domingo, 3 de julio de 2011

Tribuna Libre

La liturgia de la antigua Égara

Por Josep Àngel Saiz Meneses
La proximidad de la fiesta de San Pedro y San Pablo me ofrece la ocasión de presentar en esta comunicación semanal un tema que en su día fue noticia en nuestra diócesis: el pasado 16 de abril se celebró en Tarrasa por primera vez una misa en rito hispano mozárabe. Esta liturgia era la habitual en la península ibérica durante la época visigótica, pero hoy tan sólo se celebra en Barcelona, Valencia, Valladolid y Toledo.
Plenamente aprobado por el Vaticano, el rito mozárabe es una riqueza que nuestro obispado ha decidido reincorporar como un elemento más de la vida diocesana. Me complace remarcar la buena respuesta de los fieles que han participado en las primeras celebraciones: 400 fieles asistieron a la primera misa en este rito. Y también deseo agradecer las facilidades y la fraternal y autorizada colaboración que para esta iniciativa hemos recibido de mi querido hermano en el episcopado y actual arzobispo de Toledo, Monseñor Braulio Rodríguez Plaza, quien es el superior mayor de este rito.
Quiero recordar y agradecer que la vigilia de la primera misa, Monseñor Braulio Rodríguez aceptó venir a Tarrasa para explicar en una conferencia el origen, los rasgos más característicos y sus diferencias con la liturgia romana. Dejó bien claro que recuperar el rito hispano mozárabe no es ninguna reposición arqueológica, sino una plena incorporación a la riqueza litúrgica de la Iglesia católica.
De hecho, el rito mozárabe no se celebra hoy como en los tiempos medievales, sino que ha tenido diversas reformas y actualizaciones a lo largo de la historia. La última y una de las más importantes, se hizo en ocasión de las disposiciones del Concilio Vaticano II sobre la liturgia, como también se hizo con el rito romano. Me complace recordar la gran aportación que en esta reforma del antiguo rito realizó el Padre Jordi María Pinell, monje de Montserrat.
En este proceso de recuperación y relanzamiento de este rito, un hito importante tuvo lugar en el año 1992, con la presentación del primer volumen del Nuevo Misal Hispano-Mozárabe y la celebración presidida en el Vaticano por el beato Juan Pablo II de una misa en este rito. Así pasó a ser el primer Papa del que se tiene noticia que haya celebrado la eucaristía en rito hispano mozárabe. El último paso en este redescubrimiento ha sido precisamente la recuperación llevada a cabo en nuestro obispado.
Para esta primera celebración se eligió la iglesia de Santa María, que era la antigua catedral de la diócesis de Égara y se ha convertido hoy en una de las joyas del valioso conjunto de iglesias visigóticas de nuestra ciudad, junto con San Pedro y San Miguel. Después de casi 1.500 años, por tanto, estos antiguos muros han vuelto a acoger un rito que les fue familiar.
La recuperación de esta liturgia no quiere ser un hecho aislado de la vida diocesana o una evocación nostálgica de un pasado lejano, sino que tenemos la voluntad de que se incorpore con naturalidad como un elemento más en la vida de nuestra diócesis. De momento, la intención es celebrar una eucaristía en este rito al menos una vez al mes, a la espera de que a medida que celebrantes y fieles lo vayan interiorizando se pueda celebrar más a menudo.


(Josep Àngel Saiz Meneses es Obispo de Tarrasa)