Jordi Sevilla pide a Zapatero que cambie de ministros y ve a Bono y Blanco disputándose las sucesión
Madrid.- El ex ministro socialista Jordi Sevilla, uno de los primeros desafectos de las políticas de José Luis Rodríguez Zapatero, es partidario de que haya ya cambios en el Gobierno y ve a José Bono y José Blanco como candidatos seguros en las primarias del PSOE si el actual jefe de gobierno decide no presentarse a la reelección.
En una entrevista que publica el último número de la revista "Vanity Fair" Sevilla se suma a la tesis de José María Barreda de que Zapatero debe hacer ya una crisis de Gobierno, y va más allá, al reconocer que los rumores apuntan a que ese cambio puede llegar antes de que acabe la presidencia española de la Unión Europea a la vista del desgaste del ejecutivo.
Respecto a la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, Jordi Sevilla dice sobre su rumoreada salida del gobierno en esa próxima remodelación que "todos dicen que se va, e, incluso, ella misma".
Para la hipótesis de que Zapatero decida no presentarse a la reelección como presidente del Gobierno, Sevilla cree que habría primarias en el PSOE y, en ellas, habría dos candidatos seguros: José Blanco y José Bono.
Según Sevilla, Zapatero castiga "con la indiferencia, con el olvido", y no deposita en nadie toda su confianza, ni siquiera, apunta, en su esposa, Sonsoles Espinosa. También declara que está "muy indignado" con el texto que el Gobierno presentó a los grupos para intentar llegar a un pacto en materia económica porque considera que hace falta "un pacto de Estado de verdad".
Reprocha al Gobierno que se negara en principio a reconocer la crisis económica, y al pedirle que cite un gabinete ideal de crisis, nombra a un "triunvirato imbatible" compuesto por Pedro Solbes, Rodrigo Rato y Carlos Solchaga. Para superar la situación, apuesta por que los partidos suspendan la confrontación y se pongan a trabajar por el interés general.
"Ese salto no lo hemos dado ni el PSOE ni el PP. Zapatero y Rajoy se parecen más de lo que ellos mismos se creen, y, desde luego, se parecen mucho en la manera de entender que su papel consiste en ganarle al otro las elecciones", añade.