viernes, 12 de febrero de 2010

Opinión

Dos no se ponen de acuerdo si uno no quiere

Por Diego Armario
Se conocen demasiado bien los dos partidos y no se fían.
En este momento en el que la cosa está muy mal, el partido socialista le pide al partido popular que arrime el hombro y que haga algo para que salgamos de la crisis, aunque lo único que le está pidiendo en realidad es que no haga leña del árbol caído y que renuncie a criticar a Zapatero y a su ineficiente política.
El escenario en el que nos estamos moviendo es de emergencia, pero quienes deberían sacarnos de esta situación el único riesgo que les aterra es el de su propia supervivencia.
Cualquier mente bien pensante y mejor intencionada apostaría por un pacto de estado que sirviera para poner en común los esfuerzos que se precisan para hacer todo tipo de reformas: estructurales, de mercado laboral, de pensiones, de control del gasto público, de disciplina fiscal y presupuestaria y de orden en el caos que alientan irresponsablemente no pocos gobiernos autonómicos.
Cualquier mente bien pensante y mejor informada sabe que España debe poner en orden sus cuentas porque no ofrecemos confianza a quienes nos examinan desde fuera de nuestras fronteras. El riesgo de seguir así es que llegue un momento en el que alguien nos saque la tarjeta roja y nos expulse, pero la urgencia que se percibe en este momento se resume en dos palabras: sobrevivir o sustituir.
Quiere sobrevivir Zapatero y quiere sustituirlo Rajoy. Ambos anhelan cosas distintas e incompatibles, y mientras tanto… la casa sin barrer.
No se ponen de acuerdo porque no quieren hacerlo: Zapatero ha confundido economía con ideología, y Rajoy sabe que no se puede fiar de un hombre que lleva años intentando anular y excluir políticamente al PP.

La verdad es que hemos tenido mala suerte porque la crisis nos ha pillado en el momento en el que en España gobierna lo peor de cada casa.

(D. Armario es escritor, periodista y ex director de RNE)