Cae el paro pero sube la desconfianza de los españoles
Por L. Jiménez
Madrid.- El gobierno necesitaba sacar cuanto antes algún dato positivo para tratar de atajar el creciente clima de decepción de los españoles. Por eso, sólo unos días después de conocer los desastrosos datos del paro en el primer trimestre, el ministerio de Trabajo confirma que el paro registrado cayó en abril en 24.188 personas, por primera vez en ocho meses.
Y ello, a pesar de que en términos desestacionalizados tanto el desempleo como los inscritos a la Seguridad Social empeoran. Pero lo que es peor, el clima de desconfianza va en aumento, a tenor de la última encuesta difundida por El País este fin de semana.
El dato positivo es que la bajada del paro en 24.188 personas rompe la tendencia al alza que venía acumulando desde agosto. Al mismo tiempo, la afiliación a la Seguridad Social ha logrado cerrar su tercer mes consecutivo de subidas con 53.852 nuevos inscritos, su mayor avance desde junio de 2008.
Pero si se baja al detalle, los datos de abril no son tan positivos como cabría esperar. En términos desestacionalizados, es decir corregido el efecto calendario que en este periodo cobra relativa importancia por la variación en las fechas en que se celebra la Semana Santa, tanto el paro registrado como la afiliación empeoran. En el primer caso, el número de apuntados a los Servicios Públicos de Empleo aumenta en 62.769 parados, mientras la afiliación desciende en 10.809 personas, con lo que acumula tres meses consecutivos de recortes corregidos de estacionalidad.
Según la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, "es un buen dato, en el marco de la compleja situación actual, que indica que se está frenando la destrucción de empleo y que nos acerca paulatinamente a la evolución de los datos mensuales anteriores al periodo de crisis". En este sentido, la reducción de parados de abril contrasta con el incremento de 39.478 desempleados que se experimentó en igual mes de 2009.
Por sectores, el paro baja un 1,9% en construcción por segundo mes consecutivo con 15.535 desempleados menos; también cae en servicios, en 13.740 personas o un 0,5% menos; y en industria, un 1,1% o 6.046 parados menos. Por el contrario, aumenta en agricultura en 4.020 desempleados, un 3,3%, y el colectivo sin empleo anterior, que también sube, un 2,2% o 7.133 parados más. Entre los puntos positivos de los datos publicados hoy por Trabajo, entre los jóvenes menores de 25 años el desempleo se reduce en 6.246 personas, un 1,3 %, respecto a marzo.
Por su parte, la Seguridad Social ganó 53.852 afiliados (+0,31%) en el mes de abril, con lo que el total de ocupados se situó al finalizar el mes pasado en 17.648.660 cotizantes. Este aumento es el tercero que encadena la afiliación a la Seguridad Social tras los 26.000 nuevos cotizantes que ganó en febrero, y los más de 22.000 de marzo
A pesar de todo, y de las proclamas de José Luis Rodríguez Zapatero sobre que ha empezado la recuperación, los españoles cada vez tienen una impresión más negra del panorama económico. El mensaje del “Optimista de La Moncloa” no cala entre los ciudadanos y un 62% teme un efecto contagio del terremoto griego.
Además, desconfían de la capacidad de las autoridades españolas y europeas para poner freno a la crisis y acabar con el colapso griego, mientras la valoración de los principales líderes políticos es la peor de toda la legislatura. Nunca antes los españoles habían tenido una opinión tan negativa del presidente y del líder de la oposición.
La encuesta de Metroscopia para El Páis realizada en una semana con una cifra récord de paro y un convulso panorama económico, da como resultado el tono más pesimista, dos años después de iniciarse la crisis económica.
El 81% de los encuestados asegura que el Gobierno no ha sabido adoptar medidas para hacer frente a la crisis y el 62% cuestiona las de la Unión Europea. Lo peor para el Gobierno es que hasta un 64% de los votantes del PSOE rechaza la actuación del Ejecutivo. De la encuesta se desprende que no han calado entre los españoles los mensajes de Zapatero que aseguran que la crisis ha tocado fondo y que el Gobierno ha tomado todas las medidas posibles para paliarla. Su falta de credibilidad no ayuda en un momento tan delicado.
Desde mayo de 2009 no habían sido tan negativos los tres índices que miden el estado de ánimo de los españoles: el 87% califica negativamente la situación económica; el 80% cree que aún queda mucho para que haya mejora de la crisis a nivel mundial y el 87% ve lejos el final de la crisis española.
De lo que ya llaman la tragedia griega, los españoles extraen una lección: El 71% opina que se trata de un serio aviso de que si no se toman las medidas adecuadas acabaremos en situación parecida. Los ciudadanos piden que los causantes de la crisis lo paguen y un 84% lamenta que el comportamiento de quienes la provocaron por sus errores y sus comportamientos esté quedando impune.
La crisis económica española se convierte en crisis política porque los ciudadanos parecen no encontrar consuelo en ningún líder ni partido. El 66% desaprueba la gestión de Zapatero; el 83% considera que improvisa sin parar y al 77% le inspira poca o ninguna confianza. Su problema además es que los datos son también negativos entre los votantes del PSOE, que tradicionalmente están menos movilizados y son menos estables que los del PP, aunque éstos sean aún más críticos con su líder.
El PP mantiene una ventaja de 4,2 puntos, sólo 0,2 más que hace un mes, a pesar de que Rajoy es peor valorado aún que Zapatero. La crisis desgasta aún más al líder de la oposición que al presidente del Gobierno, pero puede facilitar un cambio político en España. El Gobierno no convence y la oposición no consigue ser vista como alternativa, pero le ayuda la fidelidad de los suyos. El 81% de quienes votaron al PP en las generales de 2008 volvería a hacerlo ahora, mientras que sólo el 59% de los que apoyaron al PSOE tiene decidido repetir.
Los sociólogos hablan del voto exquisito de la izquierda que, ante las dificultades, da la espalda al PSOE y se decanta por otras opciones o por la abstención, frente al del PP que raramente opta por quedarse en casa y no dispone de otras opciones para castigar a este partido. Ni quiere hacerlo, aunque le disguste su líder. La crisis ha conseguido desgastar al PSOE y los ciudadanos lo perciben claramente. Por eso, en un mes ha subido seis puntos el porcentaje de españoles que creen que el PP ganaría las elecciones si se celebraran ahora. Hasta un 52% de los votantes socialistas da por hecha esa victoria del PP. Este panorama se resume en que tres de cada cuatro españoles califican negativamente la situación política de España. Es también el peor porcentaje desde mayo de 2009, de donde podría concluirse que España vive una doble crisis: política y económica.
Madrid.- El gobierno necesitaba sacar cuanto antes algún dato positivo para tratar de atajar el creciente clima de decepción de los españoles. Por eso, sólo unos días después de conocer los desastrosos datos del paro en el primer trimestre, el ministerio de Trabajo confirma que el paro registrado cayó en abril en 24.188 personas, por primera vez en ocho meses.
Y ello, a pesar de que en términos desestacionalizados tanto el desempleo como los inscritos a la Seguridad Social empeoran. Pero lo que es peor, el clima de desconfianza va en aumento, a tenor de la última encuesta difundida por El País este fin de semana.
El dato positivo es que la bajada del paro en 24.188 personas rompe la tendencia al alza que venía acumulando desde agosto. Al mismo tiempo, la afiliación a la Seguridad Social ha logrado cerrar su tercer mes consecutivo de subidas con 53.852 nuevos inscritos, su mayor avance desde junio de 2008.
Pero si se baja al detalle, los datos de abril no son tan positivos como cabría esperar. En términos desestacionalizados, es decir corregido el efecto calendario que en este periodo cobra relativa importancia por la variación en las fechas en que se celebra la Semana Santa, tanto el paro registrado como la afiliación empeoran. En el primer caso, el número de apuntados a los Servicios Públicos de Empleo aumenta en 62.769 parados, mientras la afiliación desciende en 10.809 personas, con lo que acumula tres meses consecutivos de recortes corregidos de estacionalidad.
Según la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, "es un buen dato, en el marco de la compleja situación actual, que indica que se está frenando la destrucción de empleo y que nos acerca paulatinamente a la evolución de los datos mensuales anteriores al periodo de crisis". En este sentido, la reducción de parados de abril contrasta con el incremento de 39.478 desempleados que se experimentó en igual mes de 2009.
Por sectores, el paro baja un 1,9% en construcción por segundo mes consecutivo con 15.535 desempleados menos; también cae en servicios, en 13.740 personas o un 0,5% menos; y en industria, un 1,1% o 6.046 parados menos. Por el contrario, aumenta en agricultura en 4.020 desempleados, un 3,3%, y el colectivo sin empleo anterior, que también sube, un 2,2% o 7.133 parados más. Entre los puntos positivos de los datos publicados hoy por Trabajo, entre los jóvenes menores de 25 años el desempleo se reduce en 6.246 personas, un 1,3 %, respecto a marzo.
Por su parte, la Seguridad Social ganó 53.852 afiliados (+0,31%) en el mes de abril, con lo que el total de ocupados se situó al finalizar el mes pasado en 17.648.660 cotizantes. Este aumento es el tercero que encadena la afiliación a la Seguridad Social tras los 26.000 nuevos cotizantes que ganó en febrero, y los más de 22.000 de marzo
A pesar de todo, y de las proclamas de José Luis Rodríguez Zapatero sobre que ha empezado la recuperación, los españoles cada vez tienen una impresión más negra del panorama económico. El mensaje del “Optimista de La Moncloa” no cala entre los ciudadanos y un 62% teme un efecto contagio del terremoto griego.
Además, desconfían de la capacidad de las autoridades españolas y europeas para poner freno a la crisis y acabar con el colapso griego, mientras la valoración de los principales líderes políticos es la peor de toda la legislatura. Nunca antes los españoles habían tenido una opinión tan negativa del presidente y del líder de la oposición.
La encuesta de Metroscopia para El Páis realizada en una semana con una cifra récord de paro y un convulso panorama económico, da como resultado el tono más pesimista, dos años después de iniciarse la crisis económica.
El 81% de los encuestados asegura que el Gobierno no ha sabido adoptar medidas para hacer frente a la crisis y el 62% cuestiona las de la Unión Europea. Lo peor para el Gobierno es que hasta un 64% de los votantes del PSOE rechaza la actuación del Ejecutivo. De la encuesta se desprende que no han calado entre los españoles los mensajes de Zapatero que aseguran que la crisis ha tocado fondo y que el Gobierno ha tomado todas las medidas posibles para paliarla. Su falta de credibilidad no ayuda en un momento tan delicado.
Desde mayo de 2009 no habían sido tan negativos los tres índices que miden el estado de ánimo de los españoles: el 87% califica negativamente la situación económica; el 80% cree que aún queda mucho para que haya mejora de la crisis a nivel mundial y el 87% ve lejos el final de la crisis española.
De lo que ya llaman la tragedia griega, los españoles extraen una lección: El 71% opina que se trata de un serio aviso de que si no se toman las medidas adecuadas acabaremos en situación parecida. Los ciudadanos piden que los causantes de la crisis lo paguen y un 84% lamenta que el comportamiento de quienes la provocaron por sus errores y sus comportamientos esté quedando impune.
La crisis económica española se convierte en crisis política porque los ciudadanos parecen no encontrar consuelo en ningún líder ni partido. El 66% desaprueba la gestión de Zapatero; el 83% considera que improvisa sin parar y al 77% le inspira poca o ninguna confianza. Su problema además es que los datos son también negativos entre los votantes del PSOE, que tradicionalmente están menos movilizados y son menos estables que los del PP, aunque éstos sean aún más críticos con su líder.
El PP mantiene una ventaja de 4,2 puntos, sólo 0,2 más que hace un mes, a pesar de que Rajoy es peor valorado aún que Zapatero. La crisis desgasta aún más al líder de la oposición que al presidente del Gobierno, pero puede facilitar un cambio político en España. El Gobierno no convence y la oposición no consigue ser vista como alternativa, pero le ayuda la fidelidad de los suyos. El 81% de quienes votaron al PP en las generales de 2008 volvería a hacerlo ahora, mientras que sólo el 59% de los que apoyaron al PSOE tiene decidido repetir.
Los sociólogos hablan del voto exquisito de la izquierda que, ante las dificultades, da la espalda al PSOE y se decanta por otras opciones o por la abstención, frente al del PP que raramente opta por quedarse en casa y no dispone de otras opciones para castigar a este partido. Ni quiere hacerlo, aunque le disguste su líder. La crisis ha conseguido desgastar al PSOE y los ciudadanos lo perciben claramente. Por eso, en un mes ha subido seis puntos el porcentaje de españoles que creen que el PP ganaría las elecciones si se celebraran ahora. Hasta un 52% de los votantes socialistas da por hecha esa victoria del PP. Este panorama se resume en que tres de cada cuatro españoles califican negativamente la situación política de España. Es también el peor porcentaje desde mayo de 2009, de donde podría concluirse que España vive una doble crisis: política y económica.