martes, 6 de abril de 2010

Economía y Finanzas

Nuevos negocios: alquiler de gallinas ponedoras

Madrid.- Quien piense que para poner en marcha un negocio por Internet son necesarias descomunales inversiones o una gran infraestructura está equivocado. Sí se requiere, sin embargo, iniciativa e imaginación. Al menos eso es lo que opina el pionero en España en un negocio cuanto menos curioso: el alquiler ‘con derecho a compra’ de gallinas ponedoras. Emprendedores en Madrid, Tarragona o Toledo han decidido echarle un pulso a la crisis y han seguido el ejemplo de este joven navarro.
Hace tan sólo medio año, Eduardo Otxoa se las ingenió para dar salida a los animales que siempre habían pululado por su casa de cara a unas vacaciones y se le ocurrió ponerse en contacto con el precursor de este negocio en todo el mundo (Rentachook), que puso en marcha esta empresa en Australia hace ahora 9 años y continúa asesorando a Otxoa, quien tiene previsto diversificar el negocio con nuevos productos y accesorios para las gallinas en el mes de septiembre.
Con una inversión inicial de tan sólo 12 euros y aprovechando la corriente ecológica y de proliferación de productos ecológicos, este joven propietario de una empresa de transportes decidió ofrecer tres modalidades dentro de su negocio alquilaunagallina.com: el alquiler de una gallina ponedora con posibilidad de compra al cabo de un mes, la compra directa o el “apadrinamiento”: el cliente puede ir a ver a la gallina, cuida por el propietario, y quedarse con los huevos. Para llevar a cabo este proceso, la compañía cuenta con una red de distribuidores por toda España. “Algunos de ellos pueden vivir exclusivamente de esto”, afirma Otxoa a El Confidencial. Pero no es lo habitual, ya que, matiza, “no es un negocio para hacerse rico”, aunque eso sí, no da abasto con la demanda que recibe.
En cualquier caso, en seis meses los beneficios de la empresa han alcanzado los 26.000 euros a través de la venta de unas 250 gallinas, teniendo en cuenta que es un negocio estacional, que encuentra en la época estival los mejores resultados.
A José Antonio Marcos, tripulante de vuelo, este éxito, y este ocurrente negocio, no le pasaron desapercibidos y tomó ejemplo de Otxoa para poner en marcha, hace escasamente un mes, una empresa familiar en la provincia de Madrid, alquilogallinas.es. Sin grandes inversiones iniciales y con una página web de elaboración propia, la evolución del negocio dirá si es necesario solicitar ayudas y comenzar a contratar. Por el momento, está sorprendido por la buena acogida. “Hemos vendido más de las que esperábamos".
Marcos es consciente de que la rentabilidad del comprador hay que mirarla a largo plazo, “a partir de un año, porque sino, claro que es más barato comprar huevos en un supermercado”. Comparte con Otxoa la preocupación por el mundo ecológico y no busca obtener grandes beneficios económicos con este negocio, del que especifica, “lo rentable no es el alquiler, sino la compra al cabo de un mes” algo a lo que se decide el 90% de los clientes que alquilan. En ese momento, se les obsequia con un segundo animal.  
Una gallina comienza a poner huevos a partir de los 4 o 5 meses y lo hará durante unos 8 años. En todo este tiempo, el consumidor tendrá acceso a media docena semanal de unos huevos que nada tienen que ver con los que puede encontrar en el supermercado, tanto por el grosor de su cáscara como por el color de la yema.
Esto puede ser de sobra conocido, pero quizá lo que no lo es tanto es la capacidad compostadora del animal, pues se come los restos de basura orgánica. Otxoa le atribuye otra virtud más: la de servir como terapia para niños con discapacidad física o psíquica y como aprendizaje para colegios y campamentos. El respeto al medio ambiente es otra de las características que destaca Marcos. De hecho, las jaulas están fabricadas 100% con material reciclado. Y para contribuir a la defensa de los animales y de la flora, la empresa de Otxoa dona el 7% de los beneficios a una asociación, la que decida el cliente.
La proliferación de negocios surgidos bajo el paraguas de Internet en medio de la crisis se debe precisamente a que es un canal económico, pues no requiere de enormes inversiones. También lo es para el consumidor en la red, cuyos hábitos han cambiado como consecuencia de la situación económica, y ahora busca el ahorro, buscando, comparando y eligiendo la mejor relación calidad-precio. “No sólo quiere comprar más, sino comprar mejor”, asegura a El Confidencial Sergio Garasa, director general de Mundoofertas.com, la segunda comunidad de compras online después de eBay.
Para Garasa, es un buen momento para poner en marcha un negocio online, pues según la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, el comercio electrónico ha crecido un 13% en el tercer trimestre de 2009, a pesar de que la economía sigue cayendo. La compraventa de bienes y servicios a través de la red movió un volumen de negocio de 1.503 millones de euros durante dicho período, la mayor cifra de la historia. El número de transacciones también registró un nuevo récord al alcanzar los 18,57 millones de operaciones.
Garasa añade otra razón: “Los negocios online permiten a una pequeña empresa poder competir de igual a igual con una multinacional. Tienen un gran potencial de desarrollo si amplían la oferta y logran precios competitivos, además de ofrecer una calidad de servicio superior a la tradicional en España”.