CCM sigue buscando su sitio un año después de la intervención
Toledo.- Este lunes se cumple un año de la intervención de Caja Castilla-La Mancha por el Banco de España. Doce meses que no han servido para arrojar luz sobre las sombras que ciernen sobre la gestión anterior y que tienen un futuro aún por decidir: ´la "solución asturiana" propiciada por el Banco de España tiene todavía que encontrar su ajuste jurídico entre las presiones políticas y la debilidad financiera que los nuevos administradores tan sólo han conseguido controlar.
El domingo, 29 de marzo de 2010, el Banco de España hacía pública la intervención de Caja Castilla-La Mancha. Esta decisión pretendía poner fin a meses de rumores que apuntaban a la debilidad financiera de la caja. Más aún después de que en enero, el entonces vicepresidente de CCM, Luis Bárcenas, presentara su renuncia alegando “motivos personales”. El PP aumentó sus críticas en esas semanas, reclamando a diario que se dieran explicaciones sobre lo que estaba pasando en la caja. Entre enero y marzo, se calcula que se retiraron unos 600 millones de euros. El PSOE considera que esa fuga de depósitos fue determinante para la intervención, ya que habría provocado esa “falta de liquidez” que adujo el Banco de España para justificar la intervención.
Durante esas intensas semanas, la opción que barajaba CCM – y también el gobierno regional-, era la de una fusión con Unicaja. Finalmente, la entidad andaluza se retiró de la carrera, dejando a su suerte a CCM. Su futuro en solitario parecía inviable. Y así fue: ese domingo, a la hora de comer, se filtró la noticia. El Banco de España se hacía con las riendas de una caja que, según el organismo regulador, tenía graves problemas de liquidez y altas cotas de morosidad.
Xavier Alkorta y Gorka Barrondo fueron designados para pilotar la transición. Sustituyeron a Juan Pedro Hernández Moltó y a Ildefonso Ortega, a quienes el Banco de España culpa de la mala situación de CCM. En el Pliego de Sanciones elaborado por el Organismo, acusa al ex presidente y al ex director general de “impericia” y “falta de diligencia” , y reconoce que Moltó “se extralimitó en sus funciones”. A ellos y a la mayoría de los ex consejeros, el Banco de España les ha impuesto multas entre los 6.000 y los 150.000 euros. Han sido sancionados, aunque han presentado recursos. Aducen los ex consejeros que la dirección de CCM nunca les informaba de la toma de decisiones, sobre todo en materia urbanística, que es, a fin de cuentas, el origen de casi todos los males de CCM.
Una de las inversiones más polémicas de la Caja es en el Aeropuerto Central de Ciudad Real. Se calcula que esta inversión asciende a 47 millones de euros. En la actualidad, crecen los rumores que apuntan a una posible venta de la infraestructura a una empresa estadounidense por unos 600 millones. Además, la empresa que gestiona el Aeropuerto ha pedido una aval de 140 millones de euros al gobierno de Castilla-La Mancha.
Durante todo el proceso, la presidenta del PP de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha criticado sistemáticamente la actuación del ejecutivo regional. Considera el PP que la Junta debía velar y controlas sus inversiones, según reconoce la Ley de Cajas. Critican el “oscurantismo” de la Junta y la negativa del PSOE a aprobar una comisión de investigación en las Cortes Regionales. Los socialistas se defienden acusando al PP de querer sacar rédito electoral a costa de poner en peligro los 3.00o puestos de trabajo de CCM.
Lo cierto es que estos doce meses no han sido sencillos para CCM. En 2008 arrojó unas pérdidas de 740 millones de euros. El año pasado, las pérdidas podrían superar los 550 millones, aunque el Banco de España no lo ha hecho oficial. Además, hay quien apunta la posibilidad de que el organismo regulador esté “inflando” esas pérdidas para justificar que una caja grande (CCM) vaya a disponer sólo del 25% del futuro Banco CCM, mientras que una caja más pequeña, Cajastur, vaya a poseer el 75% restante a través de un minúsculo Banco Liberta.
En cualquier caso, la operación con Cajastur presenta muchas más dificultades. La principal pasa por el modo jurídico en que se va a articular. Por poner un ejemplo, todavía nadie sabe quién va a hacerse con ese 25% que controlará CCM, aunque sí se ha garantizado que ese futuro Banco CCM tendrá sede en Cuenca, que la Corporación seguirá en manos de CCM y que seguirá habiendo obra social.
El futuro de esta operación (Cajastur quiere que Banco CCM empiece a operar como tal el 1 de julio) pasa por la aprobación de la Asamblea de CCM. Los sindicatos han anunciado su apoyo después que la entidad asturiana les haya garantizado que no habrá medidas laborales traumáticas (se prevé un plan de prejubilaciones y bajas incentivadas que podría afectar a 300 de los 3.000 trabajadores de la plantilla). El PP, sin embargo, sigue sin tenerlas todas consigo, sigue apostando porque CCM siga funcionando como tal, y no ha garantizado su apoyo en la citada asamblea.
El futuro asturiano de Caja Castilla-La Mancha pasa, pues, por una votación en asamblea pero, sobre todo, por la luz que falta en la gestión pasada y en las posibilidades futuras.