domingo, 5 de junio de 2011

La Revolución de los Jóvenes Españoles




Las encuestas muestran un fuerte respaldo a las demandas de los indignados

Madrid.- Las encuestas ya muestran un amplio respaldo ciudadano a las demandas planteadas por los miles de concentrados en acampadas del movimiento pacífico Democracia Real Ya (DRY). Un 90 por ciento de los consultados piden a los partidos cambios para atender lo que piensa la gente.
Una encuesta de Metroscopìa, publicada por El País, demuestra que las razones de los “indignados” encuentran amplio apoyo ciudadano, una circunstancia que debieran escuchar los políticos, principales destinatarios del mensaje de queja, y revelan una opinión muy crítica hacia aquellos.
La mitad de los consultados, el 51 por ciento, afirma que los partidos representan solo sus propios intereses y únicamente el 19% cree que representan realmente intereses de la mayoría de los ciudadanos. A eso se suma que el 64% asegura que no se siente identificado ideológicamente con cualquier partido y que el 70% no siente representados sus intereses por ninguna formación.La comprensión hacia el movimiento nacido el 15-M —el 66 por ciento declara que siente más bien simpatía hacia ese movimiento— se explica porque una inmensa mayoría (81%) considera que los “indignados” tienen razón, mientras que solo el 9% dice que carecen de argumentos. El 84% añade que el movimiento trata de problemas que afectan directamente a los ciudadanos.La desafección ciudadana con las formaciones políticas tradicionales, especialmente con el PSOE y el PP, sirve como base para justificar esa protesta espontánea, si bien las consecuencias electorales para uno y otro partido han sido bien distintas.En primer lugar, ya es significativa la diferencia que detecta la encuesta entre la comprensión de los votantes del PSOE y los del PP hacia el Movimiento 15-M. Los populares sienten simpatía (46%) hacia los indignados , pero en menor medida que los socialistas (78%).La extrapolación de ese dato permite aventurar que el movimiento ha tenido más respaldo en la izquierda, que posibles electores del PSOE se han sumado a ella y que el 15-M puede haber perjudicado los resultados de los socialistas. No solo porque ha desdibujado su campaña electoral si no también porque ha servido para movilizar a sus electores pero en sentido contrario al deseado por el PSOE. Los votantes del PP han acudido a las urnas para mostrar su descontento, y los de la izquierda o se han quedado en casa o se han movilizado en la calle para dejar patente su malestar. No lo han hecho para apoyar al PSOE.No obstante, un 58% de los encuestados opina que el 15-M no tiene una tendencia política concreta. La inmensa mayoría cree que se trata de un aviso sobre problemas reales de nuestra sociedad, y la mayoría cree que el movimiento no terminará convertido en un partido, ni se radicalizará, pero dentro de poco tampoco nadie se acordará de él.
Mientras tanto, rrpresentantes de todos los campamentos debaten en Madrid el futuro del 15-M y las plazas intentan luchar contra el desánimo.
En la Puerta del Sol de Madrid, se llenó el sábado la plaza de gente para convertirse en corazón de las protestas y se celebró el primer encuentro estatal de los “indignados”.
Simultáneamente, continuó intentándose trasladar a los barrios la protesta y se registraron algunas asambleas, como la de Lavapies, con cerca de 400 participantes.
Las 43 delegaciones de todos los rincones de España fueron llegando a Madrid el viernes por la tarde para asistir a una especie de congreso estatal. Los de Sol eran los anfitriones. La lentitud en la toma de decisiones ha desencantado ha muchos mientras se estudia cómo mantener vivo el espíritu del 15-M. Parece cada vez más claro, que igual que fue fundamental para el nacimiento del movimiento DRY, Internet será esencial para su continuidad.
Barcelona propuso recorrer uno a uno todos los pueblos de España; Torrelavega crear un gobierno paralelo que aglutine "el poder del pueblo"; Vigo por llevar la protesta a Portugal, mientras que Granada anunciaba la toma de la Alhambra. Este mediodía se presentarán conclusiones del torbellino de ideas.
Los indignados chocan una y otra vez con su propio sistema, que obliga a un consenso total para tomar decisiones. Un único disenso paraliza la propuesta y mete a la asamblea en un bucle. En los barrios, con reuniones semanales o quincenales, se avanza de forma más lenta incluso.
El próximo momento álgido del movimiento puede ser la manifestación común que se celebrará el 19 de junio y que recorrerá todos los barrios, se unirá en Atocha y llegará hasta el Congreso de los Diputados.