A vueltas con el “pacto de Estado”, pero con las armas en la mano
Por M. González
Madrid.- La oferta de “pacto de Estado” que ha formulado el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, ha logrado introducir un nuevo factor de disensiones dentro del Partido Popular, en cuyo comité ejecutivo se escucharon el lunes voces que pedían proponer un gobierno de concentración, a imagen de Alemania, para sacar al país de la crisis. Lo que sucede es que todos hablan del pacto, pero nadie parece que vaya a bajar las armas para conseguirlo.
Además, los populares piensan que la propuesta de Zapatero no es sincera y que con ella el PSOE sólo quiere acorralar al PP. Pero los estrategas conservadores vienen notando que la idea de que son los populares quienes no desean el pacto se extiende en la opinión pública.
Para contrarrestar esa idea algunos líderes regionales del PP, Esperanza Aguirre y el riojano Pedro Sanz, pusieron sobre la mesa la idea de contraofertar un gobierno de concentración, a condición de que el PP ocupase varios ministerios económicos. Aguirre llegó a decir que son ellos quienes saben de economía.
Lo que equivale a lanzarle un órdago a Zapatero para demostrar que es él quien no desea un auténtico acuerdo para que todas las fuerzas políticas, o al menos los dos partidos mayoritarios, se arremanguen para hacer frente al desastre de nuestra economía.
Antes que Sanz y Aguirre, la aragonesa Luisa Fernanda Rudi avisó del peligro de que el PP "aparezca como el malo de la película". Rudi, una líder regional con gran respaldo dentro del PP, señaló que"Zapatero está intentando ponernos en una situación complicada, a todos nos para gente por la calle para pedirnos que pactemos. Zapatero intenta que la gente perciba que la culpa es del PP".
Rajoy parece consciente del peligro de que se demonice al PP y seguramente por eso habló de la necesidad de "hacer mucha pedagogía" y de "no dejarse enredar ni presionar por algunos, que quieren que hagamos lo que ellos quieren que se haga".
Rajoy explicó que "iremos a donde se nos llame", pero exigiendo que el Gobierno aclare lo que quiere hacer. "Si nos parece bien lo apoyaremos", agregó para recordar su respaldo a las medidas destinadas a asegurar el sistema bancario. Pero a su juicio, la comisión ministerial pilotada por José Blanco "es una patada hacia adelante", como en el rugbi, y la fiabilidad de Zapatero es la misma que "cuando negó la crisis", y responde más a una preocupación por las encuestas.
"Ahora pretende echarle la culpa a otros, incluido el PP. Ahora pretende hacer un pacto con alguien a quien ni llama. Ahora pretende hacer un pacto con alguien a quien insulta", dijo Rajoy.
Luisa Fernanda Rudi había dicho que “a nuestros votantes de siempre les encanta que metamos el dedo en el ojo a Zapatero. Pero hay otra parte del electorado que no lo entiende. Por eso hay cosas que hay que explicar muy bien. El mensaje era muy claro: ojo con un discurso extremista, porque es en el centro donde se ganan todas las elecciones.
Por M. González
Madrid.- La oferta de “pacto de Estado” que ha formulado el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, ha logrado introducir un nuevo factor de disensiones dentro del Partido Popular, en cuyo comité ejecutivo se escucharon el lunes voces que pedían proponer un gobierno de concentración, a imagen de Alemania, para sacar al país de la crisis. Lo que sucede es que todos hablan del pacto, pero nadie parece que vaya a bajar las armas para conseguirlo.
Además, los populares piensan que la propuesta de Zapatero no es sincera y que con ella el PSOE sólo quiere acorralar al PP. Pero los estrategas conservadores vienen notando que la idea de que son los populares quienes no desean el pacto se extiende en la opinión pública.
Para contrarrestar esa idea algunos líderes regionales del PP, Esperanza Aguirre y el riojano Pedro Sanz, pusieron sobre la mesa la idea de contraofertar un gobierno de concentración, a condición de que el PP ocupase varios ministerios económicos. Aguirre llegó a decir que son ellos quienes saben de economía.
Lo que equivale a lanzarle un órdago a Zapatero para demostrar que es él quien no desea un auténtico acuerdo para que todas las fuerzas políticas, o al menos los dos partidos mayoritarios, se arremanguen para hacer frente al desastre de nuestra economía.
Antes que Sanz y Aguirre, la aragonesa Luisa Fernanda Rudi avisó del peligro de que el PP "aparezca como el malo de la película". Rudi, una líder regional con gran respaldo dentro del PP, señaló que"Zapatero está intentando ponernos en una situación complicada, a todos nos para gente por la calle para pedirnos que pactemos. Zapatero intenta que la gente perciba que la culpa es del PP".
Rajoy parece consciente del peligro de que se demonice al PP y seguramente por eso habló de la necesidad de "hacer mucha pedagogía" y de "no dejarse enredar ni presionar por algunos, que quieren que hagamos lo que ellos quieren que se haga".
Rajoy explicó que "iremos a donde se nos llame", pero exigiendo que el Gobierno aclare lo que quiere hacer. "Si nos parece bien lo apoyaremos", agregó para recordar su respaldo a las medidas destinadas a asegurar el sistema bancario. Pero a su juicio, la comisión ministerial pilotada por José Blanco "es una patada hacia adelante", como en el rugbi, y la fiabilidad de Zapatero es la misma que "cuando negó la crisis", y responde más a una preocupación por las encuestas.
"Ahora pretende echarle la culpa a otros, incluido el PP. Ahora pretende hacer un pacto con alguien a quien ni llama. Ahora pretende hacer un pacto con alguien a quien insulta", dijo Rajoy.
Luisa Fernanda Rudi había dicho que “a nuestros votantes de siempre les encanta que metamos el dedo en el ojo a Zapatero. Pero hay otra parte del electorado que no lo entiende. Por eso hay cosas que hay que explicar muy bien. El mensaje era muy claro: ojo con un discurso extremista, porque es en el centro donde se ganan todas las elecciones.