IVA a la compra
Por M. Molares
Después de levantarme fui al baño y usé agua para mi higiene habitual, y cada gota de consumía me hablaba: “Cuidado, que pronto costaré más por el IVA”.
Me di cuenta enseguida que reponer en cuanto se gastara o rompiera desde la ropa interior hasta cualquier prenda que vistiera iba a costarme más por el IVA.
Instintivamente arrastré los pies menos de lo habitual para no gastar los zapatos.
Me hice un café y un par de tostadas. La energía, cada vez más cara, me costará aún más con el nuevo IVA, el café y cada tostada también. Las gotas de aceite virgen, porque evito la mantequilla, y cada trago que daba eran más y más IVA.
Quería gastar poco, comprar el pan del mediodía, unas humildes patatas, macarrones, huevos, tomates, verduras, un muslo de pollo, lo más barato, y todo va a costarme más porque sube el IVA, y con él su efecto multiplicador sobre todo bien y servicio.
Acababa de levantarme y lo único que había hecho era darme cuenta de que lo que tocara o consumiera iba a ser más caro, y miraba a quien me rodeaba, ese veinte por ciento de pobres que hay en España, mileuristas o menos que mileuristas y con ese Impuesto sobre el Valor Añadido, IVA, esos sí van a sufrir la subida en los artículos y servicios de primera necesidad.
Entre tanto, el Gobierno y sus ministros y ministras, y las CC.AA. inventan nuevos gastos, nuevas relaciones internacionales, oenegés para los amigos, cursos estrambóticos, y este país que con menos IVA iba a ser rico se hunde abatido por estos burócratas con gastos parasitarios.
El socialismo zapateil IVA a salvarnos, pero yo IVA a la compra, y ni siquiera me atrevo a salir para no gastar el IVA de los zapatos. Y a ver qué puedo comer hoy.
Me di cuenta enseguida que reponer en cuanto se gastara o rompiera desde la ropa interior hasta cualquier prenda que vistiera iba a costarme más por el IVA.
Instintivamente arrastré los pies menos de lo habitual para no gastar los zapatos.
Me hice un café y un par de tostadas. La energía, cada vez más cara, me costará aún más con el nuevo IVA, el café y cada tostada también. Las gotas de aceite virgen, porque evito la mantequilla, y cada trago que daba eran más y más IVA.
Quería gastar poco, comprar el pan del mediodía, unas humildes patatas, macarrones, huevos, tomates, verduras, un muslo de pollo, lo más barato, y todo va a costarme más porque sube el IVA, y con él su efecto multiplicador sobre todo bien y servicio.
Acababa de levantarme y lo único que había hecho era darme cuenta de que lo que tocara o consumiera iba a ser más caro, y miraba a quien me rodeaba, ese veinte por ciento de pobres que hay en España, mileuristas o menos que mileuristas y con ese Impuesto sobre el Valor Añadido, IVA, esos sí van a sufrir la subida en los artículos y servicios de primera necesidad.
Entre tanto, el Gobierno y sus ministros y ministras, y las CC.AA. inventan nuevos gastos, nuevas relaciones internacionales, oenegés para los amigos, cursos estrambóticos, y este país que con menos IVA iba a ser rico se hunde abatido por estos burócratas con gastos parasitarios.
El socialismo zapateil IVA a salvarnos, pero yo IVA a la compra, y ni siquiera me atrevo a salir para no gastar el IVA de los zapatos. Y a ver qué puedo comer hoy.
(M. Molares es periodista, escritor y marino)