miércoles, 3 de agosto de 2011

Crisis Económica


España al borde del precipicio financiero

Por M. González
Madrid.- La incapacidad europea para resolver la crisis especulativa ha dejado a España a su suerte ante los mercados. La debilidad del Gobierno y la insolidaridad de la oposición han agravado una crisis que, acordado el segundo rescate para Grecia, el nuevo techo de deuda de EE UU y despejado el calendario electoral, hace al país enfrentarse a sus propias debilidades económicas, en medio, además, de la volatilidad propia del verano.
La prima de riesgo anda rondando los 400 puntos sólo un mes después de rebasar lo que parecía entonces la frontera infranqueable de los 300 puntos básicos.
Pero el castigo de los mercados –es decir los especuladores internacionales, creadores de la crisis internacional y vampiros que se lanzan sobre la moneda europea- ha alcanzado velocidad de crucero y la deuda española llegó a pagarse ayer cuatro puntos porcentuales por encima del bono alemán, la referencia impasible sobre la que medir las dificultades de pago de cada país.
El perímetro de la llamada Europa periférica se amplía ya sin rubor hacia España e Italia que, tras el hundimiento de Grecia, Irlanda y Portugal, están ahora en la vanguardia del ataque de los mercados, que siguen poniendo en evidencia las debilidades de la construcción de la zona euro y el elevado nivel de deuda de algunos de sus miembros.
Italia y España, tercera y cuarta economías de la zona euro, dieron ayer un paso más en un camino pantanoso que amenaza con ser de no retorno y con hacer inviable el sostenimiento de sus respectivos endeudamientos. La prima de riesgo española alcanzó un nuevo máximo intradía de la era del euro en los 403,4 puntos básicos, al tiempo que el bono a diez años trepaba a niveles cercanos al 6,5%. Otro tanto le sucedió a la deuda italiana, que marcó nuevo máximo frente a la alemana -en 385 puntos básicos-, con el bono al 6,2%.
La presión fue máxima a primera hora y cedió según avanzó la jornada, en parte por los rumores que apuntaban a una compra de deuda por parte de China. Así, la prima de riesgo española cerró en los 387 puntos, tras oscilar 29 puntos entre el máximo y mínimo intradía, lo que da una idea de la intensa volatilidad de estos primeros días de agosto, en que unas pocas decisiones multiplican su efecto al calor del escaso volumen. La deuda italiana también desandó parte del camino de ascenso y quedó en los 371,3 puntos, con el bono en el 6,12%.
La volatilidad propia de la época estival juega sin duda en contra de la crisis de deuda, pero las razones de fondo que han desencadenado la actual crisis persisten y se agravan. "Se espera que el BCE continúe subiendo los tipos y la preocupación está en que Italia y España no tendrán el crecimiento que necesitan para reducir su deuda", resumía un analista de Legal General a la agencia Bloomberg. El mercado ya no repite el mantra de meses anteriores de que España es demasiado grande para caer.