¿Por qué Bono no hace lo mismo?
Por Luis María Anson
El Parlamento británico ha puesto en la picota a los diputados que malversaron fondos públicos, derrochándolos en gastos privados, algunos ciertamente pintorescos. Deberán devolver 1.200.000 euros. La opinión pública indignada así lo exige. En toda
Europa, también en España, el ciudadano medio está que arde contra aquellos que entienden la política como un negocio. Se sangra a los contribuyentes con impuestos casi confiscatorios y luego se derrocha el dinero en suntuosidades cuando no en sufragar los gastos privados. Si eso lo hacen los parlamentarios, qué no pasará con los concejales de los Ayuntamientos y los cargos políticos intermedios. Sería injusto generalizar. Por supuesto la inmensa mayoría de la clase política trabaja con honradez. Pero está claro que crece el número de los trapisondistas. José Bono ya sabe lo que tiene que hacer. Crear una comisión especializada que investigue en qué se han gastado los dineros del Congreso algunos diputados. Ayer mismo una diputada socialista solicitaba una cantidad astronómica para viajar a Chile. A José Bono le corresponde investigar los posibles excesos cometidos por diputados y diputadas y exigir la devolución del dinero malversado o mal empleado. El procedimiento habría que extenderlo a todos los Parlamentos autonómicos y también a las demás instituciones en las que medra cierta clase política. Nada complacería más a los ciudadanos, por ejemplo, que una investigación a fondo sobre en qué ha derrochado el dinero de los contribuyentes Carod Rovira durante sus incesantes viajes turísticos gratis total.
(Luis María Anson es periodista, escritor y académico de la Lengua)
Por Luis María Anson
El Parlamento británico ha puesto en la picota a los diputados que malversaron fondos públicos, derrochándolos en gastos privados, algunos ciertamente pintorescos. Deberán devolver 1.200.000 euros. La opinión pública indignada así lo exige. En toda

(Luis María Anson es periodista, escritor y académico de la Lengua)