Toledo.- El presidente de los empresarios castellano manchegos, el maquedano Ángel Nicolás, ha expresado su desprecio a la reforma laboral aprobada por el gobierno Zapatero y ha opinado que son los empresarios quienes pueden solucionar la crisis.
En su discurso ante la Federación Empresarial Toledana (Fedeto), que el preside, Nicolas ha animado a los empresarios a seguir trabajando para reactivar la economía provincial, pese a los negros augurios existentes
En presencia de unos 200 empresarios, Nicolás calificó como supervivencia la actitud que han tenido que tener los empresarios toledanos en el último bienio «cuando todo estaba y sigue estando en contra», y aludió a que la crisis, si cabe, está teniendo en Toledo «un impacto más negativo que en el resto de Castilla-La Mancha.
A su juicio, aunque «crisis ha habido siempre», la actual, que además es global, «tiene en nuestro país una singularidad respecto del resto de países de nuestro entorno: me refiero a nuestra falta de competitividad», y añadió que «nuestro verdadero problema es que no somos competitivos, ni en lo económico, ni en lo laboral, tampoco desde el punto de vista energético. Ni, en definitiva, lo somos desde el punto de vista fiscal o financiero. ¡Y qué decir de la educación!».
A todo ello, el presidente de la patronal de Castilla-La Mancha sumó el «elevado y acumulado endeudamiento de familias y empresas y a unos desequilibrios desorbitados, asociados a la recesión, tales como el déficit público y el desempleo, verdadero lastre de nuestra economía».
Además denunció «la falta de adopción de medidas estructurales y de calado por parte de nuestros gobernantes», lo que constituye «un cóctel de despropósitos que nos aboca a una situación difícil, compleja y dramática, causa de que no hayamos empezado a crecer».
Todo lo anterior repercutió de forma muy negativa en todos los sectores económicos de la provincia: En el sector primario, con una «insostenible situación de descenso productivo, cifrado en un 12,3% en 2009»; en la construcción, «con pocas expectativas de recuperación a corto y medio plazo pese al Plan E, que supuso un desembolso en las arcas del Estado tan importante, como ineficaz e ineficiente» y donde «no se están adoptando medidas que generen condiciones adecuadas para establecer un patrón de crecimiento que pueda dar lugar a un ciclo expansivo de la actividad, entendida ésta en su acepción más general y multisectorial»; en el sector industrial, donde su descenso se ha cifrado en 2009 en un 6,2%, después de la bajada del 10,1% registrada un año antes. Finalmente, para el sector servicios fue un «año castastrófico».
No haber adoptado medidas económicas de calado es la causa fundamental de esta situación, prosiguió Nicolás, quien subrayó nuevos datos que generan mayor inseguridad: «Crecen las empresas concursadas en más de un 25% y la licitación de obra pública cae en porcentajes que llegan al 60%. A continuación se preguntó cuáles son los factores que lastran la economía: «Básicamente son tres: el déficit público, la reestructuración del sector financiero y la alta tasa de desempleo».
Con respecto al primero, supera el 11% al no haberse adoptado políticas económicas adecuadas para reducirlo y «ahora nos vemos abocados a un plan de ajuste por la presión de los países desarrollados», un plan de 15.000 millones de euros que «serán insuficientes para reducir el déficit al 6% en 2011 y al 3% que nos exige la Unión Europea para el año 2013».
Un plan de ajuste, abundó Nicolás, que no es más que un «plan de recortes sociales» desconocido hasta ahora y que se concreta en subir el IVA, reducir los salarios a los funcionarios, suspender la revalorización de las pensiones, eliminar el “cheque-bebé” y la jubilación parcial, recortar Ley de Dependencia, etc...».
En otro momento de su intervención, Nicolás afirmó que «el crecimiento no nace del ahorro ni del gasto, sino de la inversión que tiene expectativas de beneficio. ¡Deben adoptarse ya medidas que incentiven la actividad empresarial!». Y es que, a su juicio, «las medidas estructurales que necesita nuestro país, en lo fiscal y en lo financiero, todavía no se han acometido y que las que se han llevado a cabo en relación al mercado de trabajo, como la reforma laboral recientemente aprobada, son manifiestamente insuficientes».
Y algo insoportable: «17 comunidades autónomas, 17 decisiones de gobierno diferentes, dan como resultado 17 déficits públicos autonómicos distintos. Y esto es insostenible». En cuanto a sus preocupaciones futuras, el temor a la subida de impuestos como el de sociedades, la recuperación del impuesto sobre el Patrimonio y las posibles subidas de los impuestos especiales, el IRPF o sucesiones y donaciones: «La presión fiscal no reactiva la economía, la paraliza aún más. La economía sólo se reactiva con una rebaja fiscal».
La reestructuración del sector financiero, especialmente de las Cajas de Ahorro, no viene precisamente a mejorar la crisis, y las tasas de paro, con 70.000 desempleados en la provincia de Toledo, dramatizan aún más la situación.
Por ello, pidió mejoras sustanciales en el decreto de la reforma laboral para incrementar la productividad de las empresas, «lo que favorecería la creación de empleo y se transmitiría confianza en nuestro país. Pero no va a ser fácil», añadíó Nicolás, quien insistió en la formación empresarial para ser más competitivo, pero también en contar «con un sistema educativo eficaz para futuras generaciones».
El dirigente patronal dijo: «El año 2007 fue un año complicado; 2008 fue caótico; 2009, sin duda, ha sido dramático, y 2010 está siendo desconcertantemente deprimente», subrayó pesimista, pero se recompuso para decir que «sólo las empresas sacaremos a esta provincia, a esta región y a este país de la crisis. No lo harán los Gobiernos, no lo harán las Administraciones Públicas, no lo harán ni Estados Unidos, ni Alemania, ni Francia”.
En su discurso ante la Federación Empresarial Toledana (Fedeto), que el preside, Nicolas ha animado a los empresarios a seguir trabajando para reactivar la economía provincial, pese a los negros augurios existentes
En presencia de unos 200 empresarios, Nicolás calificó como supervivencia la actitud que han tenido que tener los empresarios toledanos en el último bienio «cuando todo estaba y sigue estando en contra», y aludió a que la crisis, si cabe, está teniendo en Toledo «un impacto más negativo que en el resto de Castilla-La Mancha.
A su juicio, aunque «crisis ha habido siempre», la actual, que además es global, «tiene en nuestro país una singularidad respecto del resto de países de nuestro entorno: me refiero a nuestra falta de competitividad», y añadió que «nuestro verdadero problema es que no somos competitivos, ni en lo económico, ni en lo laboral, tampoco desde el punto de vista energético. Ni, en definitiva, lo somos desde el punto de vista fiscal o financiero. ¡Y qué decir de la educación!».
A todo ello, el presidente de la patronal de Castilla-La Mancha sumó el «elevado y acumulado endeudamiento de familias y empresas y a unos desequilibrios desorbitados, asociados a la recesión, tales como el déficit público y el desempleo, verdadero lastre de nuestra economía».
Además denunció «la falta de adopción de medidas estructurales y de calado por parte de nuestros gobernantes», lo que constituye «un cóctel de despropósitos que nos aboca a una situación difícil, compleja y dramática, causa de que no hayamos empezado a crecer».
Todo lo anterior repercutió de forma muy negativa en todos los sectores económicos de la provincia: En el sector primario, con una «insostenible situación de descenso productivo, cifrado en un 12,3% en 2009»; en la construcción, «con pocas expectativas de recuperación a corto y medio plazo pese al Plan E, que supuso un desembolso en las arcas del Estado tan importante, como ineficaz e ineficiente» y donde «no se están adoptando medidas que generen condiciones adecuadas para establecer un patrón de crecimiento que pueda dar lugar a un ciclo expansivo de la actividad, entendida ésta en su acepción más general y multisectorial»; en el sector industrial, donde su descenso se ha cifrado en 2009 en un 6,2%, después de la bajada del 10,1% registrada un año antes. Finalmente, para el sector servicios fue un «año castastrófico».
No haber adoptado medidas económicas de calado es la causa fundamental de esta situación, prosiguió Nicolás, quien subrayó nuevos datos que generan mayor inseguridad: «Crecen las empresas concursadas en más de un 25% y la licitación de obra pública cae en porcentajes que llegan al 60%. A continuación se preguntó cuáles son los factores que lastran la economía: «Básicamente son tres: el déficit público, la reestructuración del sector financiero y la alta tasa de desempleo».
Con respecto al primero, supera el 11% al no haberse adoptado políticas económicas adecuadas para reducirlo y «ahora nos vemos abocados a un plan de ajuste por la presión de los países desarrollados», un plan de 15.000 millones de euros que «serán insuficientes para reducir el déficit al 6% en 2011 y al 3% que nos exige la Unión Europea para el año 2013».
Un plan de ajuste, abundó Nicolás, que no es más que un «plan de recortes sociales» desconocido hasta ahora y que se concreta en subir el IVA, reducir los salarios a los funcionarios, suspender la revalorización de las pensiones, eliminar el “cheque-bebé” y la jubilación parcial, recortar Ley de Dependencia, etc...».
En otro momento de su intervención, Nicolás afirmó que «el crecimiento no nace del ahorro ni del gasto, sino de la inversión que tiene expectativas de beneficio. ¡Deben adoptarse ya medidas que incentiven la actividad empresarial!». Y es que, a su juicio, «las medidas estructurales que necesita nuestro país, en lo fiscal y en lo financiero, todavía no se han acometido y que las que se han llevado a cabo en relación al mercado de trabajo, como la reforma laboral recientemente aprobada, son manifiestamente insuficientes».
Y algo insoportable: «17 comunidades autónomas, 17 decisiones de gobierno diferentes, dan como resultado 17 déficits públicos autonómicos distintos. Y esto es insostenible». En cuanto a sus preocupaciones futuras, el temor a la subida de impuestos como el de sociedades, la recuperación del impuesto sobre el Patrimonio y las posibles subidas de los impuestos especiales, el IRPF o sucesiones y donaciones: «La presión fiscal no reactiva la economía, la paraliza aún más. La economía sólo se reactiva con una rebaja fiscal».
La reestructuración del sector financiero, especialmente de las Cajas de Ahorro, no viene precisamente a mejorar la crisis, y las tasas de paro, con 70.000 desempleados en la provincia de Toledo, dramatizan aún más la situación.
Por ello, pidió mejoras sustanciales en el decreto de la reforma laboral para incrementar la productividad de las empresas, «lo que favorecería la creación de empleo y se transmitiría confianza en nuestro país. Pero no va a ser fácil», añadíó Nicolás, quien insistió en la formación empresarial para ser más competitivo, pero también en contar «con un sistema educativo eficaz para futuras generaciones».
El dirigente patronal dijo: «El año 2007 fue un año complicado; 2008 fue caótico; 2009, sin duda, ha sido dramático, y 2010 está siendo desconcertantemente deprimente», subrayó pesimista, pero se recompuso para decir que «sólo las empresas sacaremos a esta provincia, a esta región y a este país de la crisis. No lo harán los Gobiernos, no lo harán las Administraciones Públicas, no lo harán ni Estados Unidos, ni Alemania, ni Francia”.