. 
Mientras, el movimiento continúa haciéndose fuerte en otras ciudades y extendiéndose fuera de España. Varios miles de personas se manifestaron ayer por el centro de Sevilla convocados por el Movimiento 15-M en la ciudad. Los indignados sevillanos han acordado quedarse en la acampada hasta el 4 de junio.
En Logroño decidieron que se quedan acampados. En Toledo, sin embargo, los concentrados del Movimiento 15-M que han estado acampados las últimas dos semanas en la plaza de Zocodover han empezado a recoger sus enseres y ya no pasarán esta noche en la plaza, aunque seguirán con las asambleas.
En Barcelona, los indignados de la plaza de Catalunya superaron con nota la noche del sábado la prueba que suponía la celebración de la victoria del Barcelona en la Champions junto a la fuente de Canaletas, situada a unos metros.
Los mismos Mossos d’Esquadra que cargaron de manera desproporcionada contra ellos durante una “operación de limpieza” del campamento en previsión de incidentes por la celebración de la victoria futbolística, felicitaron ayer a los acampados por su “colaboración” para garantizar el orden público. Un portavoz del movimiento explicó que fueron los jóvenes los que por su cuenta montaron su propio dispositivo de seguridad para protegerse de las cargas policiales contra los alborotadores que pudiera haber esa noche, como sucede siempre en las celebraciones de las victorias del Barça.
Decenas de miles de personas acudieron ayer a la plaza central de la ciudad para mostrar su indignación con los políticos y lanzaron un mensaje de solidaridad al movimiento del 15-M español. En París, un millar de personas se manifestaron en la plaza de la Bastilla en un movimiento inspirado por los indignados de España para protestar “contra el paro, la precariedad y la corrupción” y a favor de una “democracia real”. El movimiento, iniciado por jóvenes españoles el 19 de mayo en apoyo al movimiento del 15-M, reúne cada día en la misma plaza a entre 100 y 200 personas. Los manifestantes gritaron consignas como “¡París, de pie, levántate!” y los diversos carteles, tanto en francés como en español, rezaban eslóganes como “Mayo de 1968 pedía lo imposible, mayo de 2011 realizará lo imposible”. La protesta también se extendió a otras grandes ciudades del país, como Toulouse, Bayona o Lyon.