viernes, 19 de junio de 2009

Cooperación

Muere Vicente Ferrer, figura mundial de la cooperación

Madrid.- Vicente Ferrer, una de las figuras mundiales más relevantes en el ámbito de la cooperación, ha muerto esta pasada madrugada a causa de un empeoramiento de los problemas respiratorios que venía sufriendo en los últimos meses, en su domicilio de Anantapur, en la India, donde llevaba trabajando los últimos 40 años de su vida para combatir la pobreza y las desigualdades sociales.
La fundación que el mismo creó y que lleva su nombre ha beneficiado a más de dos millones de personas de ese distrito.
Nacido en Barcelona el 9 de abril de 1920, Vicente Ferrer llega a Bombay en 1952 como misionero jesuita para completar su formación espiritual, y allí mantiene su primer contacto con la India. A partir de ese momento, dedicará el resto de su vida a trabajar para erradicar el sufrimiento de los más pobres de ese país.
Su labor genera suspicacias entre los sectores dirigentes, que ven en él una amenaza a sus intereses y consiguen una orden para expulsarle del país. Ante este hecho, más de 30.000 campesinos, secundados por intelectuales, políticos y líderes religiosos, se movilizan en una marcha de 250 kilómetros para protestar por la orden de expulsión.
En una entrevista, la entonces primera ministra Indira Gandhi reconoce su gran labor, comprometiéndose a buscar una solución y enviando este telegrama: "El padre Vicente Ferrer se irá al extranjero para unas cortas vacaciones y será bien recibido otra vez en la India". En 1968, sale del país y regresa a España.
En 1969, vuelve a la India y se instala en Anantapur, uno de los distritos más pobres del país, para continuar su lucha por los más desfavorecidos. Ese mismo año deja la Compañía de Jesús y crea, junto a quien será su futura esposa unos meses más tarde, Anne Perry, la Fundación Vicente Ferrer en Anantapur.
Sin embargo, durante los años 70 persiste el asedio, esta vez desde las autoridades de la región, que ven con recelo el trabajo de la Fundación, llegando incluso a intentar encarcelarlo. Tras la denuncia de abuso de poder del que estaba siendo objeto, Ferrer consigue un fallo favorable que crea jurisprudencia.
Años más tarde, en 1996, crea la Fundación Vicente Ferrer en España para asegurar la continuidad económica de los proyectos en la India. Desde ese momento y hasta su muerte, lidera un gran proyecto solidario que, hoy en día, continúa vivo gracias a un equipo de cerca de 1.900 personas y al apoyo de más de 139.000 colaboradores.
Entre los numerosos premios y reconocimientos que recibió Vicente Ferrer a lo largo de su vida destaca el Príncipe de Asturias de la Concordia, en 1998.