miércoles, 10 de junio de 2009

Derechos Ciudadanos

Un 'sin papeles' pierde el brazo en el trabajo y su jefe lo tira a la basura

Valencia.- Un empresario panadero de Gandía ha dado un ejemplo de hasta qué punto puede llegar la inhumanidad cuando se tiñe con xenofobia y racismo. A un empleado boliviano cuyo brazo fue seccionado accidentalmente por una máquina le dejaron ensangrentado a 200 metros del hospital y luego echaron el miembro a un cubo de basura.
"Me dijeron que si los médicos me preguntaban algo les contestara que había tenido una accidente, pero nadie me preguntó nada [...], me atendieron rápido, y yo con mi brazo como Terminator", explica ahora el boliviano Franns Illes Melgar.
Trabajaba hasta el pasado 28 de mayo, cuando una máquina de amasar pan se tragó su brazo, en una panificadora industrial de Real de Gandía (Valencia). Lo hizo durante dos años, sin contrato y sin papeles. Recibía poco dinero por su trabajo (700 euros por 12 horas diarias, seis días a la semana) y no tenía vacaciones.
Aceptaba la situación porque los otros cuatro empleados de la misma empresa estaban "en las mismas condiciones", y la mitad de sus conocidos, casi todos extranjeros como él, también. Su explotación laboral tal vez no se hubiera conocido nunca si no fuera por el accidente sufrido.
La historia es más dramática si se tiene en cuenta que sus jefes, según relató, lo abandonaron en una esquina del hospital de Gandía y se marcharon, después de ordenarle que no dijera que trabajaba en la panificadora. Ahora pueden ser acusados de denegación de auxilio y otros posibles delitos.
El hombre aceptó las instrucciones y sólo cuando el personal del hospital llamó a la policía, el desdichado relató lo sucedido. Horas más tarde, la Guardia Civil encontró el brazo amputado arrojado en un contenedor de la empresa y envuelto en un par de bolsas de plástico.
Si los médicos hubieran conseguido el brazo tras el accidente, podrían haber intentado el milagro. "El miembro llegó horas después, envuelto en basura y ya inservible. Es imposible saberlo con certeza, pero, seguramente, si el traslado hubiera sido inmediato, lo podríamos haber reimplantado", dicen en el equipo del cirujano Pedro Cavadas, especialista en implantes, que atendió a Frann.
Por su parte, los dueños de la empresa niegan haber abandonado al trabajador, aunque admiten que no tenía contrato. Se justifican al decir que tiraron el brazo a la basura porque "era necesario seguir trabajando". Y aún tuvieron otro gesto que dice poco de ellos: han dicho que el accidente sucedió porque "iba borracho".
El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Ricardo Peralta, ha condenado la acción como "inhumana". El herido se recupera en el Hospital Virgen del Consuelo de Valencia. Está sedado y aturdido después de pasar varios días en la UCI.