jueves, 24 de junio de 2010

Opinión

Reforma laboral para el empleo

Por L. María Anson
No hay quien se trague que el político que afirmó solemnemente hace un año su rechazo a la reforma laboral en España, la lidere ahora. En limpieza democrática, a Zapatero no le quedaba otra actitud digna que la dimisión. Ha preferido caer de hinojos ante el César Obama y ante la Unión Europea para seguir calentando su poltrona monclovita, a la espera de que escampe para las elecciones generales del año 2012. Es una contradicción, es una incongruencia, la continuidad de Zapatero al frente del Gobierno, haciendo lo contrario de lo que dijo que iba a hacer.
La sesión del Congreso ha sido un trámite porque los principales partidos están de acuerdo en que se haga la reforma laboral, aunque no la reforma laboral propuesta por Zapatero. Lo lógico era abstenerse y dejar al Gobierno que asuma sólo su responsabilidad.
Tiene razón el Partido Popular al afirmar que la reforma laboral debe hacerse para crear empleo no sólo para abaratar el despido. Ahí está la clave de la situación española. Hay que abaratar el empleo si queremos ser competitivos. Llevamos viviendo varios años por encima de nuestras posibilidades. Aseguran los expertos que un 20 o un 30% más. Si se quiere hacer una reforma laboral en profundidad, que ataje seriamente la crisis, habrá que abaratar, en efecto, el empleo, habrá que trasladar a la ciudadanía la amarga realidad de que hay que trabajar más y ganar menos. A eso nos ha conducido el despilfarro del Gobierno Zapatero en los últimos seis años.

(L. M. Anson es escritor, periodista y académico de la RAE)